LXI

731 89 37
                                    

Abrí los ojos, me quité las lagañas y me incorporé sobre la cama. El olor a alcohol y tabaco se había impregnado en mi ropa por la noche anterior.

¿Qué había pasado después de lo qué pasó con... Kenny? No lograba recordar nada; estaba completamente bloqueado y apenas podía retomar el equilibrio para caminar hasta la puerta del cuarto.

Al abrir ésta, abrí los ojos como platos: literalmente, todo el departamento se encontraba impecable, a excepción de los platos sucios que habían en el lavabo de la cocina.

Intenté recordar qué había sido lo último que había pasado: yo, Kenny, muchos besos... ¿Damien?

Si mal no recuerdo, Damien había aparecido en mi vista segundos antes de sentir como si me desplomara, como si alguien me hubiera dado una paliza y me hubieran noqueado. Sin embargo, nada de eso pasó. Conecté mis ojos con los de Damien y... ya no recuerdo nada. ¿Acaso él había sido quién había limpiado todo?

Primero comencé a buscar habitación por habitación. Cuando llegué hasta el cuarto del fondo, el ruido de la palanca del baño que se estaba moviendo llamó mi atención. Tal vez sólo era Kenny.

Me di la vuelta y ahí estaba él, mi mejor amigo.

—¡KYLEEEEE!

—¡CRAIG! —contestó de vuelta el pelirrojo.

Nos dimos un largo abrazo hasta que fue demasiado gay para nosotros.

—No lo puedo creer. ¿Cuándo llegaste? ¿Por qué no me avisaste que ya habías llegado?

—¿Y tú por qué no me dijiste que le harías un fiesta a tu nuevo amigo gay? Vaya, Craig. Podría habérmelo imaginado de todos menos de ti. Siempre fuiste fan varonil, y tan...

—Lo sé, lo sé. Admito que yo me lo esperaba de ti, ¿pero qué rayos hacías ahí de todos modos?

—Creo que más que nada me ayudaste a darme cuenta que no tiene nada de malo tener un lado mayate. Más bien, es excitante, ¿no lo crees?

—No puedo contestar a eso. Estoy comprometido. ¿Tú limpiaste todo el departamento?

—Sí, amigo. Había demasiado desorden. Llegué hace unas cuatro horas —miró su reloj—. Aún a las 5 A.M. había gente parloteando por aquí. Mandé a todos al recibidor hasta que quedó Rebecca, que no sé qué mierda hacía aquí, y un chico rubio que no se despegaba de ti. Quise despertarte pero parecías muerto. ¿No habrán tenido...?

Pero no lo dejé terminar. ¿Qué se creía, que el famosísimo Craig Tucker se dejaba manipular por un blanquito rubio y ya por eso era una puta? Claro que no.

—¡No! —musité— No recordaría si hubiera pasado...

—Bueno, tal vez pudo haberte drogado, quién sabe.

—Como sea. ¿Dónde está él ahora?

—Oh, no lo sé. Se quedó un buen rato a tu lado hasta que vi cómo se paró y salió por la puerta. Realmente no sé a dónde fue pero no quise decirle nada. Tal vez fue solo una aventura de una noche, Craig.

Tal vez.

—También había un chico azabache de ojos... ¿rojos? —dijo un tanto asustado—. Le pedí que se marchara pero sólo se molestó en mirarme feo y quedarse parado con los ojos cruzados, justo ahí en dónde estás. Creo que lo conozco...

Hice una mueca y me moví de lugar.

—Después —prosiguió— se marchó sin decir nada. Me pareció que siguió a tu amigo rubio. Quién sabe.

Alguien faltaba en esta historia...

—¿No habrás visto a Pip, de casualidad?

—¿Phillip Pirrup? —soltó una carcajada—. ¿Él que diablos haría en una fiesta cómo está? ¡Si ni siquiera mi mamá me da permiso para estas fiestas, crees que a Phillip sí?

—Me acosa, Kyle. Da miedo.

Por un momento me dio pena Pip. Tal vez le llamaría en unas horas, pero mi prioridad era saber dónde estaba Kenny y  qué era lo que había pasado realmente ayer.

¿Por qué se había comportado de aquella forma ayer? Claro, estaba borracho pero, ¿lo que había dicho era verdad? ¿Que yo le gustaba y que me deseaba? No podía sacarme de la cabeza la idea de que Damien había hecho algún truco o pacto con Kenny para que dijera aquellas cosas.

No era raro pensarlo. Bastaba con ser un poco inteligente para saber que Damien me odiaba por gustarle a su chico.

Era momento de saber la verdad. Por fin le diría a Kenneth lo que sentía y... que pasara lo que tenía que pasar.

South Park "Eres mío, Ángel" [Crenny]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora