Ruby Tiger [✓].

029| Bala.

  Un héroe no se mide por lo que sus poderes pueden lograr, sino por el valor que se muestra al vivir y por la calidez que alberga en su corazón  —Batgirl

El bolígrafo que maniobraba entre mis dedos colisionó con el suelo, despertándome del extraño trance donde me encontraba sumida. Bostecé con amplitud, ocultándome entre mis brazos cruzados sobre la mesa donde me encontraba recargada, desperdigando mi torso sobre los apuntes.

El documental que se reproducía en la pared proyector traía sonidos lejanos de explosiones y balas que llegaban amortiguados y distorsionados a mi panorama auditivo.

El sueño había logrado filtrar sus juguetones dedos en mi mente, conduciéndome por un confuso camino de cabezadas y palabras sin pronunciar.

Incluso la profesora que impartía la clase de historia se limitaba a ignorarnos, sin apartar sus cansados ojos de la pantalla resplandeciente de su dispositivo electrónico. De vez en cuando echaba una ojeada general al alumnado y si este estaba ocasionando un revuelo considerable dentro de la quietud soporífera que inundaba hasta el último rincón de la sala, regañaba con pocos ánimos a los insurgentes.

—Baker —murmuró una voz cercana a mi posición.

Emití un cansado gruñido que escapó con naturalidad entre mis labios al tiempo que maniobraba con el cuello,enfocando a la persona que había pronunciado mi apellido. Se trataba de un chico de larga cabellera rubia que le descendía desordenadamente sobre los hombros, la sudadera oficial del equipo se ajustaba a su ancha espalda.

Se trataba de uno de mis amigotes de Justin, con quien había confraternizado en una que otra fiesta celebrada tras los partidos de la temporada. Y como tal sus excesivos niveles de testosterona mezclada con esteroides aprobados por la CDB.

Hice una mueca interrogativa, dejando que el desconcierto se reflejara fielmente en mis facciones. Él se limitó a gesticular con los dedos, señalando el bolígrafo que seguía en contacto con el sucia superficie de baldosas.

Alcé las cejas, con confusión, aceptando la pluma cuando me la alcanzó, como si estuviera haciendo una gran labor a la humanidad.

—¿Sabes algo acerca de Morris?

Negué con un casi imperceptible movimiento de cabeza.

—Sigue de baja. Por suerte me toca a última y quizás así pueda largarme antes de tiempo —mascullé en un susurro— pero sospecho que esa no es la pregunta por la cual has doblado la espalda a recoger algo que no es tuyo por propia iniciativa.

Una sonrisa culpable hizo sucumbir su expresión aburrida.

—Cierto —concedió— la verdad es que quería preguntarte acerca de Ruby Tiger.

Una oleada de electricidad ascendió con brusquedad por mi espina dorsal ante la mención del superhéroe. Casi de inmediato el recuerdo del... incidente se recreó en mi mente, con lujo de detalles.

—¿Por qué a mí? —demandé saber sin un rastro de temblor en la voz.

El rubio frunció las cejas, como si lo obvio de mi cuestión hubiese sido ofensiva.

—Tu madre se ha encargado de cubrir todas y cada una de sus apariciones. Dando partes de el más mínimo movimiento y llevando a cabo exhaustivas entrevistas a todo aquel que lo haya visto. Además, eres hija de James Baker, aficionado de los cómics y escritor de ciencia ficción. ¿Quién puede saber más acerca de ese sujeto gatuno? Y si no recuerdo mal intervino en el robo de la casa de los Smith.

Condenado Justin y su pico dorado contando semejantes episodios. Pensaba que el intento frustrado de robo en su apartamento debía permanecer en secreto. Un estremecimiento involuntario sacudió mi cuerpo ante el recuerdo de los sucios dedos del delincuente disfrutando de mis expuestos muslos.