Capítulo 27

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Capítulo 27 

Entre algunas enfermeras intentaron tranquilizarla, pero ella no dejaba de pensar en la muerte de Jimin, de su cabeza no salía la idea de que, si su bebé nacía antes de lo previsto, moriría, no quería que su pequeño rayito de luz la dejara al igual como la dejó Jimin.

—Cálmese, todo estará bien, su hijo depende de usted

No podían aplicarle tranquilizantes, dado que estaba embarazada, podía ser algo perjudicial para el pequeño.

—¡No quiero que nazca, morirá! —Decía una y otra vez, si ella no ayudaba en esto, definitivamente el pequeño moriría.

—No morirá —dijo el doctor. —El bebé ya está desarrollado completamente, todo estará bien, si usted no ayuda, si morirá.

—Señora, ayude a su hijo —dijo una de las enfermeras. —Todo depende de usted.

_____ Tenía la vista nublada de tanto llorar, en aquel instante no sabía qué hacer, tenía mucho miedo.

—Usted puede, ayude a su hijo a nacer.

El dolor en su corazón era muy grande, pero algo dentro de ella la hizo reaccionar, siguió todo lo que le dijo el doctor y comenzó a pujar, el dolor era horrible, algo jamás antes sentido, ni siquiera le habían puesto la epidural, no había tiempo, además ella estaba muy mal, no le haría efecto.

—Muy bien, tranquila.

—¡Me duele mucho! —gritó a medida que apretaba fuertemente las barandillas de la camilla en la cual estaba. —¡No lo soporto!

—Todo pasará pronto, respire hondo, y relájese.

Hizo lo que le decían, pero el dolor era demasiado, había escuchado que tener un hijo era doloroso, pero jamás imaginó que fuera a tal extremo.

—Puje nuevamente.

Obedeció y sintió como si era partida en dos, su hijo estaba naciendo, muy pronto lo conocería.

—Muy bien, descanse. —dijo el doctor. —Respire como le dije anteriormente.

El bebé tenia la mitad de su cuerpecito afuera, ya no quedaba nada.

—Puje nuevamente

Solo una vez más faltó y el bebé nació, de inmediato se lo pusieron en su pecho, su pequeño lloraba fuertemente. Estaba increíblemente feliz por tener a su pequeño junto a ella, pero estaba muy triste por haber perdido a Jimin, cada cumpleaños de su hijo sería un aniversario de la muerte de Jimin.

—Jimin me dejó lo más hermoso de este mundo.

Besó a su pequeño en la cabecita, a los pocos minutos las enfermeras se lo tuvieron que llevar para comprobar que todo estuviera bien, mientras tanto, a ella terminaron de revisarla, la limpiaron y posteriormente la pasaron a una habitación.

Ya había pasado 4 horas de la muerte de Jimin y 3 horas del nacimiento de su pequeño, ahora estaba con su hijo, por fortuna todo había salido bien, pero estaba muy triste, ahora estaba sola junto a su hijo, quería darse ánimos, pero simplemente no podía. Las lagrimas caían sin control, sentía como si el aire le faltara, ya no quería sentir aquello.

—Tú serás mi fortaleza —dijo mirando a su pequeño.

Una hora más transcurrió y una enfermera fue para llevarse al bebé, una vez más ______ se encontraba sola. Cubrió su rostro con ambas manos y comenzó a llorar otra vez por Jimin, no quería que él muriera, realmente no lo quería, lo amaba profundamente, todo entre ellos había sido tan hermoso, no era justo todo lo que pasaba en ese instante, ni siquiera pudo decirle que lo perdonaba, ni siquiera pudo conocer a su pequeño.

Dos días ya habían transcurrido, recién mañana darían de alta a ______, nadie la había ido a ver en ese tiempo, ni siquiera Suho ¿Qué había sucedido con él? Supuso que tal vez se encargó del funeral y del entierro de Jimin.

—Que hermoso eres mi pequeño —Dijo con una sonrisa melancólica. —Tu papá debe estar muy orgulloso de ti.

El dolor seguía latente, estos dos días no había dejado de llorar pese a que tenía a su hijo a su lado, extrañaba enormemente a su esposo, como deseaba que él estuviera vivo, como deseaba que el apareciera en ese instante, pero aquello no iba a suceder.

Terminó de amamantar a su hijo y a los pocos minutos recibió una visita, se trataba de Suho.

—Suho, no te esperaba.

—Hola _____ ¿Cómo estás?, lo siento por no haber venido antes, cuando nació tu hijo, no me permitieron visitarte porque debías descansar y al día siguiente se me hizo imposible por un problema en la empresa.

—No te preocupes, entiendo aquello. —Dijo sonriendo, o al menos en su intento de sonrisa, le costaba mucho fingir que se encontraba bien.

—______, Jimin está bien en este momento —_____ asintió, sabía que el amor de su vida ahora estaba bien, estaba descansando.

—Lo sé, Suho —dijo mientras sus ojos volvían a cristalizarse. —Tiene que estar bien, ¿hiciste todo para el entierro? —preguntó.

—Jimin no está muerto, ______, él está vivo, pero lamentablemente no ha despertado.

Todo el ser de _____ se llenó de una alegría increíble, su esposo, el amor de su vida no estaba muerto.

—Pero... ¿Cómo? Yo lo vi, esa maquina indicaba que falleció.

—Luego de que las enfermeras te llevaran, le rogué al doctor que intentara reanimarlo una vez más, creo que fue un milagro que él haya vuelto

—¿Por qué no me avisaste antes? No te imaginas todo lo que he sufrido —le recriminó.

—Te lo juro que no fue mi intención, lamentablemente no pude venir antes, de verdad lo siento mucho.

—Quiero verlo ahora mismo.

—Estamos muy lejos de donde está él

—Por favor, estamos en el mismo hospital ¿O lo trasladaron a otro hospital?

—No, está aquí mismo, pero está en otra área, no sé si te autoricen a que vayas.

—No me importa si me autorizan o no, quiero ver a Jimin en este instante, Suho.

Se cambió de ropa, ropa que le había llevado una de las enfermeras. Tomó a su bebé en brazos y se fue con Suho, si la descubrían, lo más probable era que la regresaran a la habitación.

Con precaución salieron de aquella área, tuvieron que salir del edificio en el cual estaban y fueron al contiguo que era donde se encontraba Jimin. Se escabulleron entre las entradas hasta llegar a la habitación en la cual se encontraba Jimin, Suho se quedó fuera de esta, _____ necesitaba privacidad en aquel instante.

Lo vio nuevamente y no pudo evitar que lagrimas de felicidad invadieran su rostro, su esposo estaba vivo, aunque claro, seguía en estado critico, pero había esperanzas.

—Mi amor, Jimin... —Se acercó a la camilla en la cual él se encontraba, tocó una de sus manos, y mordió su labio inferior para no llorar más. —Estás vivo, mi amor.

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Esta semana terminaré este fic. 

[TERMINADO] NO ES MI HIJODonde viven las historias. Descúbrelo ahora