Cap. 10: ¿Acosada?

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Andy

Una corriente helada recorrió mi espalda calando mis huesos y despertándome. El cuello me dolía demasiado y tenia saliva seca en un costado de mi cara.

-Maldición, duele- me frote el cuello.

Estire todo mis músculos y bostece, vi la hora y ya estaba atrasada a mi clase de Educación física. Odiaba con mi vida esa clase, así que me iba a demorar lo más posible para saltármela.

En mi cama había una bolsa de color verde, con curiosidad la abrí encontrándome con posters de mis artistas favoritos y chocolates. Amaba el chocolate tanto como amaba las motos. Este último pensamiento me hizo entrar en nostalgia.

Me acomode la ropa y salí en dirección al baño. El pasillo se encontraba en un silencio sepulcral, excepto por unos sonidos que provenían de la escalera de emergencia. La curiosidad me supero y abrí la puerta silenciosamente, cosa que a los segundos me arrepentí de haber hecho.

Luke tenía a Danielle contra la pared, fue asqueroso. Por unos segundos me quede petrificada, pero para mi mala suerte en esos segundos notaron mi presencia. Se separaron inmediatamente y la tipa tenía la cara roja; no sé si de rabia o vergüenza.

Salí inmediatamente de allí corriendo hacia los baños, entre y me reír como una desquiciada. Me duche y salí con mi toalla enrollada al cuerpo a buscar mi ropa. Pero algo además de mi ropa me estaba esperando en los casilleros.

-Linda ropa interior- Luke tenía mis bragas en un dedo- el encaje es lindo- sonrió.

-Hijo de puta- me abalance sobre él para quitarle mi ropa, lamentable mente era más alto que yo así que no alcance su brazo.

-Cuidado bonita- me agarro por la cintura y me giro, dejándome contra los casilleros.

Sus ojos celestes se encontraban a una cercanía incomoda.

-No le puedes decir a nadie lo que viste ¿si?- me dijo en voz baja, realmente me parecía sexy.

-¿Y que pasa si lo hago?- levante una ceja desafiante.

-Pues nos llevaremos mal- se acerco a mi oído- Y sinceramente yo no quiero eso- con su índice acaricio mi brazo.

Mis piernas empezaban a tiritar con su toque. Trate de no colocarme nerviosa.

-Mira imbécil, yo no seré una de tus putitas- lo empuje, pero apenas se movió, cosa que me hizo enojar más de lo que estaba- Tengo algo que se llama dignidad, no si conoces esa palabra. Ahora puedes irte a la mierda o donde quieras, necesito vestirme para mi siguiente clase.

Su mirada se volvió más intensa, su cara expresaba enojo.

-Que mal… no deberías ser tan mala con personas que te podrían beneficiar.

-¿Tu? ¿Beneficiarme? Por favor, no me hagas reír- sonreí falsamente. Al fin se alejo de mí.

Pude ver que estaba aun más enojado. Por un segundo me asuste por su mirada. Tiro de su pelo en acto de frustración y rápidamente me acorralo y hablo al oído como hacia un rato.

-Prepárate Andy Strauss, porque el odio hacia mí no durara mucho, y yo me encargare de eso- beso la piel detrás de mi cuello y se fue corriendo.

Quede quieta y con la respiración entrecortada luego de lo último. El sonido de mi celular me quito el trance.

-¡¿Strauss donde mierda estas?!- grito Maureen del otro lado.

-Me estoy arreglando recién porque desperté muy tarde, lo siento, ¿voy para nuestro árbol?- pregunte mientras me colocaba mi ropa interior.

Locuras AdolescentesWhere stories live. Discover now