Capítulo 3: ¿Cómo llegué a esto?

102 12 11
                                    



Una vez en clases un profesor nuevo se presentó y nos dio una actividad estúpida para "conocernos mejor".

- Kiot ¿Me ayudas?

- Se supone que debes responderlo por ti mismo.

- No, no es eso, no llego a leer la pizarra...

Suspiré resignado.

- ¿Qué pregunta? –Lo miré apoyando mi cara en mi mano-

- La 6...

- "¿Qué planeas hacer en tu futuro? ¿Por qué?"

- Ah, gracias.

Pude ver la incertidumbre en su cara, tardó varios minutos en responder la pregunta.

- ¿Tú qué pusiste? – Preguntó aún un poco absorto en sus pensamientos-

- ¿Para qué quieres saber?

- Sólo quiero saber que planeas hacer, conocerte un poco más y eso.

Miré mi respuesta que decía que ni siquiera quería tener un futuro.

- No sé qué quiero hacer. –Mentí- ¿Tú?

- No soy bueno en nada como para dedicarme a ello. –Admitió desanimado- Y a parte, ni siquiera sé si vaya a poder decidir qué hacer...

¿Qué le prohibía elegir sobre su futuro?

- Eres bueno persuadiendo a la gente. Eso ha de servir para algo ¿no? –Comenté desinteresado. Bueno, aparentaba estarlo ya que sin que quisiera, la conversación se había tornado interesante-

- ¿Lo dices en serio?

- Supongo. Todavía no sé cómo es que lograste ir a mi casa ayer.

Rio para ocultar sus nervios y fingió concentrarse en la pizarra.

Luego de eso seguí con mi cuestionario, en el cual la mayoría de las respuestas eran que no sabía que quería hacer, que tampoco imaginaba mi futuro. Cuando entendí que era un cuestionario para entregar lo volví a hacer con respuestas como "yo sólo vivo el presente y no tengo planes aún" "soy muy joven para esa clase de cosas" etc. Estupideces, puras estupideces.

- ¿Por qué nunca sonríes? –Me interrogó una vez finalizó su cuestionario-

- ¿Tengo razones para hacerlo?

- ¡Vamos! ¿No te alegra dejar de estar solo?

- No me molestaba estar solo.

- ¿Te molesta que te hable?

- Sí, algo...

- Entonces en cierta parte no te molesto. –Concluyó acusándome con el dedo índice-

- ¿Qué con eso?

- Se puede decir que disfrutas de mi compañía.

- Estas entendiendo mal las cosas. Que no me molestes no significa que disfrute estar contigo.

- ¿Hacía cuánto no tenías una conversación fluida con alguien que no seas tú mismo?

¿Días? ¿Semanas? ¿Meses? Ya había perdido la cuenta.

No le respondí. Él siguió hablándome, pero en voz más baja, y yo, a pesar de fingir frialdad, quería sonreírle y demostrarle lo realmente interesado que me tenía. Pero no podía, no quería abrirme otra vez para que me ignoraran, para sentirme invisible, no quería verme tan afectado por una persona. No quería seguir sufriendo por alguien, ya había tenido demasiado.

Aléjate de mí, pero no me dejes solo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora