—Eso no es cierto, yo...

— ¡¿No es cierto?! ¡¿No es cierto?! ¡Te llamamos durante todo un año y tu solo enviabas a tu representante a decirnos que no te interesaba hablar con nosotros!

— ¿Hablaste con Emma? —pregunté sorprendida.

—No finjas que no sabes de lo que estoy hablando —escupió aun mas enojado—. ¿Por qué te molestaste en regresar si nos rechazaste? ¡Éramos tu familia y nos rechazaste como a unos perros!

— ¡Caleb, por favor! ¡Es tu hermana! —papá gritó.

—¡Mi hermana murió hace cuatro años! Ella solo es la maldita idiota que nos abandonó —dijo y salió corriendo por escaleras arriba.

No, no, no.

Quise ir tras el, pero el brazo de mi madre me frenó. Intenté librarme, necesitaba que me escuchara, que entendiera por que me había ido y por que había decidido volver.

—No creo que sea buena idea que vayas con el, Madison. Tu hermano está muy herido, hemos pasado por momentos muy difíciles mientras tu no estabas aquí. Podría lastimarte mucho con sus palabras; decirte cosas que no quieres oír.

Quise dar pie atrás y no ir a enfrentar a Caleb, pero comprendí que merecía toda la rabia y el desprecio de mi hermano hacia mi; yo lo había abandonado, cuando juramos que lo único que nunca faltaría en nuestras vidas, seria la compañía del otro.

—Es algo que tengo que hacer mamá —responde—. Necesito explicarle, decirle por que me fui...

—Y es algo que todos queremos escuchar —dijo papá—. Todos necesitamos una explicación, pero no creo que sea el momento para Caleb. Tampoco yo me siento preparado para oír esto ahora.

— ¿Quieres que me vaya? —mi voz sonó mas aguda de lo que en realidad era y sentí el ya conocido nudo formándose en mi garganta tan apretado como un puño.

Aquello era justo lo que había temido que pasara desde el momento en que abandoné mi casa para ir en busca de mis sueños; que mamá, papá y Caleb decidieran que no querían que volviera nunca mas.

—Por supuesto que no, Madison —contestó él—, doy gracias porque hayas regresado, pero te fuiste por casi cuatro años, hija. No es algo fácil de digerir.

—Lo entiendo —mentí. Aunque me tranquilicé bastante, no comprendía por que mis padres no querían escuchar lo que tenia para decirles, ni querían que charlara con Caleb. Lo único en lo que había pensado en todo el viaje de Londres hasta América, eran las explicaciones que daría a cada uno, pero llegado el momento ellos no dejaban que les diera mis razones. Quizás porque sabían que el único motivo era que cuando me fui solo era una niñita inmadura y desagradecida, que no sabia apreciar todo lo que ellos habían hecho por mi.

Pero yo sabia que ya no lo era mas. Confiaba en que Liam hubiera dicho la verdad acerca de mi; que había cambiado y que no era la misma persona que el había conocido hace tiempo.

Recordé mi actitud cuando conocí a Liam. Había sido tan grosera con el y había desobedecido cada una de sus ordenes; incluyendo la mas importante.

Mi corazón volvió a estremecerse al acordarme de Harry. Si hubiera prestado un poco mas de atención a lo que Liam tenia que decirme, jamás Harry me hubiera lastimado de esa manera.

Quería contarle a mamá y papá acerca de el, como lo hacia con cada novio frustrado que había tenido antes de irme, pero también quería darles su espacio. Yo sabia que nunca podría imaginar el sufrimiento y lo difícil que debió haber sido para mis padres que yo huyera de casa siendo solo una niña, que no llamara jamás y que apareciera luego de tres años como si nada hubiera ocurrido en lo absoluto.

Paparazzi » Harry Styles (COMPLETA)Where stories live. Discover now