-¡Papá! ¡¿Pero que haces?!

-¡Tú eres el que ha metido a mi hija en todo esto!-le chilló a David.

Verónica se percató de que Pedro tenía el rostro desencajado por la frustración y la impotencia. Unos asesinos habían logrado entrar en su casa, y misteriosamente aquel chico estaba en medio de todo, y para colmo, en medio de su hija y él.

-Yo sólo te he salvado la vida.-contestó David, totalmente tranquilo mientras esquivaba un segundo puñetazo y reprimiendo con todas sus fuerzas las ganas de responderle con un golpe.- Sino paras de intentar pegarme tendré que defenderme.

-¡No! ¡David por favor no! ¡Papá para de una vez!

Verónica sintió una bofetada nada mas girarse hacia su madre. Joder. Acababa de pegarle. Acababa de pegarle. DelantedeDavid. Aquella frase salió demasiado deprisa en su mente. Delante. De. David. Verónica no supo como reaccionar. Su madre le había pegado poquisimas veces en su vida, pero aquella vez se había pasado. Normalmente le bastaba con una mirada para asustarla, pero en ese momento fue a mas. No le dio tiempo a comenzar a defenderse, ni tan siquiera pudo chillarle de lo aturdida que se quedó. Sintió como David montaba en cólera ante aquella escena, y Verónica vio como su mirada se encendía. La chica supo lo que iba a pasar incluso antes de que su padre se diese cuenta. Pedro dio un tercer puñetazo, y David lo esquivó de nuevo, con la enorme diferencia que se lo devolvió, tumbándolo en el suelo. Violeta gritó al tiempo que Pedro se llevaba una mano hacia su herida de la cabeza.

Mierda.

Eso fue lo único que pensó David cuando levantó la mirada y vio la mirada estupefacta y acusatoria a la vez de Verónica. Mierda. Pero su madre acababa de pegarle delante de sus ojos y había despertado su furia, y por otro lado, Pedro no le había dejado elección. Joder.

-¡Papá!

-¡Pedro!

Su madre y ella hablaron a la vez.

-¡¿Por que demonios me has pegado?!-le reprochó Verónica a Violeta mientras se acercaban a su padre.

-¿Qué demonios hacía ese chico en nuestra casa? ¿Qué diablos te pasa? ¡No tienes ni idea de quien es!

-¡¡Y tú tampoco!!

Violeta se sobresaltó ante su grito, y lo hizo aún más por la cara de rabia que su hija le dirigió.

-¡Papá! ¡¿Papá estas bien?!

Pedro se incorporó todo lo que pudo. Todo le daba vueltas y se sentía muy mareado. Miró a su hija y se encontró con la preocupación en su rostro.

-No vas a volver a ver a ese chico.

Fue todo lo que alcanzó a decir en aquel momento. Verónica sintió como se le caía el mundo encima. Hiperventiló sin darse cuenta mientras oía a su madre darle la razón a su padre.

-Por supuesto que no. No vas a volver a verlo.

Verónica miró a David, buscando ayuda, y por primera vez en toda su vida, lo sintió indefenso. Se le quedó mirando y vio como el miedo a perderla tomaba forma en su perfecto rostro, y como sus pómulos parecían algo más pálidos de pronto.

-No. David es mi pareja y tenéis que aceptarlo.

Su voz sonó tan decidida que tanto su padre como su madre se quedaron estupefactos. David se relajó al escuchar sus palabras, y una parte de él se sintió reconfortado, aunque supiese de sobras que aquello no iba a quedar ahí.

-Te hemos dicho que no vas a volver a verlo.

-Si supieras lo que tu padre me ha contado de ese chico seguro que se te caía la cara de vergüenza.

Ciudad de niebla© |TERMINADA| (1)Where stories live. Discover now