Paparazzi » Harry Styles (COMPLETA)

Capítulo 8

—El día que me llamen a declarar, esta chica buena dirá que yo no hice nada ¿sabes por qué? -preguntó con tono calmado y fanfarrón.

— ¿Por qué?

—Porque ese día, estarás tan loca por mi que harás lo que sea con tal de salvarme.

Bufé enojada. Maldito hombre. ¿Qué se creía? ¿Qué solo por ser malditamente caliente y súper guapo podía hacer todo lo quisiese? Rodé los ojos ante tan machista escena y me recordó a cierto tipo rizado que había conocido últimamente.

Sentí el timbre de la puerta sonar y puse en pausa la estúpida película que estaba viendo. Una fan española me había enviado por twitter el nombre del film y como estaba irremediablemente aburrida y al parecer era una película bastante famosa, la puse en Netflix.

Me levanté del sillón dejando mi fuente con palomitas a un lado. Caminé hasta la puerta y abrí sin mirar.

Grave error.

Ahí estaba mi nuevo amigo Harry Styles, vistiendo lo mismo de siempre. Polera, jeans negros y botas. ¿Acaso no tenía más ropa?

— ¿Viniste a gritarme otra vez? —escupí.

—No —simplemente respondió.

Lucía arrepentido, cansado. Entonces me hice a un lado para que pasara. Mi yo interior estaba riendo malévolamente a causa de su patética cara. Supuse que el hecho de haberle regalado esa cámara tan costosa lo hizo arrepentirse, pero no creí que viniera hasta aquí solo para hablarme. Estaba esperando el momento justo en que Liam me dijera que podíamos utilizarlo a nuestro antojo. Sabía que Liam no lo había propuesto con la intención de vengarse, pero a mi me parecía una opción bastante justa.

Harry pasó y le hice un gesto con la mano para que me acompañara hasta el sillón.

—Quiero pedirte disculpas —musitó bajo y yo sonreí para mis adentros, triunfante—. Dije cosas que no debería haber dicho. Y sé que fue incorrecto, porque no te conozco y no debería haberte juzgado ni decir mierda de ti cuando sé lo mal que lo estás pasando.

—Está bien.

—No está bien Madison —me miró a lo ojos—. En serio, me faltan palabras para expresar cuanto me arrepiento y sobre todo por lo de tu familia.

—No sigas hablando —hablé duramente. Tenía que detenerlo antes de que yo misma rompiera en llanto. Aun estaba sensible por nuestra discusión anterior y no quería darle el placer de verme mal y destrozada otra vez.

El solo asintió y me tendió la mano.

— ¿Amigos?

—Amigos —confirmé apretándola, dejando atrás el episodio de  incomodidad de hacía unos segundos.

Tomó su horrenda mochila de detrás de su cuerpo y sacó lo que reconocí como la cámara que yo misma había comprado esa tarde. Se veía bien. 

— ¿Puedo? —preguntó y yo negué con la cabeza, tratando de contenerme para no golpearlo otra vez.

— ¿Estás loco? —pregunté incrédula. ¿Cómo podía ser tan idiota?—. ¿Para que la vendas o algo por el estilo?

—Te prometo que solo será para mi —rió—. Tu me la regalaste, mereces la primera foto.

—Pero ni siquiera estoy maquillada —dije preocupada—. Y estoy en pijamas.

—Creo que así estás perfecta —susurró y sentí el calor en mis mejillas. Me había sonrojado.

—Está bien. Pero si la veo en alguna parte no dudes que colgaré tus pelotas en un tribunal. 

Él movió unos cuantos botones y me apuntó con la cámara mientras yo sonreía. Segundos después escuche un click y me tendió la cámara para ver como había quedado la fotografía. Era una foto linda, pero se notaba que mis mejillas estaban rojas a causa del inesperado y vergonzoso comentario por parte de Harry hacía algunos minutos.