Jinchuriki y 29 colas. Parte 3.

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¡LO SÉ TARDANDO MIL!

¡A todos los que me leen desde la ciudad de México y sus aledaños espero que se encuentren muy bien! Se que son momentos difíciles, pero se puede salir adelante y demostrar que estamos hecho para esto y más. #FuerzaMexico.
Es solo un batalla muy dura de enfrentar, pero no hemos perdido la verdadera guerra. Con el corazón deseo que todo mejore y pase lo que pase con la frente en alto. 


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El equipo de rastreo se puso en alerta.

-¿Qué sucede Shino, Kiba? -preguntó Shikamaru al ver las cara de ambos.

-No estamos muy seguro -dijo Kiba-. De repente el ambiente se volvió muy pesado, es extraño... creo que estamos por el buen camino hacia donde está la guerra... -dijo, pero se notaba la preocupación en su voz y en su rostro.

Shikamaru apresuró el paso, pero al bajar a tierra firme sintió como esta temblaba de forma peculiar, agudizó sus sentidos y trató de hallar en donde se estaba generando ese temblor. Akamaru empezó a ladrar a un montículo de piedra, Shikamaru e Ino se prepararon y aquella tierra parecía emerger de las profundidades trayendo consigo algún objeto pesado. Dos ataúdes de madera aparecieron y los chicos de Konoha se pusieron en guardia. La guerra contra los Edo Tensei no había terminado. Los ataúdes se abrieron y aparecieron dos ninjas; y a juzgar por su banda pertenecieron alguna vez a la aldea de la arena. Shikamaru agradeció que la luz del sol estuviera presente y preparó su jutsu de sombra, los ninjas de la arena eran muy agiles y a pesar de ser solo muertos se notaban que tenían un gran poder, en parte estaba preocupado tal vez Naruto y compañía estaban teniendo problemas con el enemigo, negó con su cabeza y trató de concentrarse no podía en esos momentos desviar sus pensamientos, menos ahora que era el líder de aquel gran escuadrón. Aguardó paciente. Ino retrocedió al ser la única ninja médico que estaba presente en el grupo y le cedió el paso a su amigo Chouji para que este gracias a su habilidad creciera de tamaño y rodara en contra de ellos.

-Fuuton Renkuudan -dijeron ambos ninjas y acumularon chakra de su boca, Shikamaru trató de atraparlos con su sombra, pero se movían muy rápido, después de unos segundos expulsaron grandes proyectiles de aire que desaceleraron el ataque de Chouji luego uno de ellos con la arena del lugar hizo una especie de rampa que desvió a Chouji hacia un golpe seguro contra un árbol.

-Demonios -gruñó Shikamaru. El otro ninja fue directo a él, pero Rock Lee lo interceptó.

-¡El espíritu de la juventud siempre presente! -gritó y utilizó su técnica del gran remolino de la hoja, le dio una patada baja al primer ninja luego otra patada esta vez de mayor altura y finalmente lo estrelló en contra del piso con todo su poder. El segundo ninja iba jutsu hacia él, pero Tenten apareció con su gran pergamino y uso su jutsu de desello para lanzar varios kunai que aterrizaron en el brazo enemigo logrando cortarlo, luego volvió a lanzar su pergamino y los kunai aterrizaron en el cuello de este. Shikamaru aprovechó para atraparlo con su sombra y este enemigo opuso demasiada resistencia, estaba siendo más complicado pelear con ellos. El otro se recuperó del choque en el suelo y Rock Lee retrocedió un poco.

El suelo crujía una y otra vez; y aparecieron otros cuatro ataúdes.

-Esto no me gusta para nada -dijo Shikamaru y todos los chicos se pusieron en guardia.

-¿Qué está ocurriendo-ttebasa? -preguntó el pequeño Boruto.

-No lo sé -dijo Hinata con la voz entre cortada-. No lo sé... -dijo sin dejar abrazar a su hijo.

Boruto notó la preocupación en los ojos de su madre y trató de visualizar lo que pasaba, pero le era imposible había mucho polvo a sus alrededores y su Byakugan no se encontraba desarrollado como su yo del futuro. Sintió coraje en su interior y quería unirse a la batalla, quería ayudar a recuperar a su hermana. Abrazó con fuerza a su madre y de nuevo se sintió extraño, como si un cosquilleo rondara por su sien y viajara alrededor de sus ojos, los cerró con fuerza no podía estar perdiendo la cordura en momentos como ese.

Boruto en el Tiempo.Where stories live. Discover now