Capítulo 6 Enloquecerte

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«Cómo llegamos a esto, ¿me besará? ¿le sigo?» todo esto paso por la mente de Wheein al cerrar los ojos.

Después de pasar unos segundos y ver que nada ocurría abrió sus ojos para tener al frente el rostro de Hyejin el cual estaba rojo mientras trataba de contener las lágrimas

— Wheein ¿y si no eres la única que sufre por ver a la persona que quieres sufrir? — pregunta con lágrimas en sus mejillas — ¿y si yo sufro cuando tú sufres y por estar pendiente de Byul no te das cuenta de lo que te rodea? y de las personas que te aman, yo te amo Wheein, ¿cómo no puedes ver eso?

— Hyejin yo... — siendo interrumpida una vez más por la pelinegra, pero esta vez con un beso, el que continúo sin separarse por asombro o por disgusto, el cual se sintió lleno de dolor y salado por las lágrimas de su amiga, pero aun así especial.

Sus labios se tocaron hasta ya no quedarles aire, teniéndolos rojos, aunque había sido un beso tierno, no le quitaba lo apasionante que fue. El primer beso, de ambas, — Hyejin yo, lo quería decirte es que...

— ¿Que qué? que no puedes porque tu corazón es de Byul, porque nunca seré igual de especial para ti, porque...— esta vez ella fue la interrumpida con un beso, el cual la sorprendió — ¿qué? — se preguntó asombrada.

— ¿Por qué no me dejas terminar de hablar antes de volver a interrumpirme?

— De acuerdo— asintió y suspiró.

Aunque Wheein estuviera pendiente de Byul había tenido a Hyejin a su lado por quince años, más de la mitad de su vida, era obvio que amaba a su amiga no como a cierta peliazul puesto que ella había sido su primer amor, pero no podía negar que su corazón estaba dividido.

— Hyejin yo todos estos años te he querido, te he querido por quince años y llegando a un punto de amarte solo que no tenía el valor de decirte nada por miedo a hacerte daño.

— Pero no me importa yo...— se detuvo al ver la mirada de la rubia que le recordaba lo de interrumpirle.

— Bien voy a continuar— dijo mientras miraba a los ojos de la menor — yo me arriesgaría a que mi corazón se entregue en gran parte a ti y que tú me ames abiertamente como deseas hacerlo, pero no puedo hacerte eso Hyejin— diciendo esto último lloraría igual que la menor.

— ¿Por qué no me dejas intentarlo? solo déjame ganarme tú corazón por completo sé que puedo hacerlo solo si tú me dejas, avanzaré hasta donde tú quieras— dijo dándole una sonrisa traviesa — yo te amo Wheein y por ti soy capaz de arriesgarme.

Para darle cierre a esta decisión se besaron con pasión al punto en que Hyejin toma a Wheein, con sus piernas alrededor de su cintura y caminaría a la habitación donde ese amor sería consumido por el calor del momento.

Sobre la cama la menor pone levemente a Wheein sobre la cama sin dejar de darse esos besos que la estaban volviendo loca.

— Hyejin, si es contigo y si estas dispuesta a todo por mí, no veo por qué detenernos.

La pelinegra sintió que debía seguir avanzando, dejando besos en el cuello de la contraria y recorrer su cuerpo con ambas manos. Pero necesitaba ir despacio, la excitación comenzaba a nublar el juicio de ambas.

— ¿Acaso quieres que enloquezca? — dijo Wheein con la reparación agitada.

Al escuchar esto no pudo evitar sonreír y besarla con más pasión que antes terminando por retirar el pantalón que estorbaba en el cuerpo de su rubia. Caricias por el interior de sus muslos y roces con su parte intima llevaron a Wheein dejar escapar gemidos que cada vez se hacían más escuchar.

Hwasa utilizaría uno de sus dedos para acariciar la parte húmeda entre las piernas de la rubia, lo que excitaría a gran punto a Jung.

— Hazlo de una vez— casi exige Wheein al sentir como temblaba y gemía, lo que la estaba volviendo loca en verdad.

— Preguntaste si quería enloquecerte, mi respuesta es sí, quiero que enloquezcas, pero por mí — dijo con una sonrisa pícara y sus ojos llenos de lujuria.

Introduciría dos de sus dedos en la parte intima de la rubia lo que llevo a Wheein a levantar su pelvis y arquearse. Con delicados movimientos acariciaría el interior de su amada.

De pronto al sentirse llena de lujuria comenzó a moverlos cada vez a mayor velocidad lo que llevaría a Wheein a alcanzar su clímax al tocarle repetidas veces la zona del punto G.

Besando su entre pierna recorrería con sus labios por todo el cuerpo de la ahora agotada hasta llegar a sus labios, depositando en ellos un beso lleno de amor.

Por Idiota Where stories live. Discover now