Tres Vueltas De Arena

17.- El nuevo aprendiz

Severus Snape no estaba muy feliz de tener que ir a cenar con los Weasley. No es que no le agradaran, Molly y Arthur eran gente muy agradable, Arthur era un buen compañero de trabajo y raramente le daba problemas, incluso McGonagall había pensado en darle la jefatura de Gryffindor. Molly Weasley era harina de otro costal, era ruidosa, demasiado maternal y furiosa para defender sus ideales, pero en general siempre tenía las mejores intenciones.

Su preocupación en realidad tenía que ver con los hijos, Harry era amigo de todos ellos y sabía lo unidos y "viciosos" que podían ser los Weasley cuando se trataba de proteger a uno de los suyos. Prueba de ello era Draco, incluso cuando se cambió de escuela a Durmstrang, la larga mano de la justicia "Weasley" lo alcanzó en la forma de una furiosa hermana de Viktor Krum, Ilija. La chica era tan malvada (o quizás más) como los gemelos.

Durmstrang jamás había visto una exhibición más "desagradable" de maleficios "afeantes" en una persona, tan horribles que el director Karkarov no sabía si premiar o castigar a la hermana menor de su estudiante favorito.

Severus temía por su integridad física en esa casa.

Pero era un temor infundado y Harry supo que su amado estaba nervioso porque cuando vio a los Weasley (casi todo el clan, exceptuando a Ron) y que estos se veían "amables", dejó salir un suspiro de alivio, Harry tomó la mano de su amado y le dio un ligero apretón dándole ánimos.

—Harry, Severus, bienvenidos, pasen, pasen—Arthur Weasley los hizo pasar a su comedor.

Gracias a su trabajo como profesor en Hogwarts y a los trabajos de Bill, Charlie, Percy y el creciente negocio de los gemelos que enviaban montones de galeones, la madriguera era muy diferente ahora. Arthur había estado ocupando el dinero extra en mejorar la casa y aunque conservaba ese aire de campo y la estructura imposible, definitivamente la madriguera estaba mejor que nunca. Y con el plus de que Ron Weasley se había ido de la casa. Estaba viviendo por su cuenta en un pequeño departamento en Essex.

La cena resultó en solo una oferta de trabajo... para Harry. Hagrid estaba buscando un ayudante para las "pequeñas criaturas" ya que por fin había obtenido el permiso del ministerio para enseñar dragones en Hogwarts, Charlie Weasley estaría dándole un curso sobre crianza y manejo de dragones además de buscarle las especies ideales para mostrar y el diseño de los corrales. Solo empezarían con un par de los "fáciles" y desde ahí verían cómo funcionaban las clases.

Eso dejaba poco tiempo para la enseñanza de criaturas pequeñas como los Escarbatos, Bowtruckles, Gusarajos, etcétera. Ahí es donde entraba Harry. Según Hagrid, de todos sus estudiantes, solo había dos que habían mostrado un excelente manejo en Cuidado de Criaturas Mágicas, Luna Lovegood y Harry Potter, Luna aún estaba estudiando además de que la chica perseguía una carrera en periodismo y quizás más adelante como investigador de nuevas especies.

Harry en cambio, aún no había solicitado ningún puesto en ningún lado y Hagrid le pidió a Arthur como favor, si podía extenderle la invitación a Harry para ser aprendiz por un año mientras él tomaba el curso con Charlie Weasley, ya que él estaba en esos momentos con su esposa en Francia.

—No sé qué decir señor Weasley—.

—Piénsalo Harry, sería un buen trabajo, además de que es temporal. Si no te gusta tratar con animales, siempre puedes denegarte a renovar el contrato el año siguiente—.

—Yo... lo pensaré. Gracias señor Weasley—.

—De nada Harry. Severus, ¿Cómo está todo en casa? —.

—Bien Arthur, mi madre y mis tías están bien, te envían saludos—.

—Me alegro, me alegro—.