Tres Vueltas De Arena

04.- La verdad sobre Tobías

Harry pensó que lo primero que debía hacer era parar la golpiza. Así que buscó su varita... y recordó que ahora estaba en otro punto del tiempo y no tenía su varita. Ni modo, habría que hacerlo sin ella. Concentró parte de su magia y lanzó un Imperius al bruto que Severus tenía por padre, y le ordenó irse a dormir y luego evitar a su mujer e hijo por ese día.

La orden llegó al cerebro de Tobías Snape y paró de golpear a la madre de Severus y subió al piso de arriba y luego de instantes se oyó un sonoro ronquido. Eileen respiro tranquila y un asustado Severus salió de debajo de la mesa y corrió a refugiarse en los brazos de su madre.

Harry sintió un poco de envidia y lástima por esa escena, sentía lástima porque a pesar de que Harry tuvo una infancia desgraciada con los Dursley, ellos solo eran sus parientes, a Severus lo golpeaba su propio padre. Y sentía envidia porque al menos el creció con su madre al lado, al menos tuvo ese consuelo.

Harry dejó a la familia Snape y se fue a buscar refugio. No tardó en encontrarlo, había varias casas vacías en la calle de la Hilandera. Simplemente se metió en una y la modifico un poco, al menos había una cama medio usable, y con un simple Reparo quedó lista. Harry se durmió unas horas y luego de eso, empezó a hacer un plan de que debía hacer primero para ayudar a Severus.

Lo primero era conseguir dinero y algo de comer, luego debía investigar a Tobías y ver sus motivaciones. Algo que aprendió de los Ryddle es que todo mundo tenía algo que quería, algo que lo podía hacer tolerar cosas que de otra forma no lo haría. Los Ryddle amaban el dinero y el poder, así que convirtió a Merope en la perfecta dama de sociedad, además de darle un nombre en el mundo mágico, por si Tom Ryddle padre no deseaba enlazarse a Merope, Merope podría elegir otro esposo con facilidad en el mundo mágico. Al final no hubo necesidad, Tom Harry Ryddle (En su línea de tiempo, Tom Marvolo Ryddle) había llegado al mundo en un hogar. Uno constituido por un arreglo, pero hogar.

Draco y sus padres eran el ejemplo de que incluso los matrimonios arreglados podían ser felices.

Pero no estaba seguro de cómo proceder con los Snape, por lo poco que había visto, Tobías era un bruto, borracho y violento hombre que no respetaba a su esposa e hijo. Empezaba a entender por qué Snape había sido así. Incluso Vernon procuraba golpearlo menos de lo que Tobías había hecho con su esposa.

Harry dejo sus cavilaciones cuando llegó a una casa que se veía medianamente mejor que las demás y parecía estar vacía, pero se veía que estaba habitada, entro y hurto un par de viandas, y algo de café que al parecer había quedado. Salió de la casa y al seguir caminando vio un parque que por la hora de la mañana estaba vacío. Comió lo que había hurtado y ya descansado y con el estómago lleno, empezó a trazar sus siguientes acciones.

Lo primero era el callejón Diagon, había dejado una última instrucción en Gringotts antes de que la arena se acabará y debía haber una cámara a nombre de "Harry Williams", Harry esperaba que con la larga vida de los duendes al menos uno de los que lo atendieron en esos años, quedará vivo para recordarlo, eso esperaba o tendría problemas para obtener dinero.

Dado que sus ropas estaban sucias al igual que su cara y brazos, Harry tenía la apariencia de un vagabundo y decidió explotar eso. Busco una esquina que se viera "prometedora" y puso su mejor cara de "soy un pobre vagabundo hambriento" y espero a que las "buenas gentes" despertaran y empezarán sus actividades. Luego de algunas horas, había logrado juntar unas 20 libras entre las "donaciones". Utilizo unas cuantas libras para llegar a Londres además de hacer autostop y caminó hasta el caldero chorreante.

Cruzo hasta la pared de la parte de atrás del bar y luego de golpear los ladrillos, libero un poco de magia y la pared se abrió como recordaba. En menos de 10 minutos ya estaba en Gringotts y empezó a pedir hablar con un duende de una lista que empezó a anunciar. Afortunadamente para Harry, aún vivía uno de aquellos duendes y cuando llegó ante él, este le sonrió con todos sus dientes, alabando lo "bien conservado" que estaba.