Capítulo 28 Sangrando

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Era ya de día cuando se siente el timbre de la casa

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Era ya de día cuando se siente el timbre de la casa. A su sonar acude Byul envuelta en una sábana y debajo de esta en ropa interior, pero no se inmuto en vestirse pues había visto las llaves de las menores sobre la repisa de la cocina, es decir las habían dejado y era hora de que llegarán así que quien más podría ser a esa hora.

— Cuantas veces debo decirles que no dejen las lla... — se detuvo al ver quien estaba en la entrada no eran las menores sino Nam quien se vía realmente enojado y al parecer había pasado la noche bebiendo.

—¿Dónde está Solar? Trae a esa lesbiana aquí ahora— impuso desagradablemente, algo que molesto realmente a Byul.

— Lárgate Nam, no queremos problemas— dijo a punto de cerrar la puerta siendo detenida por la mano de Nam.

— Solar, sal, sé que estás ahí— grita lo que hizo a Solar salir preocupada y al igual que Byul envuelta en una sábana.

— ¿Qué crees que haces Eric? lárgate. — le ordena la peli rosada.

— Pero mira que bien, al parecer tuvieron una noche entretenida ¿qué les parece si me les uno? — pregunta aplicando fuerza contra la puerta entrando al apartamento para dirigirse a Solar.

— Ey imbécil ni se te ocurra acercarte a ella— dijo Moon dejándole caer una mano sobre el hombro a Nam.

— Suéltame sucia lesbiana mi asunto no es contigo— dijo casi torciéndole la muñeca a Byul,

— Nam, detente le fracturaras la mano— dijo preocupada por la expresión que Byul había puesto por el dolor que sintió ante el tosco gesto.

— Detente que le fracturas la mano— repitió con voz aguda en tono de burla.

— Si no me sueltas ahora verás lo que...

— Que me harás MoonByul ¿cosquillas? — se ríe — por lo que oí de Seulgi sabes defensa personal.

Seulgi, ¿qué tenía que ver en eso ella? se preguntaban las dos chicas.

— Resulta que ella y yo hicimos un pacto para tenerlas con nosotros y aunque acordamos no dañar al objetivo del otro no puedo evitar querer dañar esa carita tuya— dijo apretando el puño y mirando a Byul.

— Eric, suéltala ahora— gritó Solar.

— Sabes, si te vas conmigo ahora no le romperé la mano a tu noviecita.

— Eso nunca imbécil— negó Moon provocando que este le torciera aún más su mano, ante esto ella intenta lanzarle un puñetazo a la nariz a Nam con su otra mano, algo que esquivo con facilidad.

En la universidad él formó parte del equipo de lucha libre, un puñetazo tan lento como ese lo vería venir minutos antes.

— Aaaaahhhhh— se quejó por el fuerte tirón que dio Nam a su mano.

— Entonces quieres problemas— dijo empujando a Byul contra Solar colocándose en posición de pelea mientras que Byul en ropa interior estaba en posición defensiva.

Por mucho que ella se cubriera recibió varios golpes de Nam ya que este era realmente rápido y cuando lo intentaba atacar este lo esquivaba con facilidad y la pateaba en sus pantorrillas. La última provocaría que la menor se arrodillará a lo que proseguiría con un rodillazo contra su nariz para luego estrellarla al suelo, lo que al parecer quebró algo, porque enseguida comenzó a sangrar por los oídos.

Solar viendo como su novia sangraba se aterro más y estaba a punto de ceder irse con él cuando aparecieron Hwasa y Wheein a quienes se les oscureció el rostro al ver a Byul sangrando y magullada en el suelo.

— ¡Tú! — gritó Wheein golpeándolo con un ágil movimiento cuando este se giró desprevenido.

Wheein nunca había peleado físicamente con nadie, no al menos delante de las demás. Algo que ni siquiera Hwasa sabía es que antes de entrar a la universidad aprendió artes marciales chinas siempre creyó que su conocimiento la ayudaría a salir de situaciones cómo la que vivió cuando tenía doce años, pero nunca las había empleado porque Byul siempre sacaba la cara por ellas.

