020| Pantera.

4.6K 578 78
                                    

"Recuerda, tu enemigo nunca jugará limpio" —Linterna verde  

Un traje negro se ajustaba a su esbelta figura, que se movía con elegancia a través de la sala, ignorando mi presencia. Noqueada no pude más que seguirlo con la mirada. Era inútil tratar de esconderse, huir o defenderse, lo supe mediante el corto contacto visual que mantuvimos.

Parecía conocer bien el propósito de su visita, no había rastro de duda en ninguno de sus movimientos cuidados y eficaces. Flexionó su impresionante anatomía sobre uno de los monitores y empezó a deslizar los dedos por el teclado, denotando una maestría y seguridad que haría empalidecer al informático más prestigioso del edificio.

Un suave zumbido precedió a un impresionante fenómeno en cadena. El primer terminal emitió una especie de crujido, apagándose casi con inmediatez, a este le siguieron todos, uno a uno, incluso el que yo misma manipulaba segundos antes. La pantalla se fundió frente a mis ojos, suprimiendo cualquier huella acerca de los incidentes en los laboratorios.

Se irguió, con una sonrisa de satisfacción plasmada en su rostro. Fue entonces cuando fui consciente de sus espeluznantes colmillos, mucho más gruesos a los de Ruby Tiger. Considerablemente más amenazantes.

En apenas un abrir y cerrar de ojos se situó paralelo al revoltijo de persona en el que había mutado. Hasta la última fibra de mi ser temblaba de puro pavor. Había algo intrínseco que me gritaba una muerte inminente y peligrosa.

Ladeó la cabeza, clavando sus excepcionales ojos en mí, con evidente curiosidad.

Eran de un intenso tono ambarino, indudablemente inhumanos, que me estudiaban con un desinterés familiar. La sangre se me congeló en las venas, erizando hasta el último vello de mi cuerpo. En su mirada resplandecía un evidente brillo peligroso, mortífero, salvaje... era la mirada de un depredador experto.

Era tan similar y a la vez drásticamente diferente a la que poseía Flynn.

—Hueles a él —manifestó con desagrado— Y eso no te conviene en absoluto.

Separé los labios, dejando escapar un jadeo ahogado. Su voz tenía un timbre ronco que recordaba al gruñir de una pantera.

—No tardará en aparecer y aunque no resultaría ningún problema matarte, aquí y ahora... me parece algo innecesario —reflexionó— Estás en tu día de suerte, cariño. Vivirás y si quieres continuar así deberías alejarte de todo esto. Hazme caso, solo vas a encontrar dolor, desesperación y oscuridad si continúas jugando a esto.

Se inclinó, nivelando nuestros rostros, sin dejar de sonreír mostrando los potentes colmillos que no tardarían ni medio minuto en desgarrarme brutalmente la yugular.

—Es una advertencia —susurró.

Cerré los ojos con fuerza cuando una de sus garras se hundió con suavidad en mi mejilla. Un calor abrasador se extendió por todo mi rostro conforme deslizaba su mano, abriendo un delgado camino rojo escarlata. La sangre cosquilleó cuando empezó a manar de manera perezosa del firme arañazo que me marcó.

—Recuerda: es él quien debe morir, no tú.

Y dicho esto desapareció, con la misma rapidez con la que había hecho acto de presencia. Respirando con dificultad me llevé los dedos al rostro, empapándome las yemas de mi propia sangre. Presioné los labios hacia dentro, reteniendo el sollozo que me rasgó la garganta.

Supuse que de alguna manera la alarma había sido desactivada, ya que los habitantes de la torre parecían ajenos al robo que habían padecido. Aunque no se trataba de un mero hurto. Se había encargado de destruir toda la información al respecto. Era una manera de lanzar una indirecta a la cadena para que no se entrometiese en sus asuntos.

Ruby Tiger [✓].Where stories live. Discover now