Capítulo 44

2.1K 172 25
                                    

Un mes completo había pasado y las cosas comenzaban a mejorar.

Caleb y yo nos mudamos de casa, si bien papá me culpó por ello y dijo que era una mala influencia por hacer que mi hermano se marchara de casa, cada vez que los visitábamos el se comportaba de mejor manera con nosotros, incluso bromeábamos juntos. Las veces que Caleb hablaba de su novio papá no lo trataba mal y cuando yo contaba alguna de mis historias relacionadas con la fama el no me interrumpía, lo que me hacia pensar que al fin mi vida estaba volviendo a ser un poco como antes.

Amaba vivir con mi hermano Caleb, aunque seria por poco tiempo ya que el estaba buscando un apartamento para mudarse con su novio, pero nuestra relación iba tan bien que dudaba que vivir en casas separadas nos distanciara.

Los paparazzi dejaron de rondar la casa de mis papás y nunca se acercaron a la mía, pero eso no me quitaba aun de todos los titulares y revistas y mas aun con el escándalo que se montó papá aquella noche de la pelea con Caleb. Gracias a Liam, no hubieron consecuencias peores. Hablaba con el casi a diario, teníamos una linda amistad.

Liam me hacia recordar que aun seguía tratando de descubrir lo que quería hacer con el resto de mi vida, pero todavía no lograba dejar ir por completo la música. No me veía en otra cosa que no fuera en ello.

La mitad de las noches soñaba que estaba en mis conciertos o en el estudio. Me veía a mi misma componiendo y cantando las canciones que tanto me gustaba interpretar, pero cuando despertaba no podía evitar sentir esa nostalgia de hacer lo que realmente amaba.

Sin la música, era como si el propósito de mi vida, para lo que estaba hecha, se hubiera esfumado. Era como si una pieza fundamental le faltara a mi vida para que estuviera completa.

Tenia que recordarme a mi misma diariamente que aquel era el precio que debía pagar por volver a ver a mi familia otra vez. Podía dejar la música si eso me daba la oportunidad de estar bien con mis padres y Caleb, era un precio muy caro que debía pagar, pero estaba dispuesta a hacerlo.

No quería volver a estar sola otra vez.

Y el resto de las noches, soñaba con Harry. No eran situaciones inventadas, sino mas bien recuerdos. No podía decir que odiara tener aquellos sueños, porque no lo hacia. Solo eran imágenes borrosas en mi mente, de nosotros viendo una película, de nosotros bailando, de nosotros besándonos...

Después de esos meses en casa podía decir que al fin estaba curándome, ya no me sentía ni la mitad de mal de lo que me sentí los primeros días.

—Diga... —mi teléfono comenzó a sonar y me sacó de los pensamientos en los que me encontraba absorta. Era Eva. Mi corazón se aceleró, sabia que su bebé estaba casi por nacer.

— ¡El bebé ya viene! —exclamó Rich al otro lado del teléfono. ¡Lo sabia!—. ¡Vamos al hospital!

Un grito de Eva resonó en mi oido. — ¡Oh, Dios! ¡Voy enseguida! —exclamé de vuelta. La linea se cortó.

El nerviosismo se apoderó de mi sistema pero como pude tomé las llaves del auto y corrí escaleras abajo. No supe como llegue hasta el hospital, mi mente divagó todo el camino pensando en los posibles escenarios que podían salir mal, pero me recordé a mi misma que debía estar tranquila. Seguramente Eva estaba mas relajada que yo en ese momento.

Mi estomago dolía, no sabia si por los nervios o por la felicidad de que mi mejor amiga fuera a ser madre al fin.

— ¡Hola! ¿Como esta Eva? —pregunté a la madre de Eva cuando al fin pude encontrar un lugar para estacionar mi auto. No sabia cuantas luces rojas y señales me había saltado para llegar al hospital a tiempo.

Paparazzi » Harry Styles (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora