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Luego de un par de días Solace declaro por fin que estabas libre y mejorado (aunque te aconsejo visitar la enfermería luego de cada entrenamiento con Clarisse, solo por las dudas) y decidiste aceptar la invitación de di Angelo para jugar con él un captura la bandera y aliarse junto con la cabaña de Ares y Atenea entre otras.

Esa tarde viendo que hacía un calor infernal  y tu entrenamiento con Clarisse ya había acabado te diste una buena ducha refrescante y con un par de shorts y una remera del campamento te dirigiste a la cabaña de Hades y tocaste un par de veces antes de pasar.

  — Ahh~ ahora entiendo porque no quieres salir nunca de aquí, parece que tuvieras un aire acondicionado —dijiste acercándote al único habitante de la cabaña que estaba sentado sobre el piso con la espada contra la cama con algunas cartas al parecer— ¿A que juegas?   

  — Hola Yakov —dijo él sin despegar la vista de sus cartas—, organizo mis cartas de Mitomagia.

 — Tienes una gran colección —dices algo asombrado sentándote a su lado con una pequeña sonrisa y besando su mejilla como saludo, gesto que parece ruborizarlo.

  — G-gracias —tartamudea fingiendo que no le importa, pero aún así acaba con sus cartas luego de unos minutos y te mira con una pequeña sonrisa en los labios.

Lo ves levantarse un momento para guardar sus ordenadas cartas dentro de un pequeño mueble y luego de eso vuelve a tu lado acomodándose en el suelo.

  — ¿Listo para el captura la bandera de esta noche? —pregunta finalmente sin encontrar un mejor tema de conversación.

— Mi primer captura la bandera, estoy algo nervioso —dices divertido mientras suspiras—, aunque hay algo que podría ayudarme tal vez.

  — ¿Qué cosa? —pregunta girándose curioso a verte.

  — Un bacio (un beso)—dices de forma juguetona mientras lo miras ponerse rojo, pero antes de que se acerque más a tu mejilla lo frenas negando—, ma uno qui, per favore Nico? (pero uno aquí, ¿Por favor Nico?).

Señalas de forma tierna tus labios y das un par de golpes en los mismos antes de verlo acercándote un poco a su rostro. Ves su acara ponerse un poco más roja que antes y sientes más ganas aún de besarlo.

  — Non ho mai baciato prima (nunca antes di un beso) —confeso mirando hacía un lado.

La ternura te pudo y te mordiste levemente el labio con una pequeña sonrisa antes de tomar su mano y con con uno de tus dedos giraste de forma dulce su rostro hacía ti.

  — Posso insegnarti se vuoi (Puedo enseñarte si quieres) —dijiste de forma suave mientras lo mirabas a los ojos.

No querías presionarlo realmente, sabías que él era un chico con el que se debía ir despacio en ese sentido, pero de verdad estabas esperando que accediera, y gracias a que los dioses te escucharon lo viste asentir de manera tímida.

— Cierra los ojos —pediste sin soltarle la mano. Él obedeció.

Decidiste que si ibas a ser su primer beso debía de ser algo romántico que pudiera gustarle. Sin soltar su mano te acercaste un poco más, colocaste la palma de forma cariñosa en su mejilla y segundos más tarde posaste de forma suave tus labios contra los de él. Fue un roce romántico, incluso cerraste los ojos y degustaste sus labios unos segundos antes de dejar una pequeña lamida en su labio inferior y te apartaste lentamente antes de verlo. Él abrió despacio los ojos mientras quitabas la mano de su mejilla y esperaste expectante una opinión.

  — Me gusto —dijo finalmente (aún avergonzado) mientras te miraba con una expresión feliz—, podría repetirlo.

 — ¿Quieres repetirlo? —preguntaste con el mismo tono entre juguetón y cariñoso. 

Él asintió con rapidez y sonreíste acercándote más a su cuerpo para estar más cómodo.

  — Todas las veces que gustes —dijiste volviendo a cerrar los ojos para besarlo.

