“Querido Kiot:
Tengo tantas cosas que contarte que no sé por dónde comenzar.
Espero que cuando encuentres esto tengas 13 o más, lo que sigue puede ser un golpe muy
Duro, difícil de asimilar. Si crees que estás listo para lo que voy a decirte sigue leyendo, si no
Lee la última hoja de esta carta.
Hay muchas cosas que quiero que sepas, y que de otra manera no sabrías si no fuese por
Esta carta.
Por dónde comenzar?... no sé si recuerdes algunas de las discusiones que tenía con tu madre,
Ella siempre me gritaba diciendo que todo era tu culpa ¿sabes a que se refería ella? Ella siempre
Te culpó por mi depresión, pero no es tu culpa, es de ella.
Kiot, tu no eres mi hijo biológico.”
No pude seguir leyendo, la frase resonaba en mi cabeza
“tu no eres mi hijo biológico.”
- Kiot? Que sucede? Por qué has dejado de leer de repente?
- yo… yo no… mi padre… yo no soy el hijo de mi padre… -dije con un hilo de voz-
- que? Como es eso posible?
- no soy el hijo de quien creía mi padre, mejor así?
- por qué?
- no lo se, acabo de leerlo
- sigue leyendo, así encontrarás más respuestas
Asentí y proseguí
“…Lo mío provenía de una adolescencia traumática y por muchos psicólogos y psiquiatras a
los que fui nunca pude recuperarme del todo.
Al poco tiempo de casarme con Karen ella quedó embarazada. No imaginas la felicidad que
Sentí al saber que tendría un hijo con la mujer que amaba, mi hijo y mi esposa, que dulces
Palabras!
Pero un día llegando a casa me encontré a tu madre con un amante. Mi mundo se desmoronaba.
Luego de unos análisis de ADN el resultado fue que tu no eras mi hijo. Estaba destruido,
No soportaba, no quería creer que mi mundo se había visto destruido, tu me habías sacado
De mi depresión diaria y pretendían alejarte de mi lado. Hablé con tu madre y me dijo que su
Amante la había dejado en cuanto supo lo del embarazo, obviamente me ofrecí a hacerme
Cargo de ti, y sorpresivamente accedió.
Yo la amaba pero ella no era a quien amaba realmente, sino a su antigua “yo”. Comencé
A deprimirme nuevamente, no era lo suficientemente bueno para ella y no sabía si lo sería
Para ti.
Cuando naciste será un día que nunca olvidaré, tuvieron que sacarte por cesárea porque
Tenías el cordón umbilical enroscado en el cuello. Pero al salir vivías! Lloraste indicando que