Boo |h.s| «Acabada»

8. "Tú te vienes conmigo."

Le miré furiosa. ¿Ahora qué quería? Él solo me miraba con una sonrisa pícara. Su mano seguía agarrando con fuerza mi brazo. Fruncí el ceño haciendo que él diese una sonora carcajada.

 -Harry… Me quiero ir, dentro. –Él alzó ambas cejas, unas arrugas aparecieron en su frente. Sus hoyuelos se dejaban ver.

 -Tú te vienes conmigo. –Tragué saliva. Sacudí mi cabeza repetidas veces intentando salir de aquí.

 -¡Suéltame! –Dije ya rendida, dejando de mover mis brazos.

 -Vamos. –Tiró levemente de mi brazo. Miré a los lados, no había nadie. Si al menos mi orgullo no hubiese pedido a Nau ir dentro, ahora tendría una manera de librarme de Harry.

 Tan solo cedí dudosa. Tenía miedo, pero no por lo que me pudiese hacer. Tenía la sensación de que Harry era el chico, que nunca dejaría que me pasara algo malo. Pero, seguía siendo el chico de chaqueta de cuero negra que asustaba a cualquiera.

Salimos de aquel callejón dejándome ver la entrada a la fiesta. Busqué desesperada alguna mirada conocida, pero no. Mi pulso se aceleró al observar como Harry me miraba serio. Bajé la mirada y comencé a andar. No quería ir con él, pero querer no es poder. 

 Después de unos diez minutos andando, mi miedo empezó a esfumarse. Entramos la parte de la ciudad con más gente. Es decir, no me pasaría nada malo.

Las terrazas de los bares estaban abiertas. Las tiendas seguían con clientes a pesar de que eran las 11 de la noche. Cuando me di cuenta la mano de Harry estaba entrelazada a la mía, ya no me sujetaba el brazo. Noté como nos detuvimos. Tan solo miré a Harry que me miraba curiosamente. Me fijé en sus ojos, eran posiblemente los más bonitos que había visto jamás. Una mezcla de verde y azul acompañados de unas largas pestañas.  Me alteré cuando Harry se percató de que me había quedado embobada con sus ojos.

 -Por lo menos te llamo la atención. –Dijo él. Yo bajé la mirada rápidamente.

 -¿Por qué nos paramos? –Pregunté yo mirando a lo largo de la calle.

 -Te rompí el bolso, ahora escoge uno. –Dijo él desinteresado. Fruncí el ceño y me fijé que estábamos en frente de una tiendecita, en la que había todo tipo de bolsos y mochilas.

 -No es necesario, solo te tomaba el pelo. No quiero que compres nada. –Dije nerviosa.

 -Vamos, escoge el que más te guste. –Escogí el primero que vi, tan solo quería irme, me daba igual que cogiese, supongo que sería pagar e irnos.

 -Este. –Dije sin mirarlo si quiera. Harry bufó.

 -¿Acaso lo has mirado? –Dijo molesto.

 -Si, este está bien. –Mi mirada seguía fija al suelo.

 -Está bien, tú lo has dicho. –Suspiró él. Agarró el bolso y lo pagó. Al salir de la tienda, mi teléfono comenzó a sonar. Lo cogí algo desesperada.

 -¡¿Dónde estás?! –Dijo inquieto Zayn.

 -Estoy con… -Mi mirada se desvió a Harry que me miraba serio. –Con Harry…-Intentaba sonar tranquila. Pero en el fondo pensaba que mi corazón se desbordaría en cualquier momento.

 -¿Harry? ¿Qué haces con él? –Preguntó nervioso.

 -Es que él… -Harry me arrebató el teléfono de las manos.

 -Oye, ¿te importa mucho? –Dijo fríamente. <<Mierda>>  -Ajam… No me interesa lo que dices. Adiós.  -Ella está bien. Ahora adiós. Si es posible no vuelvas a llamar.

 Harry me miró y sonrió despreocupadamente. Me entregó el teléfono y yo le miré con bronca.

 -¿Quién te crees tú para quitarme el teléfono?

 No me respondió. Me estaba empezando a cansar de esto. Solo quería irme, irme a mi casa y dormir. Olvidarme de este maldito chico.