⟮ las crónicas de alaska ryddle: libro 4 ⟯ siguientes libros disponibles en mi perfil.
Insatisfecha con lo que sabe de su pasado y deseosa de conocer más de él, Alaska se escapa del orfanato y se dirige hacia Little Hangleton, una villa muggle cuya...
Para Alaska Ryddle la experiencia con los cuatro dragones fue espectacular, observarlos desde una distancia tan corta no era algo que creyó que lograría experimentar a una edad tan temprana. Sin embargo a Cedric no le esperaría lo mismo. Fue aquello que la obligo a buscar a su amigo por todo el castillo.
Se encontró con Tim en uno de los pasillos de las mazmorras y le comentó que Cedric estaba en su sala común, ayudando a los de primer año con sus deberes. Pero el castaño no fue a buscar al mayor de inmediato, se quedó en la entrada de la sala común con Alaska, comentándole sobre el reciente hechizo que habia aprendido que hacía que una piña bailara encima de una mesa.
Cuando Cedric se encontró con Alaska estaba dispuesto a convencerla de que ya practicaron mucho por el día, creyendo que le pediría ir a la biblioteca. Y aunque quería descansar, ambos se dirigieron a aquel lugar luego de que su amiga le contara sobre su reciente descubrimiento —¿Dragones? —Había repetido el castaño, sin poder creer las palabras de Alaska.
Pasaron los siguientes días en la biblioteca investigando todo acerca de dragones, en específico las cuatro especies que Alaska vio, buscando hasta mas no poder hechizos, maldiciones o cualquier herramienta que les ayudara a burlar a un dragón. No fue una sorpresa encontrar poca información al respecto, alguien debía estar loco para enfrentarse a un dragón por su cuenta.
Alaska tenía una gran determinación para ayudar a su amigo con la primera prueba del Torneo, deseaba que saliera exitoso pero también necesitaba un descanso, y no dudó en asistir a la primera salida a Hogsmeade junto a Lukas que tenía fecha para el sábado antes de la primera prueba.
—¿Este lugarr está lleno de magos?
—Si, es uno de los pocos lugares donde no hay muggles.
Lukas asintió, al pasar por la biblioteca del pueblo se quedó mirando el escaparate, buscando algo que no menciono. La rubia observó su alrededor y la presencia de Rita Skeeter y su amigo fotógrafo, que acababan de salir de la taberna Las Tres Escobas, llamó su atención. Pasaron a unos metros cerca de ella, hablando en voz baja. Supuso que debían de estar alojados en el pueblo para presenciar la primera prueba y publicar un artículo al respecto.
—¿Qué tal si vamos a tomar una cerveza de mantequilla a Las Tres Escobas? —Le propuso Alaska, harta de soportar las miradas de los habitantes del lugar.
—¿Qué es eso?
—Una bebida caliente, no tiene alcohol pero es deliciosa. —Explicó la chica.
—Prefiero un Whiskey de fuego.
Se dirigieron a la taberna Las Tres Escobas, la cual estaba abarrotada de gente, en especial de alumnos de Hogwarts que disfrutaban de su tarde libre, pero también de una variedad de magos que difícilmente se veían en otro lugar. Lo relacionaron con el Torneo de los Tres Magos, Rita Skeeter no debía ser la única que quería estar presente en la primera prueba.
