Extra 3 (lemon)

1.2K 79 9
                                    

Sus jadeos eran tan eróticos, mientras más lo oías jadear más ganas te daban de seguir con lo que hacías. Veías que echaba la cabeza hacía atrás apoyando las dos manos sobre la cama y cada tanto volvía su vista hacía ti, entonces simplemente levantabas los ojos poniendo una mueca inocente que lo hacía volver a apartar la vista.
Sentías su miembro cada vez más duro y grande dentro de tu boca y solo te dedicabas a llenarlo de saliva sin frenar el movimiento de arriba a abajo que hacías con la cabeza, ambas piernas a los lados del cuerpo y las manos acomodadas sobre sus muslos de forma delicada.
Su mano esta vez fue directo a tu cabeza y agarró un par de tus mechones marcándote un ritmo más rápido y algo más brusco, pero no pusiste resistencia alguna, cerraste los ojos y apretaste un poco más los labios alrededor de su pene sintiendo como empujaba tu cabeza más contra sus caderas al tiempo que soltaba un gruñido de placer más alto mezclado con un jadeo. El sabor salado y algo empalagoso del semen te llego en ese instante y no dudaste en tragarlo con rapidez sin dejar de lamer (con la intención de darle un orgasmo más placentero) antes de apartarte recuperando un poco el aliento.

  — Sabes delicioso cariño~ —dijiste de forma coqueta levantándote del piso y relamiendote.

Viste su cara ponerse roja y reíste divertido yendo al baño por un poco de agua para acabar de pasar el sabor salado antes de volver con él.
Se miraron unos segundos a los ojos y no pudiste aguantar el abrazarte a él para besarlo de manera apasionada rodeando juguetonamente su nuca y jugueteando con sus cabellos. Esta vez lo derribaste en la cama sin separar el beso y aún a su lado, sin soltar el abrazo que tan cerca de él te mantenía, diste una suave mordida a su labio inferior antes de susurrar:

  — Quiero intentarlo Nico —dijiste mirando directo a sus iris oscuros—, estoy listo para probar contigo ¿Por favor?

  — ¿E-estas seguro? —preguntó un poco sorprendido.

  — Totalmente seguro —dijiste con una pequeña sonrisa de tranquilidad.

Notaste que él se ponía un poco inseguro y simplemente dejaste un pequeño beso en sus labios volviendo a verlo a esos hermosos ojos oscuros.

  — Tranquilo, es mi primera vez también, voy a guiarte.

Se separaron despacio y ya que eras el menos vergonzoso de los dos te quitaste la remera del campamento dejándolo a un lado en su cama y luego de eso los jeans bajo su atenta mirada, se sentía extraño que te viera desnudarte, pero no era desagradable; Te deshiciste finalmente la ropa interior y también la dejaste a un lado recostándote en su cama sin verlo directamente, sentías la sangre en tu cara y aún así separaste las piernas un poco mirando que él también se quitaba la remera y los jeans... Agradeciste a Hades por tener un hijo tan guapo que se estaba desnudando frente a ti hasta quedar solo con unos boxers grises.
Relajaste el cuerpo para facilitarle lo que debía hacer, viendo como lamia un par de sus dedos separaste las piernas un poco más tomando de antemano la sabana de su cama, y siguiendo tus indicaciones él comenzó a meter delicadamente uno de sus dedos en ti.

Como doler si que dolía y no pudiste evitar quejarte un poco e involuntariamente contraerte, pero él no forzó nada, te tomo la mano y volviste a relajar el cuerpo hasta que su indice entró en ti.

  — ¿Estas bien? —preguntó preocupado.

— Tra-tranquilo, estoy bien —prometiste dando un suave apretón a su mano. 

