Draco Busca Enamorarse

¿Ofrecida?

-33-

¿Ofrecida?

Navidad estaba a solo unos días y con esas fechas se acercaba más el termino del trato que tenían Draco y Hermione, el rubio no se había atrevido a contarla la verdad, tenía miedo de la reacción que tendría la Gryffindor al enterarse. Si bien la castaña ya le había confesado que lo quería, no deseaba echarlo a perder cuando esta supiera que todo se había dado a raíz de un trato, el cual estaba por llegar a término, no sin consecuencias.

El tiempo que habían pasado como novios había sido maravilloso, encontrando una faceta muy diferente a lo que hubiera esperado de Hermione, ese brillo especial en su mirada, esa afición por morderse el labio inferior con nerviosismo le resultaba irresistible, eran detalle quizás sin importancia, pero para el resultaba soberbio. Granger no era como las otras chicas, no era superficial o egoísta, por lo contrario podía ser incluso demasiado bondadosa y encontrar lo bueno incluso en alguien como él.

Habían tenido claras dificultades en las últimas semanas, Zabini se empeñaba en hacerlo rabiar cada que podía con la finalidad de hacer que se pelearan, pero Draco se movía con habilidad y procuraba a duras penas controlarse o al menos no descargar su molestia con la leona.

Pansy estaba inusualmente tranquila, pero cuando llegaba a encontrarse con ella en los pasillos le dedicaba una sonrisa desconcertante que le erizaba los bellos de la piel, sin duda algo tramaba.

-Eres demasiado inocente. -Le espeto de tal forma que lejos de parecer un alago era mas bien un insulto, y a si lo interpreto Alexander.

Molesto se le acerco para contestarle. -¿Qué esperas que haga?

-Que seas un hombre y hagas algo más que estar de brazos cruzados resignado a que no se da cuenta que existes. -Estaba claramente ofuscada con las mejillas arreboladas y  la respiración agitada. -Que tengas valor por luchar por ella si tanto la quieres y que dejes de ser el animal herido que se pasa en los rincones lamiendo sus heridas.

Esas palabras le habían herido sin duda al chico, la mueca de dolor se filtro por su rostro y siendo visible para Sam se sintió culpable al instante de decirlo, pero ya era demasiado tarde para retractarse, demasiado tarde para dar marcha atrás ante su juego y ella ya estaba completamente destrozada por dentro como para ser amable.

-¿Quieres entonces que sea como tú? -Pregunto señalándola de manera acusadora. -Que me pase el tiempo pegado a sus faldas, como tú lo haces con los pantalones de Malfoy. Yo tengo dignidad Samanta.

No sabía que le dolía más si las afirmaciones de su poca dignidad o que le llamara por su nombre completo con aquella frialdad.

-Pues diras lo que quieras, pero al menos yo lo intento.

-Sin mucho éxito he de decir. -Dijo burlos. Eran muchas las veces que le habia tocado ver la manera en que como una gatita Sam se acercaba a Malfoy y este de manera fría la alejaba dejándola con un palmo de narices.

Eso le molestaba profundamente no solo porque Malfoy estaba con la mujer de la que estaba enamorado, si no porque Sam estaba empecinada en ganarse sus afectos. Incluso Granger que no eras demasiado observadora en esos menesteres sentimentales había aprendido a mantener la distancia con la rubia que aparentaba bastante bien ser medianamente su amiga.

Le hacía sentir enfermo esa dedicación que profería a Malfoy cuando estaba presente, la manera en que lo veía le irritaba y molestaba a partes iguales. Pero quizás lo que le hacía perder el control había sido la confesión que le hiciera su amiga semanas antes, ella decía estar enamorada de Draco y le había sentenciado que lucharía por su afecto, pidiendo su ayuda para separarlos. Claro que el se había negado, era demasiado inocente como le había llamado momentos antes, demasiado ingenuo y pacifico para luchar por su afecto.