Boruto en el Tiempo.

Secreto al Aire

Naruto había despertado incomodo pues cierto pequeño niño rubio se durmió arriba de él toda la noche. Pasaron la noche en el departamento del rubio mayor. Hinata se quedó en casa de Kurenai para no apartarse de su hermana Hanabi y seguir a lado del resto de su Clan.

Se estiró como pudo, parecía un gato y movió despacio a Boruto para no despertarlo. Preparó el desayuno, pero ya no tenía leche para acompañar el cereal así que salió del departamento para comprar algunas cajas y demás cosas que le hacían falta en la despensa.

-Hey Naruto-dijo una voz muy conocida por el rubio.

- ¿Kiba? -volteó el rubio asombrado. - ¿Qué haces aquí?

-Llegamos hace unas horas... en la madrugada... Encontramos a Sasuke muy mal herido y Sakura se encargó de llevarlo al hospital.

- ¿El teme ya está de regreso? -preguntó asombrado-. Necesito hablar con el urgentemente-ttebayo -dijo el rubio apurado a comprar el mandado y se alejó sin miramientos-. ¡Gracias Kiba! -gritó a lo lejos.

-Éste hombre no tiene remedio -dijo el perruno suspirando y dirigiéndose a casa de Kurenai.

Naruto compró la leche y algunos envases de ramen, algunos kilos de carne y verduras también papel de baño y demás objetos de higiene. Subió al departamento cargando varias cosas y corriendo, pero al entrar en el recinto tuvo el mayor cuidado para no despertar a ese pequeño rubio aferrado a sus sueños. Boruto estaba aún dormido y abrazado de una almohada a Naruto le dio ternura esa escena y sonrió. Entro a la cocina dejando todo el mandado y acomodando rápidamente, preparó el resto de desayuno, tomó su parte de la comida y le dejó una nota a Boruto junto con el desayuno del pequeño. Se puso su ropa de misión y salió directo al hospital saltando de casa en casa.

Se topó al entrar al hospital con Tsunade quien le dio indicaciones de donde se encontraba su amigo y además que Sakura se acababa ese ir a descansar, aunque claro la Haruno quería permanecer a lado de él. Pero fue Sasuke quien insistió que se fuera a descansar.

Llego al pasillo y vio a varios ambu afuera de la habitación del Uchiha. El rubio estaba seguro que su amigo no comería más errores como lo hizo en el pasado y tampoco tendría planes para destruir la Aldea. Pidió permiso que lo dejaran pasar y ahí estaba tendido en aquella cama de hospital un herido y muy despierto Uchiha.

-Teme

-Dobe -se saludaron

- ¿Qué tanto te ocurrió? -preguntó el rubio viendo que su amigo tenía más apariencia a momia que a un ninja común y corriente.

-Muchas cosas... Pero no tanto como a ti supongo... ¿Para qué me estabas buscando? Y vaya veo que ya tienes tu brazo.

-Jeje -dijo Naruto rascando su nuca- Bueno lo del brazo puedes pedirle a la abuela que te ponga el tuyo....

-No gracias -dijo rápidamente -me las puedo arreglar así...

-Claro... y por eso estas tan bien de salud- ttebayo- se burló el rubio.

Sasuke suspiró rendido, pero sabía que había tomado la decisión correcta.

-Y bueno ¿Para qué me estabas buscando? -preguntó volviendo al tema el Uchiha.

Naruto tomó asiento en una silla y miró al techo unos instantes. -Bueno por dónde empezar- suspiró...

Boruto despertó luego de un largo sueño y había sido bastante placentero al soñar a su familia por unos momentos sintió nostalgia pues quería con todas sus fuerzas volver a su época, aunque no se arrepentía de pasar tiempo con sus padres jóvenes. Al abrir bien sus ojos se percató que su padre no se encontraba en la cama y lo fue a buscar por todo el departamento y nada. Hasta que vio en la pequeña mesita su desayuno. Frutas picadas, cereal con leche y un vaso de leche. Se acercó para tomar el desayuno con cuidado y vio en la parte de abajo de su plato un papel atorado. Lo leyó lentamente y sus ojos brillarán. Así que comió todo rápidamente.