Cap. 50: Partido

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Mariah


En las primeras horas de la mañana se nos avisó que no habría clases por el partido. Todos aplaudieron y volvieron a sus habitaciones para seguir durmiendo, incluso yo. Cuando desperté por segunda vez los rayos del sol sobresalían de la cortina, por lo que deduje que era tarde y era hora de desayunar.

Salí de la ducha y en el pasillo saludé a Vicky y a Cassie, hace tiempo que no hablaba con ellas. Por lo que supe decidieron no seguir investigando y siguieron con sus rutinas en el internado. Me duche y vestí más rápido de lo que tenía pensado y baje al comedor principal.


No estaban las chicas en ninguna mesa, por lo que tome una barra de cereal y una caja de jugo y me fui al árbol frondoso que usábamos siempre. Allí estaban Maureen con León, y como no quise interrumpir me fui al área de las mesas de picnic. Allí Andy se estaba despidiendo de James que tenía puesto el buzo del internado. Él se tenía que ir con el resto del equipo para calentar y ese tipo de cosas.


Se dieron un último abrazo antes de que se fuera, Andy se volvió a sentar y sacó un libro de su mochila; típico. Quería volver a tener la misma amistad de siempre pero sabía que ella era muy orgullosa y terca. Decidí intentarlo de todos modos.


-Hola- tímida me senté frente a ella


Me miro con sorpresa, pero luego se acomodó tomando una postura seria.


-Hola- dijo seca- ¿Qué necesitas?


-Quiero que volvamos a ser amigas- solté- No quiero perder a mi mejor amiga, sé que cometí un error pero ya pasó y debemos estar unidas ahora más que nunca. Sabes muy bien el porqué.


Quitó la vista de su libro y soltó el aire que tenía contenido lentamente. Miro alrededor antes de hablar, como si estuviera pensando en que contestarme.


-Fuiste mi mejor amiga por mucho tiempo y cometiste un GRAN error- enfatizó- ahora quizás te vea con las chicas volviendo a como eras antes- hizo una pausa que comenzó a ponerme nerviosa- Y tienes suerte de que esté de buen humor y no quiera odiar a nadie- sonrió.


Enseguida salté de la banca para abrazarla.


-¡Muchas gracias amiga!- sonreí con ojos vidriosos.


-Sensible de mierda, me asfixias- su voz sonaba ahogada y cómica.


-Perdón, ahora nos tenemos que poner al día. Por ejemplo me podrías decir que

pasa entre tú y Murray- moví mis cejas.

Ella rió y se sonrojo un poco.


-Es mi amigo, y tendremos que ponernos al día luego- hizo un gesto con la cabeza apuntando a unos metros más allá donde venía caminando un sonriente Christian- Ve con tu príncipe.


-No te escaparas tan fácil de mí zorra- le planté un beso en la mejilla y corrí a los brazos de Christian.


-¿Lista para ir al partido?- me preguntó.


Locuras AdolescentesOnde histórias criam vida. Descubra agora