Boo |h.s| «Acabada»

39. "Quiero mi beso"

Eran alrededor de las diez de la noche. Estaba sentada en el jardín trasero. Reflexionaba sobre lo que había visto antes. Ignoraba la idea de que Harry volvería a ser como el de antes o incluso peor.

 Eché mi cabeza hacia atrás, dispuesta a tumbarme en el césped. Una vez mi cabeza tocó el suelo abrí los ojos para contemplar el cielo, solo que en vez de eso, encontré una sonrisa algo maléfica mirándome fijamente desde arriba.

 Me levanté de un brinco con el corazón a punto de desbordarse.

 -Ei, ¿qué pasa? ¿Me vuelves a tener miedo? –Rió con amargura. Esa voz ronca y grave a la que tanto extrañaba. Harry.

 Me quedé quieta como si en mis pies hubiera un bloque gigante de hormigón. Le miraba sin saber que decir. ¿Qué hacía él aquí?  Él enarcó una ceja.

 -Me dijo Louis que me viste esta tarde. –Asentí sin decir nada. –Vuelves, y ¿lo primero que haces es ir a verme? –Bajé la mirada. –No es mi culpa que prefieras el dinero…

 -¡Yo no prefiero el dinero! –Le interrumpí furiosamente. Él curvó la sonrisa y volví a quedarme en silencio.

 -¿Cuánto tiempo te vas a quedar? –Me encogí de hombros.

 Se hizo silencio. Qué situación más incómoda. Pero él, decidió incomodarla más sacando un cigarrillo de su bolsillo. Se lo puso en los labios y rebuscó su mechero. Él parecía divertirse con esto y a mí, no me hacía ni puta gracia.

Le quité aquel cigarrillo y lo apretujé entre mis manos para hacerlo inservible. Él me miró con cierto pavor. Impresionado.

 -Me prometiste que dejarías toda esta basura. –Mascullé. Él se encogió de hombros.

 -Tú me prometiste que, siempre estarías a mi lado.

 Aparté la  mirada de él. No soportaba verle, que estuviera aquí y mucho menos que me dijera esto.

 -Por algo he vuelto… -Susurré. Fue algo de lo que me arrepentí al segundo de haber dicho. Me maldije esperando a que él, no lo hubiera escuchado.

 -Pues, déjame decirte que te ha costado venir. –Dijo ahora con la voz más suave. Le volví a mirar. –Y también déjame decirte que estoy bien con mi vida. Cómo la que llevaba antes de conocerte.

 -Yo también estoy bien con mi vida. –Dije algo fría. Él se tensó.

 -Veo que todavía llevas mi colgante… -Sonrió con ironía. -¿En serio estás a gusto con tu vida? –Me erguí al escucharle decir aquello. Llevé mi mano al colgante. Lo miré y miré a Harry.

 -Yo… -Tartamudeé. –Lo siento, toma. –Murmuré. Llevé mis manos la cierre pero él me cogió agarró las manos con cuidado.

 -Es tuyo, Bo. –Murmuró.

 Me comenzaban a arder los ojos. Me sentía una completa estúpida.

 -Oye… Me voy. –Murmuré.

 No sé si sería por la costumbre o tal vez porqué quería pero, me puse de puntillas para darle un beso en la mejilla. Él dudó unos instantes y finalmente se apartó.

Consciente de todo esto, casi corrí hasta entrar dentro de mi casa.

Subí a mi habitación y tomé aire. Cerré la puerta. Harry entraba por la ventana.

 -He cambiado de opinión. –Dijo acercándose a mí con rapidez. –Quiero mi beso de buenas noches.