— Pero mira, la pequeña cachorra sabe pelear— escupe — reconozco ese movimiento de manos, eso fue artes marciales chinas— dijo limpiándose la sangre que salía por su nariz luego de que Wheein se la fracturara con aquel golpe.

— Si no quieres que termine fracturándote más que la nariz ¡¡¡¡LÁRGATE!!!! — le gritó enojada.

— Vaya, eres toda una fiera cachorra, por ahora me voy a retirar, pero no olviden la advertencia que les di la última vez que estuve aquí— señala a la peli rosada que estaba revisando a Moon — Solar será mía de una forma u otra, aunque me tenga que deshacer de Moonbyul— dijo pasando por entre las menores para retirarse.

Al haber salido Nam, Byul quien había estado tratando de ponerse de pie cae por completo al suelo inconsciente por los golpes que había recibido.

De camino al hospital Hyejin iba de en asiento de copiloto no paraba de llorar al igual que Solar, quien iba manejando luego de darle primeros auxilios a Byul.

Wheein, iba atrás con Byul recostada a sus muslos aun inconsciente, intentaba contener la sangre que salía por la nariz y las orejas de la pelinegra mientras mantenía una expresión aterradora. No estaba llorando, pero no había tranquilidad en su rostro, transmitía un aire asesino, el cual estaba dirigido a Nam y aunque este no se encontrará allí su irá aumentaba más cuando miraba el rostro de la chica que amó por varios años y que era una de sus mejores amigas.

Al entrar al hospital Hwasa buscó enseguida a los paramédicos para que ayudarán a la chica. Luego de media hora, les permitieron ver a Byul, quien se encontraba en un nivel medio, no era de gravedad, no había tenido roturas en las costillas (casi) y al parecer el sangrado por sus oídos fue por el mismo rodillazo que provoco el sangrado de la nariz.

Ya las chicas se habían relajado luego de oír el pacte del doctor, excepto por Wheein quien había mantenido la expresión siniestra desde que estaban en el auto.

Mientras Solar se dispuso a entrar a la habitación donde se encontraba Moon dormida, Hwasa se dirige a esquina donde había estado Wheein todo el tiempo desde que llegaron al hospital.

— Wheein, venga vayamos a ver a Byul— dijo tomando de las manos a la rubia — Wheein, por favor relájate todo está bien ahora—. La estrecha entre sus brazos y seguía sin responder.

— Sé de tus ganas de acabar con Nam, porque tu cara lo dice todo, pero ahora debemos estar con Byul ¿no crees? — pregunta aun abrazándola.

— Hwasa...

— Dime... — le dijo liberándola del abrazo para verla al rostro.

— Es...es la segunda vez que Byul sangra inconsciente entre mis brazos y otra vez no pude hacer nada para evitarlo ¿por qué tiene que suceder esto? — no pudo contenerse más y comenzó a llorar.

—Sé cómo te debes de sentir, fuiste la que mantuvo la mente fría en todo momento, vestiste a Byul, la llevaste junto a ti en el auto y en todo ese tiempo contuviste las lágrimas, estoy orgullosa de ti... pero ya era hora de dejarlo salir— decía acariciando la cabeza de Wheein.

.

(...)

.

Luego de dos días a Byul le dieron el alta. Mientras estuvo el hospital bromearon acerca de que Wheein tenía una vida secreta con eso de saber artes marciales chinas y en todo ese tiempo ninguna pudo contactar con Hani. Esto preocupó muchísimo a Byul, normalmente Hani desaparecía por semanas, pero siempre avisaba con anterioridad, pero esta vez nada, llevaba 4 días sin dar respuesta a los mensajes o de devolver las llamadas y aunque Hani era loca no era tan irresponsable como para desaparecer sin avisar.

— Algo va mal...

Por Idiota Where stories live. Discover now