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Genial, hace dos años que entraste a la escuela, uno que sales con la chica más preciosa, ruda y genial que puede existir y... un día y medio que rompiste con ella. Definitivamente todo va viento en popa.

Justo cuando piensas que no puedes detestar nada más que los lunes llegan los odiosos martes. Mágicamente toda la escuela se entero que rompiste con tu novia, tal vez ayudaste un poco a esparcir la noticia cabreandote y armandole un escándalo antes de mandarla al mismo lugar del que nació; aunque estas en tu derecho, de un año que estuvieron juntos al menos por tres meses ella te engaño con un chica y ahora, el odiosos martes después de la ruptura tendrás que ver a esa zorra y  todos los matoncitos idiotas que se dediquen a hacer comentarios burlescos al respecto... Y no seria tan malo si no fuera por un pequeño detallecito casi insignificante que hace resaltar por encima del resto... Tú ropa.

 . . .

Apenas entrar y lo primero que ves es a tu ex besándose con la otra, así que ya tienes aclarado que tu día sera una mierda. Por mero orgullo y para intentar demostrarle a todos y a ti que ella no era la gran cosa, la ignoras como si nada y sigues de largo buscando tu salón. Después de haber pasado gran parte de la noche deprimido y el resto de la misma mentalizandote de que ella no valía nada en lo absoluto, que solo sentías atracción por su físico y su apariencia de chica mala que contrastaba mucho con la tuya ya no te sentías mal como para llorar o deprimido, y lo bueno es que tu dignidad quedo intacta por el momento... Lo malo sería sin duda alguna el resto de la escuela.
Los idiotas que comentaban sobre que tu falda debería ser más corta aún y dejar mucho más a la vista fue molesto, pero contra todo pronostico los dejaste pasar; luego los comentarios estúpidos del típico profesor que para dárselas de genial con el resto del curso te toma como blanco para bromas y comentarios por ser el único chico con ropa femenina, pero aún así cerraste la boca apretando los puños para no reventarle la cara y armarte de un buen escándalo,¿Lo mejor que podías hacer en esos casos? Solo ignorarlo y ya. 

Pero justo cuando piensas que el día no puede ser más mierda de lo que y es de por si (nota mental, dejar de desafiar al mundo) todo empeora otro poco.

La clase de gimnasia no es mala, de hecho te resulta agradable; descargar energías, refuerzas tu flexibilidad y todo lo demás. Pero lo malo fue en el descanso de la clase. Como solía pasar el profesor les dejo unos cinco minutos de descanso para poder tomar agua y demás mientras iba a buscar las pelotas y equipo que se había dejado dentro, cuando fue que el idiota rubio de cara bonita soltó la primera burla:

  — ¿Así que te dejo tu novia no? —dijo soltando una pequeña risita que indicaba problemas— Bueno, de seguro quería estar con una chica de verdad, porque obviamente no se pude decir que eres chica y menos hombre.

Las risas del resto sonaron a tu alrededor.

  — Pues al menos yo si tuve una novia idiota —dices en tono algo molesto pero esperando que cerrara la boca, pero claro, sabes que es imposible que algo así pase.

 — ¿¡Qué dijiste puto enano marica!? —dijo furioso tomándote del cuello de la remera blanca con brusquedad al punto de separar por un poco tus pies del piso.

En cualquier otro caso lo hubieras mirado intimidado si, pero ahora estabas enojado en serio, al punto de hacer algo que no harías. Tú cuerpo reacciono solo y de golpe estabas de nuevo con los pies en el piso y Tomas estaba poniéndose la mano en la cara a un par de pasos de ti hecho una furia; y ocurrió lo obvio, el rubio cargo contra ti.
Para cuando quisiste darte cuenta y poder huir  fue imposible, todos los demás chicos de las clase los habían rodeado en un circulo de personas sin dejarles escape a ninguno; más bien sin dejarte escape alguno a ti. Era demasiado predecible que de ahí no ibas a salir ileso y cualquiera disfruta viendo una pelea... Incluso una tan injusta como esa.

Bien, lo malo es que ya no estabas acostumbrado a pelear, le habías perdido el ritmo bastante, tu físico pequeño y delgado de unos sesenta kilos más o menos no iba a poder hacer mucho contra unos noventa kg de varios centímetros más de altura; pero lo bueno es-... es... ¿A quien engañas chico? No tienes una mierda a favor.
Por mero orgullo y por no tener alternativas aceptaste el reto de quedarte en el circulo y de milagro pudiste esquivar el primer puñetazo limpio que te tiro, y con otro poco más de suerte fuiste capaz de acertarle uno tú. En ese momento paso algo curioso, una descarga placentera te recorrió desde la punta de los dedos por las brazos hasta el cuerpo, algo agradable, casi excitante; y a pesar de que tu rival te asustaba recurriste a tu mejor carta : no pienses y solo actúa.

Para la enorme sorpresa de todos los varones tú de pronto pudiste adaptar tu agilidad al ritmo de los golpes que soltaba el matoncito y eras capaz de devolverlos con una rapidez admirable acompañados de satisfactorias corrientes por el cuerpo; todo sin pensar, solo dejando a tu instinto actuar mientras descargabas tu enojo. Un golpe por las zorras, otro por los que hablan de ti, otro por los maestros molestos, otro por los idiotas que te molestan.

Nadie entendía cómo, pero en poco golpeabas con una fuerza que nadie con tu físico podía tener, incluso habías derrotado de forma humillante a dos tarados que se metieron a ayudar a Tomas; la verdad es que no tenía caso ya que intentaran seguirte la pelea. Estabas sentado encima del pecho de tu oponente pegando fuerte y violentamente una y otra vez; primero la izquierda, luego la derecha, la izquierda, derecha, izquierda, derecha... Olvidando totalmente que tenías el labio inferior partido o cualquier otro golpe, simplemente con un sonrisa sin frenar los puñetazos.

Me gustas di Angelo (Nico y tú - BL) [TERMINADO]Where stories live. Discover now