Capítulo 52: Recursos humanos

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He llegado al almacén luego del bosque. Bajo al sótano. Julie está dormida en el sillón y Lyra sentada. Tomo un viejo colchón y lo tiro al suelo. Me acuesto y me duermo.

Despierto al día siguiente, es de mañana. Julie ya no está en el sillón. Me levanto y subo las escaleras, restregándome los ojos. Lyra sigue dormida, y Julie está comiendo pan con mantequilla. Están pasando las noticias en una vieja televisión.

—Siéntate —comanda. Estamos en una especie de mostrador con dos sillas. Frente a nosotros está la vieja y pequeña máquina sonando—. Come. —Me da unas rodajas de pan y me pasa la mantequilla.

—Gracias. —Le pongo la mantequilla sin refrigerar al pan sin tostar. Escucho al hombre de las noticias hablar.

Él se encuentra de espaldas a una casa rodeada de cintas amarillas; hay cientos de policías a los alrededores.

—Hubo un asesinato en esta casa —explica señalando hacia el oscuro hogar—. Ya se ha capturado al presunto sospechoso. El día de hoy se hará el funeral del difunto.

—Un asesinato... —Julie habla—. ¿Tuviste que ver con esa mierda? ¿Dónde estuviste anoche, Duke?

—No tengo nada que ver con esa mierda —reclamo, apuntando el cuchillo hacia la pantalla—. Ayer fui al Bosque Aletrejo. ¿Recuerdas que es uno de mis lugares favoritos?

—Sí... bien. —Le da una mordida al pan.

—En otras noticias, se sigue buscando a Duke Cornet. Se presume que también pudo haber secuestrado a una vecina de la víctima. Nueva información ha declarado que el dueño de la casa es el tío de Duke, Gabriel Cornet. Él también se encuentra desaparecido. Se sospecha que Gabriel ha ayudado a Duke y ambos se han ido a la fuga. —Termina de decir.

—Espera. ¿Qué? —Julie está confundida—. Nunca me dijiste que tenías un tío.

—Eso no importa. —Muerdo el pan—. Nunca importó. ¿Por qué tendría que hablar sobre eso?

—Es el primer miembro de tu familia del que tengo conocimiento. —Ella se acerca—. ¿Sabías que él existía?

—No quiero hablar del tema. —Me alejo, apoyando un brazo en la mesa—. No viene al caso el pasado de nadie. Además, está muerto. Ha secuestrado a Quinn, y pasaron ciertos desacuerdos. Tuve que eliminarlo por el bien de este proyecto.

—¿Cómo pudiste matar a un familiar? —Ella está asqueada.

—¡¿Quién eres tú para preguntar eso?! —exclamo con todas mis fuerzas—. ¡¿Qué te importan los problemas de los otros?! ¡Eres fría igual que yo! ¡Deja de pretender que algo te importa un carajo!

—Imbécil. —Ella retrocede, deja la comida en la mesa. Tiene los ojos vidriosos—. No te reflejes en mí, jamás. ¿Cómo te atreves?

—Voy a darle de comer a Lyra. —Me retiro con un poco de comida. Aviento la puerta con fuerza.

Lyra está despertando gracias al portazo que he dado. Mueve el cuello, haciendo una expresión de dolor.

—No puedo seguir durmiendo así... —dice—. Me estoy lesionando el cuello.

—Te traje comida. —Omito lo que dice—. ¿Quieres?

—Sí. —Me le acerco, sentándome junto a ella. Le doy de comer el pan y le doy agua. Termina de comer rápidamente. El disgusto que he pasado me ha quitado toda el hambre.

—Hoy no voy a estar —anuncio—. Tengo algo que hacer.

Ella guarda silencio. Subo las escaleras.

El Desfile Macabro (#1 ¡EN FÍSICO YA!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora