—Nunca fingí lo que sentía por ti, Madison. Creí que con todo lo que había hecho por ti lo tendrías un poco claro.

—Lo siento —susurré.

Oír a Harry decir lo mala persona que fui en el pasado me abrió los ojos. Yo lo ignoré, lo insulté e incluso lo golpeé y aun así siempre estuvo para mi cuando mas lo necesite. A mi mente vino aquella noche en la fiesta de Riana cuando le dije las cosas mas horribles y dolorosas que habían pasado por mi mente en ese momento, pero cuando los paparazzi fueron tras de mi, Harry no había dudado un segundo en darme su ayuda.

—También lo siento, Madison. No sabes cuanto.

Me limpie la cara cubierta de lagrimas y me abalancé sobre Harry, el me abrazó de vuelta. En cuanto respiré su aroma y sentí la calidez de su cuerpo supe que ningún sueño se asemejaría nunca a lo que aquel chico me hacia sentir. Lloré en su pecho por todo los meses que habíamos estado separados, lo abracé por todo el sufrimiento por el que tuvimos que pasar.

Después de unos minutos, levanté mi rostro para ver el suyo y verlo llorar me hizo estremecer. Tomé su cara entre mis manos y me puse en las puntas de mis pies para besar sus lagrimas. Me hubiera gustado besar cada lagrima que había derramado por mi culpa, porque el tenía razón. La Madison del pasado había sido una completa perra y me sentía tan avergonzada por eso. Yo también había roto el corazón de Harry, pero como siempre, no me había importado nadie mas que yo misma.

Cuando terminé de limpiar cada gota de agua salada de sus mejillas, acaricié su mejilla con mi mano y me acerqué suavemente a su rostro. Necesitaba besarlo.

—Madison, no... —se alejó un poco pero yo di un paso adelante poniéndome mas cerca y lo besé. El no se resistió y siguió mi beso con mas fuerza de lo que yo había esperado. Al sentir sus labios contra los míos era como si nada mas me importara. Me levantó con un movimiento rápido y lo rodeé con mis piernas, sentí como sus manos se metían bajo mi camiseta y me estremecí por completo. Me llevó a través de la sala, entre tropiezos y risas y me bajó en cuanto llegamos a la habitación.

Saqué su camiseta en un movimiento rápido y el sacó la mía y me desabrochó el sostén con urgencia. Caimos en la cama sin dejar de besarnos ni acariciarnos. Me hizo dar la vuelta y se puso sobre mi sin aplastarme, besó mi cuello y mi rostro con ternura, lo que me hizo desearlo aun mas. ¿Como podía haber dudado de que aquel chico me amaba de verdad? ¿por que había escapado cuando Harry nunca mintió acerca de sus verdaderos sentimientos hacia mi?

Cuando entró en mi, se quedó quieto esperando que me adaptara a el y hundió su cara en mi cuello besándolo con cuidado. —Te amo —susurró en mi oido y en ese momento me sentí la persona mas feliz del universo. Al fin estaba con la persona que más amaba y el me correspondía de la misma manera.

Nos movimos juntos, no fue rápido ni desesperado. Fue lento e intenso. Después de un rato, Harry gimió sobre mi y yo caí rendida a su lado.

Me quedé dormida entre sus brazos y cuando desperté unas horas mas tarde, Harry ya estaba despierto acariciando mi cabello, sus ojos estaban rojos y una lagrima caía por su rostro, la borré con mi mano. Yo sabia que significaba aquello y fue cuando la realidad me golpeó tan duro como un balde de agua fría: yo partiría a Estados Unidos esa misma tarde.

Harry no podía abandonar a su madre para irse a vivir conmigo al otro lado del mundo y yo no podía volver a dejar a mi familia para quedarme en Londres, le había prometido a Caleb volver.

Lo abracé con fuerza y no pude evitar que mis ojos también se llenaran de lagrimas.

— ¿Entiendes lo que significa verdad? —me preguntó y yo asentí.

—Tiene que haber alguna manera de que...

—No, Madison. Tienes que estar con tu familia y yo tengo que estar con la mía. No puedo irme y menos pedirte que te quedes por mi.

Y era cierto, no podía dejar a mi familia nuevamente cuando apenas los había recuperado y tampoco iba a pedirle que abandonara a su madre enferma para que se mudara conmigo dejando todo lo que tenia en Londres.

—Es que... no quiero tener que dejarte otra vez —confesé.

—Pero no puedes dejar a tu familia por mi.

—Harry...

—Solo nos queda confiar que algún día nos volveremos a encontrar y te prometo que pase lo que pase, no voy a dejarte ir otra vez.

Era casi imposible que eso pudiera pasar alguna vez, pero por algún motivo le creí. Harry era la persona mas obstinada y perseverante que había conocido nunca y a pesar de todo, aun confiaba en el.

No sabia si volvería a ver a Harry algún día o si volvería a cantar, pero todo lo que necesitaba era esperanza. Esperanza de que pudiera reunir en mi vida todo lo que mas amaba y no tener que elegir una cosa por sobre la otra.

Nos vestimos en silencio y cuando llegó mi hora de partir, no nos prometimos nada mas. No prometimos llamar, ni escribirnos, ni viajar a vernos, pero la promesa de Harry aun hacia eco en mis oídos. La promesa de que un día volveríamos a encontrarnos.

— ¿Entonces así terminará? —le pregunté antes de atravesar la puerta de su departamento y no volver a verlo nunca más.

Me iba. Tal vez pasarían años hasta que volviera a pisar Londres, hasta que volviera a cantar, hasta que volviera a enamorarme otra vez. Una parte de mi quería regresar a casa con mi familia, pero la otra pedía a gritos quedarme, porque Harry hacia que aquel país fuera también mi hogar y no quería dejarlo.

—Nuestra historia nunca habrá terminado —respondió y besó mis labios con calma por ultima vez. Harry dio un paso atrás—. Te amo —me dijo.

—Te amo, Harry.

No miré atrás cuando dejé tras de mi al primer y único amor de mi vida.


FIN

Paparazzi » Harry Styles (COMPLETA)Where stories live. Discover now