Capítulo 51: Cicatrices

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***Lyra***

Me termino de vestir y me veo al espejo... No me reconozco. La pintura sigue ahí, la tristeza también. Camino lento, Duke me va empujando. Siento el cuchillo tocar mi espalda suavemente.

No digo nada, no quiero provocar otro ataque de furia de parte de mi secuestrador. Bajamos las escaleras lentamente. Recuerdo el momento en el que habíamos caído por las escaleras la otra vez, él detrás de mí.

Llegamos abajo. Me ata de manera agresiva y firme. Hace una llamada con su celular, la cual no es respondida.

—Mierda... Jerry jamás contesta el puto celular. —El dolor de cabeza que tengo es insoportable... aunque me hubiera bañado me duele terrible.

—¿Quién es ese Jerry del que tanto hablas? —cuestiono, me molesta, ahora sé que él ha interceptado mi celular.

—¿Qué te importa? Un amigo, ya te lo había dicho —gruñe. No deja de ver su celular.

De remete se escucha el abrir de la puerta de arriba. Duke apaga la luz rápidamente, toma el cuchillo y se esconde.

—No hables —susurra.

La persona baja las escaleras, enciende la luz, y Duke está por asesinarla.

—¡Soy yo, estúpido! —exclama Julie agitada—. ¡¿Y, qué hace esta con mi ropa?!

—¡Mierda, Julie! —grita él—. Carajo, la próxima vez avísame antes de llegar.

—Yo llego cuando me de la gana llegar, y no le aviso a nadie. Ubícate —declara molesta.

—Bien, bien... —Duke actúa sumiso ante ella, sabe que lo tiene en la palma de su mano.

—Espera. Te traje algo. —Julie sube las escaleras y baja de nuevo con una guitarra acústica.

—¡Mi guitarra! —grita él, sorprendido. Es la primera vez que lo veo así de emocionado por algo.

—La olvidaste en mi casa desde hace... mucho tiempo —dice ella, viendo hacia el suelo—. Toma.

—¡Increíble! —exclama él—. ¡Pensé que la había perdido!

La guitarra es de color café y tiene una "D" pintada en dorado en la parte de arriba. La pintura ve algo descarapelada, como si la hubiera hecho hace algunos años.

—Puedes ir a dormir ahora. —Julie camina—. Toma las llaves de la camioneta.

—Gracias. Voy perdiendo la cuenta de cuántas te debo. —Él toma las llaves y desaparece en dos instantes.

—Te arrepentirás de ayudarle, Julie —digo con rencor—. No sabes qué tan profundo es esto. No sabes en lo que te estás metiendo.

Julie se acerca a mí. Ríe.

—Ese idiota sí que te hizo daño. Bueno, al menos ya no hueles a mierda. —Se sienta—. No hables mucho, que ando cansada y tú también. Mejor durmamos...

—No puedo dormir así —aclaro—. No he dormido en mucho tiempo...

—Entonces nada más tienes que hacer silencio. —Julie camina hacia el sillón y se tira en él. Está viendo hacia el techo, con los brazos abiertos. Tiene el derecho guindando.

—¿De dónde conoces a Duke? —cuestiono.

—Oh, esa es una historia estúpida. —Juega con sus manos, sin quitar la mirada del techo—. Vamos a ver...

» Yo estudiaba servicio social. Estaba en la universidad. Ya nos conocíamos, ambos éramos parte de los Oníricos. Nos presentó un amigo nuestro llamado Awstin, también parte de los Oníricos.

El Desfile Macabro (#1 ¡EN FÍSICO YA!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora