Capítulo 55

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 -Voy a averiguar quien te llamó. Conozco a todos los chicos de esta ciudad, y créeme que daré con el que te llamó. Rastrearé el número una vez me lo des, y aunque probablemente sea un teléfono de usar y tirar, encontraré donde lo compró y llegaré al chico que os amenazó.

Ella escuchaba callada.

-¿Cómo sabes que es un chico?

-En esta ciudad los delincuentes más mayores no se dedican a amenazar a chicas.-le dijo, sin pretender ofenderla, pero creyendo firmemente en sus palabras.

Había demasiadas cosas que se movían en aquel sitio, y mucho dinero en juego como para que ninguno de los mayores perdiesen el tiempo amenazándola. Ellos no actuaban así, no amenazaban, simplemente mataban a aquel que les molestase.

David la observó, extrañado por el silencio en los labios de la chica. Era como si estuviese pensando, o tal vez dudando, sobre algo que llevaba ya tiempo calibrando. Para sorpresa de David, ella estaba imponentemente seria cuando dijo las siguientes palabras.

-Déjame entrar Cobra.

Aquello lo pilló por sorpresa.

-¿Qué?

-Quiero que me dejes entrar en tu mundo. Llévame contigo. Si alguien quiere hacerle daño a mi padre, quiero involucrarme hasta más que tú en todo esto.

Sus hombros se pusieron tensos, como si la mera idea le diese al chico motivos de sobra para enfadarse.

-No es buena idea. En mi mundo no hay lugar para mujeres.-dijo lo mas sereno que pudo en aquella situación, aunque algo en su interior tembló al imaginar que esa chica quería entrar en todo el fango del que él se esforzaba por salir. Nadie salía sin mancharse de él, aunque las manchas fuesen heridas que podían curarse, extrañamente podrían olvidarse.

-Eso es machismo.-se defendió ella, sorprendida y dolida a la vez.

-No es machismo Verónica. No quiero que entres en ningún lugar peligroso, ni que te relaciones con quienes lo hago yo.

-Sé defenderme.

-No, no de ellos.

-¿Quienes son ellos?

-No te conviene saberlo.

-¿Por qué? Quiero que me lo expliques Cobra. Vamos. Confía en mí, puedo hacerlo, puedo entrar en tu mundo y...

La chica avanzó hacia él, pero David perdió un poco el control.

-¡No quiero que entres! ¡Quiero que me ayudes a salir, pero no a costa de que entres tú en él!

Ella pusó los ojos en blanco.

-Venga ya, creo que estás exagerando. Entiendo que te guste ir de chico peligroso, podría incluso entender  que estés metido en temas de drogas, pero si algo afecta a mi familia quiero estar presente en todo el proceso de averiguar quien me amenazó. 

David no podía creer lo que estaba oyendo. Se llevo una mano a la cabeza y se despeinó al pasarsela por su cabello. 

-¿Crees de verdad que me gusta ir de chico peligroso? ¿Que no habría preferido poder ser un chico normal?

Ella se le acercó, aún dispuesta a pelear todo lo necesario para que él comenzase a involucrarla en sus planes.

-Creo que tu mundo no es tan malo como lo pintas.

David no aguantó más.

-¿Quieres acabar siendo vendida como una prostituta? 

Ella abrió los ojos, y sin pensar, él siguió hablando.

Ciudad de niebla© |TERMINADA| (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora