Capítulo 26 Lo que oculta Seulgi.

718 74 37
                                    


Ya iba siendo hora de que Seulgi fuese vigilada de cerca, por lo que luego de ponerse en contacto con algunas amistades dio con el paradero de la acosadora

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Ya iba siendo hora de que Seulgi fuese vigilada de cerca, por lo que luego de ponerse en contacto con algunas amistades dio con el paradero de la acosadora. Descubrió que visitaba el hospital una vez a la semana algo que llamó la atención de la peligris.

Era el día en que Seulgi visitaría a su médico y Hani conocía el horario de esta visita por lo que se dispone de seguirla personalmente.

Ya en el hospital luego de que saliera de este Hani entra al aérea donde había entrado Seulgi. En esa aérea se trataba la especialidad de Oncología, qué hacia en la zona que trataba con el cáncer y los tumores, ¿era posible que tuviera algo de eso?

Por suerte Hani era una chica con muchas amistades y resultaba que en esa parte del hospital tenía una amiga que se especializaba en eso, Irene.

Le pidió a Irene que averiguase acerca de la enfermedad que estaba tratando, aunque la política de todos los hospitales del mundo prohibiese dar información sobre la enfermedad de un paciente a otras personas sin la autorización de este, la doctora le debía un favor a Hani de años atrás. Al parecer algo importante, por lo que cedió y le pidió que esperara. Luego de quince minutos estuvo devuelta con la información necesaria.

— Tú amiga tiene un tumor cerebral de grado IV— responde apenada pensando que había una estrecha relación entre ambas.

—¿Un tumor? — repite asombrada.

— Sí y según su resonancia magnética ya está realmente avanzado, con seguridad puedo decir que le quedan poco más de dos meses vida.

— Dos meses, pero si se ve bien.

— Es cierto que aparenta estar bien, la vi salir hace un rato, pero no es así, creo que deberías acompañarla para que no se sienta sola en esta última etapa.

— No te preocupes y gracias por todo como que tu deuda está totalmente saldada.

— Ya era hora— se ríe — siempre vienes mencionando la deuda, pero, de todos modos, gracias a ti— sonríe ampliamente.

— Nunca olvidaré como me ayudaste a buscar una buena abogada para alejarlo de mí, aunque él nunca se haya presentado en la corte, pero ella se veía muy capaz, luego de que me empujo por las escaleras y casi perder a mi bebé tuve miedo de demandarlo y que descubriera que aún estaba embarazada, pero ahí estuviste tú para apoyarme, gracias otra vez.

— Si, si, no me gusta sacar las cosas en cara, pero de vez en cuando puedo usarlo a mi favor— dijo sonriéndole a Irene.

— Lo que digas, espero que vengas a verme otra vez sin tener como escusa pedirme algún favor— se cruza de brazos.

— Prometo estar en contacto, pero por ahora debo irme, saluda a la pequeña Sun de mi parte, dile que la tía Hani le manda un beso.

— Dentro de unos días es cumplirá tres años, deberías pasar a verla — dijo agitando la mano en forma de despedida.

— Si, prometo llevarle un hermoso regalo — dijo terminando por salir del hospital.

Saldría casi corriendo de allí, tenía que contarle todo a Byul personalmente, así que debía apurarse, para su suerte tropieza con una chica provocando la caída de las dos. Al levantarse se dispone a ayudar a la otra joven dándole la mano para darse cuenta de que era Seulgi, al parecer había vuelto por unos certificados, al percatarse la suelta provocando que callera otra vez al no haber estado cien por ciento de pie.

— Oh, pero si mira quien es, la perra de Moonbyul— dijo levantándose para sacudirse.

— Oh, la acosadora de Byul, que te trae por aquí— dijo usando el mismo tono que la anterior había usado.

— No es de tu incumbencia— dijo molestándose.

— Resulta que un pajarito me conto porque andas por esta zona, ¿algo de grado cuatro, puede ser?, pero como dices no es de mi incumbencia así que me retiro.

— ¿A dónde crees que vas perra? — dijo tirando a Hani por el cabello.

— Al parecer la acosadora también tiene garras, pero te diré algo si no quieres salir perjudicada suéltame ahora mismo— dijo agarrando la mano con la que Seulgi la había tomado por el pelo.

— ¿Y qué piensas hacer? amenazarme como lo hacías en la escuela, ya no soy una niña Hani, ya no te tengo miedo.

— Con que en verdad me tenías miedo, gracias por el cumplido— dijo riendo.

— No me provoques — dijo y dio otro tirón del cabello sin dejar de sujetarlo.

— Seulgi tienes cinco segundos para soltarme o...

— O qué, vas a golpearme no creo que seas capaz de hacerlo frente a un hospital...

— Uno...

—¡Qué miedo!

— Dos ...

—¡Hani me pegará como en la escuela!

— Tres...

— Venga, si quieres apresura la cuenta

— Cuatro...

— Y bien...

— Cinco...

— Ves...— dijo cuándo sin darse cuenta, tenía el codo de Hani golpeando sus cotillas izquierdas.

El golpe había sido tan fuerte que enseguida la soltó. Pero no se detuvo e intento volver a tomar a Hani por el cabello cuando esta sin más dio un giro evitando el agarre tomándola con una mano por un brazo para torcérselo y con la otra agarrándola por la nuca provocando que se inclinara para evitar que se le partiera el brazo, por ahora.

— Te dije que me soltaras mientras pudieras, pero al igual que en la escuela no escuchas las advertencias que te dan tus mayores y qué crees, ahora tendré que romperte el brazo— dice aplicando fuerza.

— De paso contarle todo a Byul acerca de qué te estas muriendo, así tal vez te coja lástima y se enamoré de ti— da una risa nasal — ah no espera, ella ama a Solar y no la va cambiar por una moribunda como tú.

— Cállate Hani, ¿romperme el brazo?, adelante, ni que tuvieras el valor— retaba, pero en verdad estaba aterrada.

— Cuando vayamos a un jurado por romperte el brazo y Byul sea mi abogada diré que indicaste que lo hiciera además de que te estaba buscando por secuestrar a mi amiga aquella noche y veremos quién gana el juicio— dijo tomando impulso para romperle el brazo a la chica.

— Hani, ¿qué crees haces? — se sintió el grito de Irene que se encontraba en la puerta del hospital — suéltala ahora.

— Agradece que alguien a quien admiro y que no quiero que vea esta parte de mí me detuvo porque si no, tuvieras un brazo roto ahora mismo— dijo para luego soltar a Seulgi con un empujón.

— Olvídalo Irene, esta idiota no quería escuchar lo que le decía, me voy por ahora— decía dirigiéndose al parqueo a buscar su auto.

— ¿Estás bien? ¿quiere que revise a ver si hay rotura? — decía ayudando a Seulgi.

— No, gracias, con permiso— dijo retirándose.

Mientras en el parqueo Hani le quita la alarma al auto y cuando se va a subir siente un fuerte golpe en su cabeza lo que provoca que caiga inconsciente al suelo.

— No dejaré que le digas nada a Byul, no me dejaste opción — dijo sosteniendo un gran tubo de acero en sus manos.

Por Idiota Where stories live. Discover now