Su piel fría parecía entibiarse un poco más al tacto, te animaste a deslizar una mano a su nuca e instalarla temporalmente entre sus lacios y revueltos mechones de pelo negros donde pudieras juguetear, y viendo que la timidez aún le podía, liberaste tu mano un momento para dejar su brazo contra tus caderas sintiendo prontamente el abrazo en la zona. Volviste a tomar su mano entrelazando los dedos de ambos. Sus labios sabían bien, eran suaves y deliciosos. 

  — Desearía devorarlo más todavía —pensaste sin abrir los ojos mientras su mano apretaba levemente la tuya.

. . . 

Tenías ya la armadura puesta y estabas oculto encima de unas ramas bien mezclado entre las hojas del árbol vigilando a Nico y a otro chico de la cabaña de Ares encargados de custodiar la bandera, sabías que en cualquier momento alguno de los chicos del otro equipo vendría. Y justo como lo esperabas, un grupo de chicos les callo a los dos empezando una pelea y como alma que lleva el diablo Keyla de la cabaña 7 paso y tomo la bandera saliendo disparada en dirección al lago.

  — ¡AHORA! —pensaste. 

Y saliendo de tu escondite le caíste desde arriba de un fuerte golpe lograste quitarle la bandera y accidentalmente dejarla también inconsciente. Te ataste la bandera a las caderas y desenfundaste tu espada dispuesto a atacar a cualquiera que se te acercara.
Luego de eso tomaron de rehenes a los tres chicos y a Keyla antes de volver a dejar la bandera en su sitio, esta vez los tres alrededor del puño de Zeus esperando que un nuevo grupo se apareciera a intentar quitárselas.

Lo bueno es que desde arriba del puño de Zeus pudieron ver a Annabeth y Clarisse cruzar el lago entre risas con la bandera en manos, fue entonces que el cuerno sono anunciando a los ganadores. Festejaron victoria desde su sitio antes de que los chicos que tenían de rehenes se volvieran refunfuñando cargando a la chica, y decidiste volver junto con el resto tomándole la mano a Nico con una sonrisa de oreja a oreja.

Luego de eso aprovechando un pequeño rato de descanso (en los que trabajaba la cabaña de Apolo) antes de ir a acostarse te acerque a Nico por detrás aprovechando, que ya ambos habían comido unos pedacitos de ambrosía, solo para asustarlo antes de volver a tomar su mano divertido.

  — ¿Entonces di Angelo~? —dices mientras lo miras caminado a su lado.

  — ¿Entonces qué? —preguntó desentendido sin soltar tu mano.

  — ¿Podemos formalizarlo? —preguntas esperando un rotundo afirmativo—, ya sabes, un "¿Te gustaría ser mi novio?" y un "ohh, claro que si amado mio", pero no tan dramático.

  — ¿Se-ser novios? —preguntó el algo asombrado.

  — Si —dices antes de adelantarte un par de pasos para ponerte frente a él y tomar sus dos manos (mientras no había mucha gente cerca ya que al chico no le gustaba ser el centro de atención) mirándolo a los ojos— ¿Nico di Angelo quieres ser mi novio?

Él se quedo viéndote asombrado, definitivamente no esperaba el gesto, pero de todas formas viste que entre lo rojizo  de su cara (casi como tu cabello)lograste discernir una sonrisa y sentiste como sus manos apretaban suavemente las tuyas.

  — S-si quiero.

Una puñalada de azúcar y lindura te llego justo al corazón, aquello se sentía casi mil veces mejor que romperle la cara a un idiota por lo que totalmente feliz lo abrazaste con fuerza llegando a separar sus pies del suelo unos pocos segundos antes de soltarlo entre risitas tontas disculpandote por la emoción, pero él también estaba feliz, aunque no fuera tan bueno para demostrarlo. Y como ambos ya eran oficialmente novios le robaste un beso.

Definitivamente los besos robados saben y se sienten mucho mejor, por no decir que mejoran cuando a quien se lo robas te corresponde.


Me gustas di Angelo (Nico y tú - BL) [TERMINADO]Where stories live. Discover now