Nico asintió y de forma suave empezó a mover poco a poco su dedo con lentitud dentro de ti sacándote pequeños quejidos que no tardaron en volverse solo suspiros. Espero a que le dijeras que podía agregar uno más para hacerlo, y de nuevo esa dolorosa sensación.
Siguió moviendo sus dedos lentamente atento a tus reacciones y separando cada tanto los dedos para poder dilatarte un poco mientras gemías apretando la sabana y su mano entrelazada con la tuya por igual. Pasados unos cuantos minutos en los que lograste acostumbrarte agrego un último dedo haciéndolos entrar y salir o separarse cada tanto sacandote más jadeos.

No podías estarte quieto, echabas la cabeza hacía atrás sin soltarle la mano o revolvías un poco el cuerpo entre gemidos de placer sintiendo que tu miembro ya estaba duro. Lo dejaste juguetear un rato más hasta que sentiste que tu cuerpo se había acostumbrado a la excitante intromisión de sus dedos.

  — E-estoy listo —dijiste agitado mientras lo mirabas.

Asintió y aún rojo de vergüenza se quito los boxers dejándolos junto con el resto de su ropa y la tuya dejando ver absolutamente todo de él, y sin dudas se veía increíble.
Él trago saliva (aunque fueras tú el que iba a recibirlo) y te levantaste para darle una rápida mamada buscando dejar su erecto miembro lubricado antes de volver a recostarte de nuevo.

  — Seré cuidadoso —dijo nervioso como tú colocándose entre tus piernas.

Asentiste y tomaste de nuevo su mano para darte calma. Mantuviste el cuerpo relajado y respiraste lento sintiendo como entraba poco a poco la punta de su miembro.

  — Duele más de lo que esperaba —pensaste apretado su mano. 

Pero no hubo prisas. Di Angelo te beso para relajarte de nuevo y espero pacientemente hasta que tuvieras listo para hacer entrar poco a poco su miembro en ti hasta que lo hubo metido por completo soltando unos cuantos suspiros de gusto.
Estaba inmóvil dentro de tu cuerpo, pero aún así parecía agradarle la sensación que recibía.

Te abrazaste de su cuello pegando su cuerpo al tuyo, a pesar de que siempre tenía la piel fresca esta vez se sentía caliente, y era un calor agradable.
Una vez que te acostumbraste por completo le avistaste que podía moverse, y él, de forma suave como si le diese miedo dañarte, empezó un vaivén lento y delicado soltando unos cuantos suspiros. Te mordiste el labio acomodando el rostro contra su hombro mientras tu ano se dilataba de a poco. Y una vez que estuviste mucho más "abierto" a él, empezó a aumentar el ritmo (y a la par casi la fuerza) sin prisa alguna haciendo que sueltes gemidos de placer.

En unos cuantos minutos en la cabaña de Hades solo se escuchaban las respiraciones agitadas de ambos entremezcladas con sus jadeos de placer al moverse dentro de ti y tus gemidos mientras lo abrazabas con fuerza (sin superar lo humanamente normal claro) apretando un poco su espalda con las uñas volviendo a besarlo. Tu saliva y la de él mezclándose era tan excitante, el calor de su cuerpo se sentía agradable estando pegado al tuyo logrando que ambos transpiraran.

Notaste que dejaba de moverse echando su cuerpo más contra el tuyo, apoyando la frente en la almohada y en nada sentiste como se corría abrazándote fuerte. No tardaste en venirte también manchandoles el torso soltando un gemido con la cabeza echada hacía atrás y agarrándote de su espalda.

Se salió lentamente de adentro tuyo y después de un pequeño beso amoroso se recostó a tu lado a descansar un poco tirando del acolchado para sacarlo de su sitio y taparlos a ambos con la mitad que quedaba abrazándote, y no dudaste en acomodarte contra él respirando ya con un ritmo más calmado. Unos cuantos te amo y después de turnarse para usar su ducha, cambiar el acolchado sucio y volver a ponerte la ropa interior y una de sus remeras durmiendo juntos en su cama. Al menos hasta que les tocó despertarse, entonces te dejo en tu cabaña con un viaje en sombras y se volvió a la suya como si no hubieran pasado toda la noche juntos y diviertiendose.

Me gustas di Angelo (Nico y tú - BL) [TERMINADO]Where stories live. Discover now