Secretos

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Aun estaba algo en shock por la presencia de Liam hace un momento.

¿Que lo escuchara? ¿Como puede decirme eso después de lo que causo hace dos años? Y ahora, ahora, quiere explicármelo todo. ¿Por qué no lo hizo en su momento? ¿Que tanto le costó habérmelo dicho esa misma noche?

Estaba tan metida en mis pensamientos hasta que una voz ronca hizo despertarme.

— ¿Donde estoy? —elevo la vista y lo veo hay, con los ojos abiertos mirándome desconcertado.

— Jay —pronuncio su nombre sin poder creérmelo. Cuando reacciono, salgo corriendo de la habitación y llamo a unos médicos, los cuales no tardan en ir hacia la habitación y detrás de ellos, yo.

Tras chequearlo y ver que todo iba bien, me quede a solas en la habitación blanca, con el solo ruido de los pitidos de la maquina conectada a Jayden.

— Estás bien. —logro pronunciar aun en shock. Mis ojos empiezan a picar y mi visión se vuelve un tanto borrosa.

— Ven aquí pequeña. —abre sus brazos y no tardo en ir y abrazarlo, teniendo cuidado de no hacerle daño. Me envuelve en sus brazos y es hay cuando me desahogo, dejo liberar las lágrimas que he retenido estos días.

— Lo siento. —digo entre sollozos.

— Shh, calma pequeña. Todo paso. —me acaricia el cabello y no es hasta que me calmo que lo suelto.

— ¿Que sucedió? Tú eres prudente al volante Jay. —digo en un tono calmado.

Este frunce el ceño, y se lo que eso significa: esta decidiendo en si contármelo o no.

Suspira y es hay cuando sé que me lo va ha contar.

— Bueno, estaba planeando algo para ti. Tuvimos una discusión y me hizo pensar, así que decidí planear un picnic a las afueras, adoras los picnics. Estaba concentrado y todo paso tan rápido. —se queda un momento en silencio, como si estuviera recordando el suceso de como pasó. — Estaba concentrado en la carretera, pero me despiste un simple segundo. Fue solo un segundo y al volver la vista al frente un auto negro venia hacia mi. No me dio tiempo a frenar, pero si a girar dejando el auto de costado. Recuerdo que dio dos vueltas el auto y después de eso, todo negro. —me extraña ver aun su ceño fruncido.

— ¿Paso algo mas? —indago.

— Es que.... Hay algo que no logro entender, aún. —explica y frunzo el ceño. — El auto no freno, ni se apartó. Al contrario creo que incluso aceleró.

— ¿Estas diciendo que no fue un accidente? —pregunto.

— Yo creo que si pero.....

— Hijo. —exclama Robert abriendo la puerta de par en par haciendo callar a Jayden.

—Padre. — responde Jayden.

Me levanto y me voy de allí, para darles más privacidad.

Le doy una y otra vuelta a lo que ha dicho Jay. ¿Y si es verdad? No digo que no le crea, pero lo que ha dicho es una acusación muy fuerte. Estaba tan metida en mis pensamientos que no me di cuenta cuando alguien me estaba hablando.

— Tierra llamando ha Aria. —alzo la mirada encontrándome con Ashton de pie frente a mi. Mirándome con un tanto de preocupación pero a la vez divertido por mi ausencia.

—Perdona Ashton... ¿Qué decías? —pregunto a la vez que paso mis manos por mi cara solo para poder despejarme un poco y quitar lo que ha dicho Jayden hace unos minutos solo por un momento.

— ¿Quieres que tomemos algo? Sé que no quieres dejar a Jay pero necesitas.....

— Ha despertado. —interrumpo.

— ¿En serio? ¡Eso es estupendo nena! —exclama emocionado y me atrae a sus brazos que rodean mi cintura y me atrae a su pecho elevándome un poco del suelo lo que provoca una risa en mí.

— Si, vamos a tomar algo. —digo ya cuando me ha bajado al suelo y me ha soltado un poco.

Íbamos hacia el ascensor cuando alguien choca conmigo provocando que casi caiga al suelo. Alzo la vista y esa persona ya esta corriendo con una capucha puesta hacia las escaleras.

—Que mal educado. ¿Estás bien? ¿Te hizo daño? —pregunta Ashton mientras me examina.

—Si, estoy bien. —afirmo aun mirando por donde se ha ido ese individuo.

— ¿De verdad? Se te ve perdida. —asiento como respuesta y vamos a la cafetería que hay en el hospital, ya que ese encuentro no me dio buena espina y no quería estar lejos de Jayden.

El resto de la tarde la paso en la cafetería con Ashton charlando de cosas sin sentido y conociéndonos un poco más. Es increíble, no sabía, hasta ahora, que Ashton tenía una hermanita pequeña de diez años.

— Seguro le encantaras. —afirma con una sonrisa de oreja a oreja.

— Seguro que a mi me encantaría. Por lo que me has dicho, se nota que es una chica increíble y alucinante.

Tamara, que es como se llama su hermanita, empezó a jugar como veterinaria a curar a los animales y ahora, con tan solo diez años, tiene su propia perrera, pero mas abierta y sin jaulas, y acoge a todos los animales abandonados que encuentra en su camino. Claramente sus padres contrataron a una veterinaria pero Tamara es la que se encarga del lugar. Es una niña alucinante y muy lista.

— Si, lo es. —afirma con orgullo y me encanta ver ese brillo tan peculiar que aparece en sus ojos con solo mencionarla. Se nota que la ama con todo su corazón y que daría hasta su propia vida por ella.

— ¿Por qué te viniste a Nueva York? —noto como se pone tenso al instante.

Él no es de aquí, es de Londres y me extraña que con tanto amor que le tiene a su hermana se haya mudado de un país a otro así sin más.

— Yo...... Lo siento. No es de mi incumbencia, estas en todo tu derecho a no contarme. —digo al ver el cambio que ha hecho nada más formular la pregunta.

— Tranquila es solo que no me gusta hablar del tema.

—Entiendo. —miro la hora y me levanto. — Igual cuando lo necesites, aquí estaré para escucharte. —le doy un beso en la mejilla como despedida y me giro para irme.

—Espera. —me paro y a los pocos segundo lo tengo a mi lado. — Gracias. —me abraza y algo aturdida por tal cambio lo envuelvo en mis brazos. — Gracias por no insistir, esto es complicado para mí.

—No tienes que darlas, eres mi amigo. —al separarme veo una lagrima rodar por su mejilla y, antes de que caiga se la quito con mi pulgar.

—Esto que sea nuestro secreto. —asiento.

—Nuestro secreto. —afirmo.

Holaaa chic@s, espero os guste el capitulo. No os olvideis de votar y comentar.

Estoy abierta a cualquier idea que tengais asi que contarmela por primado o dejar comentario.

Os saludeooo

New York, Manhattan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora