Boruto despierta en la oficina del Hokage , pero hay algo muy diferente. El rostro de su padre no está en el Monte Hokage...
¿Qué es lo que está ocurriendo?
En corrección.
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-Hinata... –ella volteó hacia Naruto-. En realidad, Boruto...
Boruto y Naruto comenzaron a sonrojarse.
-Bueno él es...
- ¡CHICOS! - gritó Rock Lee y salió de los árboles, Boruto se escondió detrás de una pierna de Naruto.
Lo mato, pensó Boruto.
-Qué bueno que los encuentro, me informaron que estabas aquí con tu primo, Naruto ... los del orfanato los están buscando hay que regresar... –dijo pasando su brazo alrededor del cuello de Naruto-. Bueno que esperamos... -Rock Lee volteó a ver a Boruto éste se aferró más a la pierna de Naruto-. ¿Qué le ha pasado?
-Cayó en una trampa de lobos de barro –contestó Hinata tratando de seguir limpiando las heridas del niño.
-Pequeño ¿Estás bien? – preguntó y Lee se acercó mucho a Boruto sin soltar el cuello de Naruto, Boruto se aferró a la otra pierna de Naruto, al pobre héroe de la guerra lo estaban quebrando. Rock Lee seguía acercándose a Boruto hasta el punto en que Naruto cayó al suelo.
-¡Na-Naruto-kun! -gritó Hinata preocupada acercándose al él-. ¿Estás bien? -Naruto asintió por un instante se encontró con la mirada de Hinata sonrojándose luego volteó hacia Boruto el cual estaba aferrado a un árbol.
-Pobre Boruto le tiene miedo al Cejotas-dijo y Hinata observó como en el rostro del rubio se dibuja una gran sonrisa.
-Bueno –dijo y se puso de pie-. Volvamos –extendió su mano a Boruto, él alzó su mirada y Naruto le sonrió.
-Sí...volvamos... -susurró Boruto tomando la mano de su padre.
-Bien está dicho ¡Vámonos! –dijo Rock Lee, Hinata asintió.
Caminaron unos metros cuando Boruto jaló de la playera a Naruto y ambos rubios detuvieron su paso.
-Oye...-susurró
- ¿Qué es lo que pasa? –preguntó, mientras Rock Lee y Hinata se adelantaron.
- ¿En serio pensabas contarle la verdad sobre mí? –Boruto se sonrojó.
Naruto también tuvo un leve sonrojo en sus mejillas-. Bueno de momento sentía la necesidad de decírselo, algo en mi interior me lo decía... Pero... como es ella de tímida... tal vez la asustaríamos demasiado, si yo sigo sin creerlo... -dijo y volteó hacia donde estaba Hinata
- Sí creo que tienes razón, además para mamá desde joven le fue muy difícil controlar sus profundos sentimientos por ti-ttebasa –sonrío con cierta maldad
-Sí en eso tienes razón...Espera ¿Qué-ttebayo? – preguntó sorprendido.
