Capítulo 34

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La verdad.

Recordaba perfectamente las caricias de los labios de Derek sobre la piel de su cuello, su respiración entrecortada golpeando sus tímpanos y su aliento recorrer por su espalda con lentitud...

Adoraba que lo despertara así. No era la primera vez que le despertaba a base de besos. Siempre se dejaba hacer hasta el punto de no aguantar más y lanzarse sobre el moreno para que lo hiciera suyo.

Y lo estaba logrando.

En cuanto se decidió ceder, abrió un poco los ojos y echó el trasero para atrás lentamente, chocado con aquel majestuoso miembro más que dispuesto. Pero al escuchar el sonido del timbre, sucumbió nuevamente al sueño, languideciendo su cuerpo completo. Entonces Derek lo dejó solo para ir a abrir a Peter.

Los minutos pasaron y la cama comenzó a sentirse fría, y estaba demasiado cómodo como para levantarse. Sin embargo el sueño había desaparecido.

Se quedó mirando el techo y con los brazos detrás de la cabeza por largos minutos, pensando en lo bien que se sentía su vida en ese momento. Tenía un novio genial, unos mejores amigos iguales o más pervertido que él, amigas bonitas y amables, su tío de cariño feliz con la persona que siempre amó, un guapo hermano mayor y otras cosas que le hacían feliz. Lo único que le faltaba era su padre.

Jamás se puso a pensar en como reaccionaría si lo volviera a ver. Tenía una imaginación inmensa o infinita, pero aún así nunca lo terminó de procesar.

Y en ese momento su imaginación comenzó a volar. Primero; no podía creer que ese hombre haya traicionado a su madre acostándose con otra mujer, sobretodo haber tenido un hijo. Luego no entendía como pudo hacer su vida normal y tranquila con otra familia cuando él se pasó todo el inicio de su adolescencia defendiendo su memoria, sufriendo burlas e insultos creyendo que era huérfano.

Entendía que era preferible hacer nuevamente su vida que estar en constante peligro de muerte por un par de psicópatas. Pero aún así se le hacía muy egoísta haberle dejado tan solo. Se alegraba de que su padre estuviese vivo, le hacía inmensamente feliz tener la oportunidad de volver a abrazarle y volver a escuchar su voz, aunque en el fondo sabía que era imperdonable.

Las lágrimas salieron de pronto, deslizándose desde el rabillo de sus ojos hasta perderse detrás de sus orejas, y como siempre le pasaba, los llantos le daban sueño.

Despertó y se incorporó en el colchón con la respiración agitada y el corazón golpeando su pecho con fuerza. Un escándalo en el piso de abajo lo había sacado de su ensueño. El claro sonidos de las botas de Peter pasaron de la cocina hasta la sala acompañado de otros pasos más. En ese momento no dudó en levantarse, llevándose consigo un mareo que lo hizo tambalear un instante por la bajada brusca de tensión. Y sin importarle estar en ropa interior, corrió por el pasillo hasta llegar a las escaleras.

Los rizos rubios de Isaac fue lo que primero diferenció entre unas cinco o seis personas en la puerta. Estaba con Scott pegado a él y Derek al lado de Peter, quien estaba abrazando a alguien y detrás de ese alguien, su hermano. Entonces el tiempo de detuvo cuando vio a un hombre mayor increíblemente conocido siendo liberado del abrazo de Peter para ir junto a Noel.

Estoy soñando... Pensó bajando lentamente. Se miró a sí mismo encontrándose con su parcial desnudez pero no le importó. A nadie le importaría que estuviese desnudo en su propio sueño. A nadie tendría que importarle.

Su cerebro le recordó la vez que aprendió a como diferenciar un sueño de la realidad e intimidante se miró las manos.

Uno... dos... tres... contó sus dedos bajando la misma cantidad de escalones.

La casa del Tío Peter | Sterek | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora