Capítulo 25

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C A P Í T U L O 2 5

SKYLAR BANNERMAN

Mi mente traicionera, contradictoria, e inestable me obliga a aterrizar los pies en la tierra, y me ordena llegar al punto donde tengo que salir de la fantasiosa burbuja en la que vivo, y encerrarme en la cruda realidad. Y entonces, cuando lo hago; recapacito.

Pienso las cosas, y me doy cuenta que yo no soy una de las prioridades de Alex, no lo soy hoy, y no lo seré mañana. Caigo en el abismo de la realidad con un golpe duro, y llego al tormentoso punto donde pienso qué hubiera ocurrido si a Alex jamás lo hubiesen engañado. Ato cabos, y descubro que si nunca habríamos asistido a aquel club; la relación que llevaban Alex y Carrie seguiría intacta, y no destruida como ahora. Ellos seguirían juntos, amándose; siendo la perfecta pareja de la preparatoria.
Mientras que yo seguiría en la misma posición, o quizás no. Si las cosas habrían seguido igual como meses atrás, entonces ya me habría olvidado de él, y tal vez, hasta tendría un nuevo novio. Sin embargo, las cosas no sucedieron así, y dándole vueltas al tema, llego a tal grado, donde quisiera odiar al tiempo, por hacernos esto. Y quiero odiar a Alex por hacerme esto. Quiero odiarlo, más que nada porque me he dado cuenta que siempre he sido su segunda estúpida opción.

Pero también quiero entenderlo, y quisiera ponerme en su lugar.
Las personas merecen una segunda oportunidad, y él la merece, porque no ha hecho nada incorrecto. Alex sigue amando a Carrie por sobre todas las cosas, y lo entiendo, él estuvo con ella por casi setenta y dos semanas. ¿Cómo no la va a seguir queriendo, a pesar de que lo traicionó? Una persona que marca tu vida no se olvida con facilidad, eso debo de comprenderlo.

Ambos estamos haciendo las cosas mal; yo estoy actuando de manera irracional porque también soy egoísta. Porque yo sólo lo quiero para mí, no quiero su amor a medias. Y está mal, no puedo obligarlo a que deje de querer a Carrie para que esté conmigo. Así las cosas no funcionan.

No tiene caso que trate de olvidarlo, e intente alejarlo de mí, porque más me estoy aferrando. Y sí, le daré una segunda oportunidad, me planteo darle otra oportunidad; pero no hoy. Será cuando me encuentre preparada física, y psicológicamente. Creo que darnos un tiempo lo encuentro justo y necesario.

—Skylar — La mano de Dante se mueve delante de mi rostro, sacándome de la nube de pensamiento insoportables. Parpadeo seguido, y dirijo mis ojos a los de él —. ¿Todavía te duele mucho la cabeza?

Le ofrezco una sonrisa de boca cerrada, y me enderezo en el asiento de su auto. No estaba consiente de que ya hemos llegado al restaurante que está frente la plaza principal.

—Creo que se me quitará una vez que ingiera comida.

Dante asiente, y lo miro sacar las llaves del contacto.

Él es bastante atento conmigo, y eso hace que me cohíba un poco.

Ofreciéndole una pequeña sonrisa bajo de su auto, y acomodo mi cabello suelto por detrás de mis orejas. Aspiro hondo, y con los dientes superiores pesco la carne de mi labio inferior; mirando a Dante rodear el auto gris cromado y sonreírme genuino.

Él me hace una seña, indicando que comencemos a caminar y lo obedezco. En el transcurso del camino él coloca su mano derecha en mi espalda baja, y mi cuerpo en respuesta da un respingo, desconociendo el toque.
No estoy acostumbrada a que los demás hagan eso, sin embargo, no hago nada para decirle que se aleje.

Dante en silencio abre la puerta de cristal del restaurante, y deja que primero me adentre yo, para luego hacerlo él detrás de mí. Mis ojos curiosos, e inquietos navegan por todo rincón del restaurante, y una diminuta sonrisa se forma en mis labios. El restaurante es bonito, se siente hogareño, y por suerte, está vacío.

Quiero AmarteWhere stories live. Discover now