Blessing ~•[Meanie][Seventeen]•~

Epílogo.

Cobijas, almohadones y peluches tapizaban gran parte del piso de la sala donde las gemelas y otro pequeño se encontraban jugando. SooYun saltaba de almohadón en almohadón con una bolsa de malvaviscos en la mano, mientras tanto su hermana SooMin construía un edificio de cubos legó con la ayuda del tierno DongYul; quien era hijo de SiYeon y JiHoon.

Las gemelas acababan de cumplir sus 5 años hace menos de un mes, mientras que a DongYul solo le faltaban casi 6 meses para tener la misma edad.

El tiempo había pasado rápido,  y con el, una lluvia de acontecimientos tanto buenos como malos embargaron la vida de la familia Kim junto a su "hija" SiYeon y el novio de esta.

JiHoon estaba por graduarse de la carrera de Medicina en el área de pediatría,  mientras SiYeon iba a la mitad de su carrera en Ciencias de la comunicación. MinGyu trabajaba para una franquicia hotelera como Administrador general, su esposo seguía ejerciendo su carrera como dibujante aunque la mayor parte del tiempo se dedicaba a cuidar a los mas pequeños.

WonWoo caminaba de un lado a otro tarareando una canción de cuna mientras mecía al pequeño bebé que se encontraban entre sus brazos. Su tercer hijo de apenas 8 meses de nacido; un hermoso niño de cabellos azabaches con una piel un tanto morena. Era tan distinto a sus hermanas quienes habían sacado la piel lechosa y cabellos castaños, pero algo tenían en común; la sonrisa pícara heredada de MinGyu y los gatunos ojos por parte de WonWoo.

—Descansa mi amor —susurraba WonWoo debes en cuando al bebé— Duerme YungSoo..

SooYun había dejado de brincar y ahora se encontraba observando a DongYul que veía su creación de legos desde la distancia. Jeon entre cerró los ojos al ver la sonrisa picara de su hija asomarse en su rostro, esa sonrisa identifica a la Min cuando estaba por hacer alguna travesura.

—SooYun no hagas nada... —susurro Jeon lo mas alto que pudo por miedo a despertar a Yung

Pero fue demasiado tarde,  SooYun ya había tomado impulso y corría hasta quedar detrás de DongYul quien pego un grito al ser empujado por la pequeña patada que la niña le dio en su espalda.

—¡Esto es espartar! —grito la pequeña con emoción efusiva cuando DongYul caía sobre los almohadones.

WonWoo soltó una risa ante la travesura de su hija ya que aquella frase había salido de una película llamada "300" la cual vieron la semana pasada.

—O—

El suave viento hacia que el follaje de los árboles bailará de un lado a otro. Las hojas verdes brillaban bajo el radiante sol que hacia aquella mañana. Sentados sobre el pasto se encontraban MinGyu y WonWoo quienes observaban como jugaban sus hijos por entre las flores y árboles.

Las gemelas se encontraban en el ardua labor de enseñarle a YungSoo como debía caminar. Mientras SooYun sostenía una de las regordetas manitas de su hermano,  SooMin sostenía la otra. Ambas niñas deban un paso y esperaban a que el pequeño diera otro.

Una repentina ráfaga de viento levanto el vestido blanco con rojo que SooYun llevaba al paso que SooMin acomodaba su cabello que se arremolinó en su rostro. El pequeño YungSoo reía ante la sensación que el viento hacia en sus mejillas, como si el aire le hiciera cosquillas.

Aun que las niñas fueran gemelas solían vestirse y peinarse diferente; SooMin se veía influenciada por WonWoo quien la solía vestir mayormente con jeans y shorts en colores oscuros con algún sueter o sudadera coloridos y algún adorno para el cabello suelto, por otro lado SooYun era el conejillo de indias de MinGyun quien adoraba ver a su pequeña con tiernos vestidos y faldas en tonos pastel y algún peinado sencillo, y luego estaba YungSoo que hasta el momento vestía trajecitos de animales o algún conjunto sencillo de colores amarillos y verdes.

—Angel, muchas gracias —Susurro MinGyu con una sonrisa— Me has dado una familia hermosa y has compartido tu vida conmigo, me has dado alegrías y gustos,  me brindaste el magnífico honor de hacerte feliz y cuidar de ti, has hecho que mi vida sea magnífica, tu eres magnífico

Las mejillas de Jeon se calentaron por el tierno tono carmesí que las cubría,  su corazón había comenzado a latir justo como cuando -hace tiempo- el mismo le comento al menor que se sentía atraído por él. Aun después de tantos años y aquellas mariposas en su estómago seguían vivas e incluso con vitalidad rejuvenecida.

—Gracias a ti,  sin ti no tendría prácticamente nada, cariño —WonWoo acariciaba con suavidad la mejilla de su esposo —realmente soy yo quien debería llamarte "ángel" por llegar a mi vida como uno, me brindaste esperanza y amor cuando lo necesite y nunca me dejaste caer, desde que te conocí mis manos han estado cálidas...como mi corazón y eso, cariño mio, es por ti

—Si alguien me preguntara como es un ángel le diría que es como tu, hermoso y tierno —el menor beso la frente de su mayor con lentitud y acarició su cabello— incluso diría que tienen un cabello rebelde que hacen juego con sus ojos gatunos y la sonrisa mas hermosa que pueda existir.

WonWoo sonrió con ternura y de manera rápida volteo hacia donde se encontraban sus pequeños para inspeccionar que estuvieran cerca, cuando volvió a girar su rostro para encarar a su menor unos suaves labios chocaron con los suyos, sorprendidolo y haciendolo caer sobre su espalda contra el pasto.

Era un beso cálido y juguetón,  de esos que te hacen sonreír aun sin terminarlo, una suave succión se hizo presente entre el beso la cual provocó un rose mas exigente. Ambos sonreían separándose lo necesario para volver a empezar otro beso.

—MinGyu —susurro el mayor justo antes de recibir un ultimo beso— llegaste a mi vida como una bendición.