Capitulo 10: luego de un tiempo...

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Y así, lentamente, pasaron tres semanas. Yo había regresado a mi casa, la escuela había recomenzado luego de las mini-vacaciones por la peste que hubo. Por culpa de las actividades de los diversos clubes que había tomado veía menos al pelirrojo, por suerte iba a piano y a actuación con él.

A veces él iba a mi casa y yo a la suya, aunque yo trataba de evitar su casa por su padre, quien seguía dirigiéndome miradas hostiles.

- Kiot –me dijo en un susurro-

- que? –dije secamente-

- …oye… estas bien?

- si

- no pareces bien

- entonces para que preguntas?

- que sucede?

- no quiero decirte ahora

- pero lo harás?

- en el receso

Estábamos en clases de literatura, leyendo un libro de poesía, bueno “leyendo” todos hablaban por lo bajo para que el profesor no se diera cuenta.

Esperaba que esa clase no acabara, no quería decirle al pelirrojo que la razón de mi amargura era mi madre, otra vez…

Pero el timbre sonó y todos los de la clase salieron menos el pelirrojo y yo

- Kiot, que sucede?

No le respondí

- Kiot! Dime que demonios te sucede!

No sabía como decirle…

- por favor –dijo en un ruego-

Como le dirías a alguien que tu madre volvió a golpearte? Que intentó matarte otra vez

- yo…

- si?

- bueno, no yo… si no que… -suspiré frustrado. No me salían las palabras- te lo escribiré si?

- está bien

Corté una hoja de mi libreta y escribí “mi madre me golpeó… otra vez” y luego se la pasé

- que!?! Donde?

Volví a tomar la hoja y le escribí “debe haber quedado alguna marca en mi espalda

- oh por dios… Kiot…

Desde que le pasé la hoja por primera vez, no lo había mirado a la cara, no quería hacerlo, no podía…

- por que?

- no lo se –dije en un susurro-

- levanta la cabeza, por favor

- para que?

- según lo que sé, no te gusta que los demás vean que estás mal, no es asi? Y ahora te ves bastante destrozado

Él si que sabía como era yo

Levanté la mirada y le sonreí con melancolía

- siempre puedes venir a  mi casa

- gracias, pero sería demostrar una debilidad

- no, sería aceptar a realidad

- la realidad es que soy débil

- no, eres un tonto, pero no eres débil, alguien débil no hubiera soportado lo que tu

- cállate –dije sonriéndole de la misma forma-

Aléjate de mí, pero no me dejes solo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora