Draco Busca Enamorarse

Sé que Vas a Odiarme

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Sé que Vas a Odiarme

Lloro hasta que de nuevo sus ojos se quedaron vacios y agotada sus ojos se vieron vencidos por el sueño, Sam se quedo dormida a su lado sin tampoco sentirlo.

Por la mañana las dos estaban en la misma cama, la rubia abrazando a Hermione como si fuera una niña pequeña, la castaña se levanto con cuidado moviendo el brazo que la rodeaba y  la dejo dormir un poco más, estaba agradecida con ella después de todo podría ser una antipática a la que nunca le había caído bien, solo Merlín sabia porque, pero a pesar de todo cuando perdiera la memoria se había demostrado amigable y un tanto más comprensiva.

Granger aun se sentía muy cansada y un dolor la atravesaba dificultándole respirar, pero tomo valor diciéndose que ella ya sabía que eso no terminaría bien y que tenía que aceptar las consecuencias de sus actos, al fin y al cabo ya no podía hacer nada más que intentar salir adelante y demostrarle a todo mundo que estaría bien.

Se adentro en el baño y tomo una larga ducha, cuando salió Sam no estaba probablemente había ido a utilizar el baño de abajo. Se arreglo con calma cepillando su cabello que previamente había secado con un hechizo, se maquillo perfectamente nada demasiado llamativo y se vistió.

Su baúl ya estaba arreglado, ese mismo día, todos regresaban a sus casas a pasar las vacaciones. Cuando salió de la habitación se topo con Alexander.

-Buen día. -Saludo el chico.

-Buen día. -Repitió la castaña

-Lista para las vacaciones.

La castaña sonrió con tristeza y solo asistió con un movimiento de cabeza, bajando la mirada.

-¿Estás bien? -Pregunto con preocupación tomando su mano para hacer que levantara la vista y lo viera.

-Que rápido me has cambiado. -Reclamo con voz fría Draco a sus espaldas al ver la manera cariñosa en que Alex tomaba la mano de la chica.

-No digas tonterías. -Dijo temblando la castaña.

-Solo digo lo que veo.

Indignada bajo las escaleras y salió de la torre de premios anuales, dejando a los dos muchachos.

-No es lo que piensas. -Intento decirle Alex al rubio.

-No me interesa. -Le interrumpió. -Ella  y yo ya no somos nada. -Dijo con frialdad pero en su voz se notaba la amargura.

Alexander no pudo ocultar su felicidad y se apresuro a alcanza a la Gryffindor.

Draco apretó sus puños con impotencia antes de golpear con el puño cerrado la puerta de madera frente a él. No resistía la idea de que Hermione lo cambiara por alguien más, pero no podía hacer nada.

A esas alturas Pansy ya le había contado a Samanta que convenció a sus padres que hicieran valido el contrato matrimonial que la unía con Draco.

-No se pueden negar, después de todo los Malfoy son prácticamente la realeza del mundo mágico, pero no tienen el dinero suficiente al menos por ahora para cancelar un contrato matrimonial como ese, mi padre desea el poder de su apellido y Narcisa el respaldo de mis padres. -Le había la morena a Sam.

Sam le habría felicitado por su inteligencia con cierto sarcasmo oculto en sus palabras que la morena ni siquiera había percibido la insulsa chica que se regodeaba diciendo que pronto seria la nueva señora Malfoy.

Hermione estaba en el gran comedor a lado de sus amigos, todos partirían después del desayuno. Intento comer un poco pero tenía el estomago cerrado de la tristeza, ni siquiera prestaba mucha atención a las platicas de sus amigos, que no había reparado mucho en su estado distraído.