Capítulo 29: el regreso de Robert Anderson

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- Kiot –me llamó algo asustado- hoy llega mi papá de Australia

Con esa frase me había despertado esa mañana en casa de Rub

- que dices? –pregunté soñoliento. Esperaba haber escuchado mal-

- prometiste ayudarme a contarle a mi padre sobre nosotros –me reprimió-

- ya lo sé, solo pregunté para cerciorarme de lo que había oído –suspiré cansado- que hora es? Siento como si no hubiera descansado nada

- las 8.30 –me dijo nervioso- es que no pude volver a dormir, estoy muy nervioso

- rayos –me cubrí completamente con las sábanas- no llevo ni una hora durmiendo

- lo siento

- no te preocupes, no es tu culpa, entiendo tu nerviosismo, es que solo me gustaría haber podido dormir un poco más

- que haremos? Cómo le diremos?

- no lo sé, algo cómo “señor Anderson, su hijo y yo estamos saliendo, llevamos más de 4 meses juntos…” no, no es una buena opción, cierto?

- eres un tonto… no sé qué hacer!

- realmente no sé cómo podríamos hacer, es bastante complicado…

- Kiot… -me llamó asustado- ni siquiera sé por qué le tengo tanto miedo a la opinión de mi papá

- le tienes miedo porque si es algo negativo te dolería mucho, cierto?

Él asintió sin decir más

La madre de Rub nos llamó para almorzar unas horas más tarde. Realmente no tenía hambre, mi estómago estaba revuelto y no quería probar bocado.

- te sientes bien cariño? –me preguntó la Señora Anderson-

- sí, solo que estoy un poco… -suspiré- muy nervioso

- ya verás que todo irá bien, Robert no es tan estricto como parece

Miré a Rub de reojo y pude ver lo absorto que estaba en sus pensamientos. Tenía la mirada perdida y solo revolvía su comida con extrema lentitud

- Rub, hijo, confía en tu padre, verás que todo irá bien

- espero que si… tengo miedo

A pesar de mis nervios y mi poca concentración en lo demás pude notar lo callada que Emily se encontraba… demasiado callada para der ella

- Emily, que te sucede? –la miré seriamente-

- n-nada! No me pasa nada! Debería pasar algo?

- y por qué los nervios? Si no hubieras hecho nada no tendrías por qué estar nerviosa

- no es eso! –se estaba desesperando- cállate Kiot!

- por qué habría de hacerlo? Te molesta el que se descubra que has hecho algo de lo que te arrepientes… el cual seguramente perjudica a alguno de nosotros, cierto?

- cállate!! No me gusta que me leas!

- entonces estaba en lo cierto… y teniendo en cuenta la situación… le dijiste a tu padre de Rub y yo, cierto? –hablaba con calma, pero quería explotar por dentro. Deseaba estar equivocado con toda mi alma-

- NO!... no, claro que no

Suspiré pesadamente y cubrí mi cara con mis manos en señal de cansancio

Aléjate de mí, pero no me dejes solo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora