Capítulo 9: Conspiración

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Arianne se quedó sin habla. Aunque desde hacía mucho tiempo que estaba deseando oír esas palabras, no esperaba que fuera en ese preciso momento. Al mismo tiempo sentía un terrible miedo a perder algún día a su querido Aidan en esas batallas sangrientas que peleaba. Pero sabía que no podría retenerlo, y también conocía el hecho de él tenía muchos enemigos poderosos.

Pero en ese momento lo que más le preocupaba a ella era de que si se casaba con Aidan, de algún modo pudiera poner en peligro a su pequeña Rhiannon. Temía que la secuestraran o algo parecido a fin de hacer caer a Aidan en una trampa.

Una lágrima corrió por las mejillas de Arianne. ¡Había deseado tanto que llegara ese momento y ahora sentía una terrible confusión y miedo a perderlo todo!

—¿ Qué ocurre ? — Preguntó Aidan desconcertado al ver el silencio de Arianne por respuesta así cómo el semblante serio de ella.

— Lo...lo siento, no puedo contestarte en este momento. Tengo primero que aclarar mis ideas... - No pudo seguir hablando Arianne debido a la gran emoción que sentía y salió corriendo hacia la casa, a lo que la niña al percatarse de eso, entró también junto a su madre, a ver que le pasaba.

Aidan desconcertado por la reacción de Arianne, montó en su caballo y emprendió el regreso hacia su propia casa, atravesando el bosque que los separaba

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— Mami que pasa, ¿Te has peleado con Aidan? — Pregunto la niñita mirando extrañada a su "madre" con sus grandes ojos azules.

— No, no es eso cariño lo que ocurre, al contrario, lo quiero mucho. — Dijo Arianne en respuesta.

— Entonces ¿Por que lloras?,— Preguntó perpleja la niña.

— Es que hoy tengo uno de esos días un poco tontos y estoy más sensible... ya entenderás de ello cuando crezcas un poco. Esos días en que las cosas las vemos diferentes. — Le dijo Arianne a la niñita, intentando de algún modo responder a la pregunta de ella.

— ¡Pues vale!, ¿Yo también tendré un día de tontos? — Dijo la niña, dándole un beso a su madre, y no pudiendo contener la risa de esta, por la graciosa salida de la niña.

— No lo creo, tú eres demasiado inteligente, y me parece que siempre vas a tener las ideas muy claras - Le contestó Arianne, sorprendida de la madurez que mostraba Rhiannon, siendo apenas una niñita.

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Empezaba a anochecer y la frondosidad de las hojas de los árboles que estaban a ambos lados del camino, hacía que pareciera aún más tarde. El viento hacia susurrar las copas de estos, y empezaba a refrescar por lo cual le invadió un ligero escalofrío a Aidan. Pero aunque él era una persona muy alerta a todos detalles y sonidos del bosque, lo que le hacía percibir el peligro antes que a todos los demás, en esta ocasión, los pensamientos confusos que deambulaban en su mente junto con el cansancio y la tristeza , no le hicieron darse cuenta del peligro que le acechaba.

De repente se encontró de frente a Gare con varios de sus hombres que venían por el camino.

Estos ya conocían los viajes frecuentes que hacía Aidan a casa de Arianne, y estaban esperando su regreso de vuelta a casa.

— Hola Aidan, ¿ Qué haces a estas horas por estos caminos, acaso te has perdido ? Deberías estar con tus hombres, preparando el próximo ataque, en vez de salir a cortejar a las jóvenes que viven en el bosque. ¿No crees? — Le dijo Gare mostrando una sonrisa irónica, y acercándose con su caballo al de Aidan, adelantándose a los hombres que le acompañaban.

—Lo mismo te digo Gare. ¿A quién buscáis por aquí? ¿No deberíais estar cenando? ¿Qué haces a esta hora fuera de la taberna, y tan sobrio? — Le contestó con la misma ironía Aidan.

Mientras estaban hablando, Aidan escuchó un sonido a sus espaldas y se dio cuenta por el rabillo del ojo que estaban saliendo más hombres de Gare, desde la parte de atrás del bosque intentando cerrarle el paso.

— ¡ A por él, que no escape! — Ordenó ahora Gare a sus hombres.

El caballo de Aidan al ver a los otros jinetes acercándose amenazadoramente, se asustó y encabritandose se levantó quedando a dos patas y haciendo caer a Aidan al suelo, que le pilló desprevenido.

Aidan no tenía escapatoria ni por delante ni por detrás, así que levantándose rápidamente del suelo decidió adentrarse en el bosque que se encontraba a su derecha.

La carrera desenfrenada bosque abajo, hizo que numerosas ramas le golpearan en el rostro, pero no podía detenerse, eso significaría su muerte. Por suerte, la gran agilidad de Aidan le hizo distanciarse sobre sus perseguidores. La mayoría de estos a su vez fueron cayendo y lastimándose con las ramas, sin conseguir dar caza a Aidan. Sin embargo, algunos de los hombres más fuertes y ágiles que el resto, con Gare a la cabeza de ellos seguían los talones a Aidan y estaban a punto de atraparlo.

Aidan logró llegar abajo, saliendo de entre los árboles, donde un río caudaloso atravesaba y dividía el bosque en dos.

Él no vio otra salida que saltar hacia las frías y rápidas aguas. Eso hizo disuadir a Gare y a sus hombres en su persecución, pues sabían que meterse en ese río era muy peligroso, y que casi significaba una muerte segura, dado que el río tenía una cascada de gran altura a poca distancia de allí.

Aidan se encontraba a salvo de sus perseguidores, pero a merced de la corriente poderosa que le arrastraba y le conducía al abismo de agua.

Los esfuerzos de este por acercarse a una de las orilla del río nadando contracorriente, fueron en vano debido a la fuerza de las aguas que le empujaban en dirección contraria, así que finalmente se precipitó por la cascada, junto con una gran cantidad de agua que lo envolvía por todos lados...





























Dragones Blancos (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora