Atando cabos...

688 52 9
                                    

Giró las llaves en la cerradura, y se sentó en el sillón junto a la pelinegra que sostenía el pequeño vaso descartable de café que habían traído del local que quedaba a algunas cuadras de distancia. La caminata le había recordado a esas tardes que habían pasado juntas algunos meses atrás, antes de que todo se volviera confuso entre ellas y se hubieran distanciado. Pero ahora Carm había vuelto y todavía quedaba mucho por preguntar. La rubia se acomodó en su lugar contra los almohadones y miró en los profundos ojos de la pelinegra, esos que tanto habían añorado.

-Carm...-dijo, mientras le tomaba la mano con dulzura pero también con ansiedad.- no quiero sonar insistente pero de verdad quiero escuchar tu historia, estos meses tuve mucho tiempo para pensar pero no puedo atar los cabos de todo lo que pasó.- bajó la mirada, recordando las noche enterar en que se devanó los sesos con conclusiones que no la convencían para nada.

Carmilla se acercó más a ella y le besó el cuero cabelludo con ternura.- Ya lo sé, supongo que pasó mucho tiempo. Antes de empezar, tengo que pedirte que te relajes, que abras la mente porque de otra forma lo que voy a contar es muy difícil de creer. Vas a pensar que estoy loca o que te estás volviendo loca, y te juro que no lo estas.

Laura la miró a los ojos nuevamente y asintió como una niña pequeña, tratando de no asustarse con las advertencias de Carmilla.

-Recuerdo que hace un tiempo me preguntaste sobre mi pasado y yo no pude responderte, supongo que sería conveniente empezar por ahí. Mi vida... mi vida fue y es muy larga, más de lo que te podes imaginar... ¿crees en la inmortalidad?- dijo, y Laura se echó un poco hacia atrás en el sillón sin dejar de mirarla.- Si, pero solo por cuentos o leyendas, no como algo real.

-Bueno, en la historia de mi pasado la línea entre lo fantástico y lo real se empieza de desdibujar, por eso te dije que mantuvieras la mente abierta ¿si? – Laura asintió de nuevo, de verdad quería entender a Carmilla.- Bueno, crease o no, soy inmortal... bueno si me disparan en la frente puede que deje de serlo pero nunca voy a morir por causas naturales. Los resfriados no pueden conmigo...-dijo, sonriendo y esto hizo que Laura también sonriera.

-Espera, espera. ¿¡QUE?! O sea que... ¿no sos tan joven como todo el mundo piensa?

-Podría decirse que oculto mis años bastante bien. ¿Cómo pensaste acaso que soy tan buena profesora de filosofía? Gran parte de los libros que leemos como clásicos fueron escritos con mi ayuda, aunque ninguno de "los grandes autores" quiso darle mucho crédito a una mujer.

-Bueno, eso es bastante creíble. Pero ¿Cómo fue? ¿Hace cuanto? ¿Hay más gente... inmortal o sos la única?

-Tranquila Cupcake, tengo varios siglos de historia, unos trescientos años de anécdotas, aproximadamente.

-Wow... este secreto es más de lo que me esperaba, para ser sincera. No sé si me siento emocionada, asustada, anonadada o, mayormente, mas atraída a vos y tus trescientos años...

-Ojalá sea lo último.- dijo la pelinegra, sonriendo mientras agachaba la cabeza.

-Eso espero.- dijo, todavía un poco aturdida con tanta información.- Entonces... ¿cómo se conectan todos los cabos ahora? ¿Cómo es que conoces a mi papá? La verdad es que yo no quise preguntarle nada al respecto porque su salud está estable pero débil y no quiero arriesgarlo con preguntas que pueden alterarlo.

-Sí, eso es lo más sensato para su bienestar.- dijo Carmilla, acercándose más a Laura en el sillón y volviendo a tomar su mano para acariciarla. Sentía el alivio de que Laura no haya escapado después de haberle contado parte de su verdad, aunque todavía faltaba bastante...

-Yo conocí a Sherman cuando él era bastante joven, mucho antes de que se casara... y todo lo que vino después.

-Alto ahí... ¿¡estuviste en una relación con mi papa?!- dijo Laura, abriendo los ojos.

-NO, POR DIOS NO.- contestó la pelinegra, sorprendiéndose también ante la pregunta nada satisfactoria de Laura.- claro que no, yo siempre salí con mujeres. Mi madre fue quien se acercó a él.

-¿Tu "madre" también es inmortal?- preguntó interesada.

-Si, en realidad no es mi madre biológica, ella solo me volvió inmortal y por eso le digo "madre". Mi verdadera madre murió varios siglos atrás, no recuerdo mucho de ella. Pero "madre"... bueno ella es maligna, realmente mala. Yo también lo fui por mucho tiempo pero el paso de los años me hizo darme cuenta de que quería cambiar y alejarme de ella. Pero hace unos 35 años, ella se encontró con tu papá y su plan era envolverlo con su maldad, posiblemente asesinarlo, y en ese momento yo me reencontré con ella. La seguí por un tiempo para ver que iba a hacerle al joven Sherman y, al ver lo que planeaba, decidí acercarme a él y advertirle. En ese momento me hacía llamar Mircalla y, obviamente, físicamente era exactamente igual que ahora. Apenas entendió lo que posiblemente le iba a suceder, llegó a huir y yo distraje a "madre" por un tiempo para que lo olvide. En los dos siglos anteriores estuve tratando de ayudar a las próximas víctimas de "madre" y en ese tiempo conocí a mucha gente y me enamoré de mucha otra. Después de que huyó no volví a verlo hasta hace unos meses en la habitación del hospital, por lo visto recordaba lo sucedido.

-Carm... salvaste a papá de tu "madre" asesina. Supongo que debería estar agradeciendo, aunque estoy un poco aturdida con tanta información.

-Imagino que tu cabeza debe estar un poco mareada... se está haciendo tarde, ¿preparamos algo de cenar y más tarde terminamos de atar los cabos?

-Suena bien, verte cocinar me calma... además tengo preguntas sobre la historia se la humanidad que quiero hacer, cuando pensé que no podías ser más increíble.- dijo, se lanzo sus brazos al cuello de Carmilla para abrazarla, tirándola sobre el sillón. Aunque estaba aturdida, un poco asustada por lo pequeña que parecía ante la cantidad de años que tenía ante ella, había algo... algo que la hacía querer estar cerca de Carmilla, sin importar lo que pasara.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 23, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Café tibioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora