Cap. 17: Bailando

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Maureen.

En el edificio principal se abrió un salón que nunca antes había visto, según Vicky solo era ocupado para ocasiones como esta, era espacioso y estaba adornado muy elegantemente. Nos sentamos en una mesa circular a esperar a nuestras parejas, por mientras disfrutábamos del momento, las luces, los disfraces y la champange.

-Estas hermosa- susurraron en mi oído haciéndome estremecer.

Con una sonrisa coqueta me di la vuelta para encontrarme con mi alto príncipe azul. Le di un corto beso en los labios y les desee una buena noche a las chicas, ya que hoy seriamos yo y mi querido novio.

-Está de más decir que tu también luces genial- tomé su brazo.

Bailamos un momento al ritmo de una canción lenta, yo mantenía mi cabeza en su hombro. El mantenía sus manos en mi cintura, todo muy mágico para mí. Pero como siempre mi cabeza corta estos momentos, recordé que tenía que volver a casa y probablemente nunca regresaría a Seelight. No sé cómo le diría a León toda la situación, osea, probablemente entendería, pero no quería hacerle daño. Porque eso sería hacerme daño a mí misma.

-¿Estás bien Mau?- acuno mi cabeza entre sus manos.

Por un segundo pensé en decirle todo para salir del embrollo, pero no quería arruinar el momento. No uno tan lindo.

-Sí, todo en orden- le di una sonrisa tranquilizadora.

Asintió y acerco su cara a la mía, haciendo chocar nuestras respiraciones. Luego de desesperantes milisegundos el termino con la distancia juntando sus suaves labios con los míos. Estos momentos eran los que disfrutaba hasta la última célula de mi cuerpo. Bueno estos y las carreras.

Estuvimos unas cuantas canciones más bailando con la vista chocando los ojos del otro sin despejarse.

-Ya estoy cansada de  estar aquí, hay mucha gente.

El alzo una ceja. Se lo había tomado en doble sentido.

-¿Acaso no te lo querías tomar con calma?

Sonrojada le conteste.

-No para eso tonto- golpee juguetona su brazo- me refiero a que hay mucha gente y no me gustan muchos los lugares así.

Tomo mi mano con una sonrisa traviesa y salimos del salón.

-¿Nunca te has preguntado porque me gusta la terraza donde almorzamos?

-No, digo, será porque es linda y muy tranquila- deduje.

El negó y siguió caminando con mi mano aun entrelazada con la suya.

-Cuando lo veas entenderás el porqué.

Llegamos y quede maravillada con la decoración de aquella terraza tan común para mí hasta ahora.

Estaba adornada con luces estilo navideño amarrillas, rodeaban cada pilar hasta el techo. Dejando brillar a las hojas de las enredaderas y el cercado color blanco. Parecía sacada de una película donde los protagonistas realizan su matrimonio.

Nos acostamos en medio, no había nadie por los rededores ya que todos estaban en la fiesta. Observamos las estrellas tranquilamente mientras interiormente debatía entre hablar sobre mi viaje o esperar otro momento.

Decidí esperar y disfrutar de su compañía en paz, tenía miedo de que me dejara plantada. Ya encontraría la ocasión

Mariah.

Sentía un poco de nervios al pensar en mi plan de hoy, pero de verdad estaba segura de dar el primer paso, a la mierda las reglas del amor.

Locuras AdolescentesWhere stories live. Discover now