Podía leer la expresión de ese rostro de piel bronceada como si se tratara de un libro, la conocía bastante bien después de tantos años de ser objeto de sus insultos y sus malos tratos, y viendo la decisión en esa mirada dio un paso hacia atrás con cautela. Estúpidamente no llevaba su varita y estaba a merced de esa chica.

Hermione mantenía su varita en alto, sosteniéndola con firmeza y dio un paso hacia el hurón con determinación, clavando su mirada en esos orbes grises. Tenía el cuerpo tenso, su mano libre hecha un puño estaba tan apretaba que incluso estaba clavando las uñas en su palma.

Draco esperaba que de un momento a otro le lanzara un par de hechizos, se reprendió mentalmente por su estupidez al enfrentarla sin prevenir que la leona no se dejaría amedrentar. Pero no mostro su temor, el rubio era demasiado orgulloso para que su rostro mostrara algo que no fuera esa imperturbable frialdad.

Pero algo no cuadraba en todo eso, podía notar los ojos hinchados y enrojecidos de  la leona ¿Había llorado? ¿Por qué? Se pregunto con curiosidad eso no era común, generalmente Granger podía gritar mucho y hablar con sus frases rimbombantes, incluso insultar, pero llorar no, ella no solía mostrarse afectada de esa manera, ella siempre era firme, ¿Pero entonces porque había llorado?

Sus ojos brillaban de una manera diferente al tenerlo frente a ella, a su merced, si así lo quisiera terminaría completamente apabullado, la Gryffindor era por demás capaz, tenia los conocimientos y la magia suficiente para hacer con él lo que quisiera, y aun así se mantenía con una frialdad impropia de ella solo mirándole con odio.

-Solo te lo voy a decir una vez, te advierto que no voy a permitirte que trates como lo hiciste, no soy como tus amiguitas  y si necesitas descargar con alguien tus hormonas ve y busca a la facililla de Parkinson que estará encantada de bajarte la calentura.

-Esta celosa. -Levanto una ceja el rubio solo para hacerla enojar más.

-¿Celosa? Por favor no me hagas reír a mi no me importa con cuantas tipas te revuelques, solo no voy a permitir que trates de utilizarme de esa manera.

-Lo que pasa es que me tiene miedo.

-¿Miedo?  Creo que te demostré muy bien que se me defender muy bien. No te tengo miedo.

-Claro que tienes miedo, te aseguro que nadie te a besado como lo he hecho hoy, y mira que me he aguantado el asco.

Esas palabras hirieron profundamente a Hermione, pero no se lo iba a demostrar, no le daría el gusto de ver como la destrozaba con esa declaración.

-Así que te doy asco. -Pronuncio en un extraño tono de amenaza. -Hace rato no lo parecía.

-Eres una impura, no puedo más que sentir asco por tu persona.  

Hermione enterró la punta de su varita en el cuello del muchacho que dando un paso hacia atrás de había acercado a las escaleras y había bajado ya un escalón quedando así a la altura de la leona.

Sin apartar su varita del cetrino cuello del rubio lo tomo por el cuello con la otra mano y lo atrajo con hacia ella con brusquedad.

Se aferro de nuevo a esos fríos labios, como antes lo había hecho el y lo beso con ímpetu, pegándose a su cuerpo y de manera automática Draco había aferrado sus brazos a esa cintura diminuta.  Cuando lo sintió rendido ante su beso, subió su mano hasta enredarla entre los cabellos platinados y entreabriendo sus labios le dio acceso libre a su boca.

Granger aun sostenía su varita en la mano con fuerza pero ya no la tenía apuntando a ese cuello pálido, ahora solo la tenia aferrada en su mano tras la nuca del muchacho. El rubio le permitió hacer lo que quisiera con él, había perdido la noción de las cosas con un solo beso de esos carnosos labios.

Draco Busca EnamorarseWhere stories live. Discover now