♠Cenicienta y los Cuatro Caballeros♦ 👉Editando 👈

† Capitulo 1 † El Encuentro †

— Primero deja de gritar que no estoy sordo —lo miro molesto y siguió observando a los demás sobrinos que observaban la escena en silencio — Es la mejor solución para los tres, deben de llevarse bien y tratar de vivir en paz, ya que solo tienen a sus madres y a mi claro está...—

— ¡Solo muerete! —dijo el ojos rubí saliendo de la habitación hecho una furia no sin antes mencionar en un susurro — Yo estoy solo... —

Todoroki Shouto quien había presenciado todo el drama se levanto de su asiento con la misma calma que presentaba en sus conciertos y otras circunstancias de la vida.

— Si me disculpas Aizawa me retiro, y con lo de tu idea, no estoy de acuerdo...— mencionó haciendo una reverencia y saliendo sin decir nada más.

Aizawa suspiro cansado, esos malditos mocosos le estaba sacando canas verdes y ya no sabía que mas hacer para que se llevaran bien. Hace un año le había hecho caso a su mano derecha Iida Tenya de meter a los tres jóvenes a vivir juntos y que aprendieran a convivir en Yuuei, pero para su desgracia el plan no había salido como esperaba.

La mansión era el lugar principal de los pleitos de los tres jóvenes los cuales se detestaban y se atacaban constantemente. Un problema que ya lo estaba sacando de sus casillas, principalmente por Bakugou Katsuki, su explosivo sobrino y el que tenia el carácter mas volátil de los tres.

Su mirada se poso en el último de los jóvenes, Aizawa Eijirou fue el primero en llegar a sus manos y aunque su madre era otro problema, el joven se había adaptado rápidamente a la vida en la mansión, el único problema era que su fama de casanova había aumentado, pero para su desgracia no era el único problema entre manos.

— ¿Crees que puedan intentar lo que les pedí...?—

Eijirou sonrió con esa característica sonrisa amigable, la que había logrado luego de sus pleitos con medio mundo y la cual mostraba a sus conocidos.

— Es casi imposible Aizawa, pero si ellos no lo intentan, yo tampoco lo haré — dijo tomándose el mentón pensando en lo que ocurría entre los tres — Asi que no pidas milagros "tío querido"—musito lo último con sarcasmo, se levanto diciendo un breve adiós con la mano mientras salía por la puerta a como si nada lo perturbara.

Aizawa suspiro cansado, recostó la cabeza en el mueble que parecía ser el único en entender su dolor y molestias, su negra mirada recorrió la repisa donde estaban las fotos de sus hermanos ya fallecidos.

Sintió pesar al saber que sus hijos no se llevaban bien, y menos que lo estuvieran intentando, poso su mirada en cada foto, aun entre ellos cuando jóvenes no tenían buenos lazos pero al fin y al cabo seguían siendo hermanos así que cuando los tres murieron consecutivamente fue un golpe bajo para su corazón.

— Ojala encontrara algo que los uniera, eso me ayudaría mucho y de paso descansaría mi alma de tanto estrés, a este paso yo seré el siguiente en morir...— musitó pesaroso.

La puerta se abrió de pronto dejando ver a su mano derecha y secretario lo cual lo saco de su monólogo, Tenya subió una ceja confuso por lo que el presidente estaba diciendo, sabiendo de inmediato al ver la sala vacía que se había llevado a cabo otra batalla entres los reconocidos primos.

— Presidente, ¿los jóvenes salieron? — preguntó acercándose mientras su mano derecha dejaba una carpeta en el escritorio para que fuese revisada.

Aizawa asintió, la única persona que lo apoyaba además de su esposa, era Iida y claro él conocía perfectamente la lealtad de esté para su trabajo, por lo que no dudaba en contarle los problemas que tenía con los tres jóvenes.

— Señor con todo el respeto, creo que debe encontrar algo que los una, no se... alguna persona que pueda entenderlos personalmente y de paso encontrar la manera de que se lleven mejor... —