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"FICHA TÉCNICA DEL ALUMNO:

DATOS DEL ESTUDIANTE:

⚪Jeon WonWoo, 17 años.
⚪Estudiante de segundo grado.
⚪Area: Artes modernas.
⚪Especialidad: composición musical y visual.
⚪Nivel académico: Óptimo.
⚪Promedio: 9.7
⚪Becario.

APTITUDES E INTERESES:

⚪Hábil para las manualidades y trabajos que impliquen el desarrollo de las relaciones interpersonales en los niños menores.
⚪Intereses en la composición y escritura.

RANGO SOCIO-ECONÓMICO:

⚪Trabajo: mesero.
⚪Ingreso económico mensual: promedio
⚪Tutor: Jeon Min Seok

FAMILIA:

⚪Madre: Choi Hye Sung (finada)
⚪Padre: Jeon Min Seok
⚪Hermanos: Jeon HyunWoo"

MinGyu suspiro cerrando el expediente que había sacado de la sala de archivos. Más de media hora fue la que invirtió en el labor de convencimiento que planteó ante la secretaría de ese lugar. Sólo después de ese tiempo se le fue permitido el archivo, -por limitados minutos- del que solo pudo obtener un poco de información de ese chico de piel de porcelana.

Parecía un acosador obsesionado con su "víctima", pero no era así, simplemente quería obtener un poco de información que le fuera benéfica para poder ayudar a ese chico. Más de una vez lo había notado quejándose de dolor, más de una ocasión el joven había terminado en la enfermería por dolores estomacales y sobre todo, mas de una vez había notado uno que otro cardenal en esa piel pálida. Y un ángel como lo era Jeon WonWoo no se merecía tal sufrimiento.


—O—



El día casi terminaba, su maestro de literatura no había asistido al colegio, por lo tanto tenía un par de horas libres. Al igual que WonWoo, ya que esta era la única clase que compartía con el mayor. Aquella relación que tenían se basaba en disfrutar la presencia del otro en cualquier momento. Había ocasiones en las que MinGyu se escabullía a la parte trasera del colegio a escuchar música y Jeon lo seguía, él a leer un libro, ambos terminaban sentados en los adoquines, con sus hombros rozando y una tierna sonrisa en los labios; porque amaban el silencio, ese que sus corazones interrumpía por los rápidos palpitares que provocaban el uno en el otro.

WonWoo sonrió pasando por enfrente del lugar donde el menor descansaba mirando el cielo, incitándolo discretamente a que lo siguiera. Con una pizca de emoción tomo sus cosas y siguió al mayor hasta el lugar donde solían pasar sus descansos. Las densas nubes color gris impedían el pasó de la luz del sol pero aún así WonWoo creía que era un día radiante, un día que quizá cambiaría el rumbo de los que estaban por venir.

Sin decir nada ambos tomaron asiento en el lugar de siempre, junto a un pequeño "cuarto" que sostenían el depósito de agua del colegio, una simple construcción de dos muros paralelos con un tejado sobre el cual descansaba dicho depósito. Con lentitud WonWoo sacó su reproductor de música con unos auriculares conectados y con una discreta sonrisa le tendió uno a MinGyu.

El moreno con un poco de duda tomó el auricular y lo colocó en su oído, a los segundos una melodía inició, era una suave combinación de jazz con algo de instrumental moderno. Sonaba bien, sólo música sin letra. MinGyu cerró los ojos, disfrutando del peculiar repertorio de su mayor, ahora tenia el leve conocimiento del tipo de música que ese ángel prefería.

Kim hurgo entre las bolsas de su mochila y saco un sobre de jalea de fresa, sin pensarlo abrió dicho empaque y lo estrujó un poco, logrando que el contenido saliera por la abertura. Succiono con los labios el dulce y lo saboreo en su lengua por un instante antes de repetir el acto, sólo que sin comerlo.

—¿Ángel, gustas un poco?

Las mejillas de MinGyu adquirieron un fuerte color rosado al percatarse de la manera en que había llamado a WonWoo. El mayor soltó una risita y miro los ojos del menor, suspiró al paso que la sonrisa en su rostro se ensanchaba. El que MinGyu le haya llamado de esa forma le había gustado; su corazón había latido con tranquilidad y las ganas de sonreír aparecieron repentinamente, sin contar el rubor en sus mejillas.

Aún con la sonrisa en su rostro acercó sus labios al empaque de jalea y lo degustó. Le gustaba aquella forma tan descuidada que su menor tenía con la vida en general. Le gustaba aquel trato que recibía de Min, le gustaba su compañía, le gustaba la pizca de paz que el moreno le transmitía, sencillamente le gustaba Kim MinGyu.

Una gota golpeó la nariz de MinGyu quien elevó su vista al cielo y pudo ver decenas de gotas venir. De manera estrepitosa se puso de pie y tiro de la mano del mayor mientras sujetaba las mochilas de ambos. Camino hasta el "cuarto" bajo el depósito de agua y con una seña le indicó al blanquecino que ingresará dentro.

Una vez que ambos estaban dentro del lugar se dedicaron a mirar las gotas de lluvia caer y golpear el suelo. El sonido de las gotas era hasta cierto punto tranquilizador. La respiración de WonWoo era lenta mientras que la de MinGyu era un poco más rápida debido a la satisfacción de poder aspirar el aroma que su mayor transmitía, todo gracias a la cercanía.

—¿Alguna vez has sentido miedo? —WonWoo fue el primero en hablar— No me refiero al miedo que tienes al ver una película de terror, ni al de leer una leyenda. Me refiero al miedo real, ese que experimentas al no querer perder a alguien —MinGyu miraba atento al mayor, alentándolo con una sonrisa a que  continuara su relato— Ese miedo que te oprime el corazón y te hace pensar en mil posibilidades para no perder a esa persona ¿Lo has sentido?

MinGyu titubeo un poco, nunca había experimentado dicho miedo, no al menos hasta ahora.

—Si, pero solo lo he sentido recientemente —Jeon sonrió.

—Yo también lo he sentido hasta ahora —comentó WonWoo— Tengo miedo a perder a alguien que aún no tengo, o miedo a lastimar a esa persona, no porque sea un monstruo —Kim sorio— Sino, miedo a que no soporte mis altos y bajos, a que se canse de mi poca capacidad de demostrar afecto.

—Angel, yo soportaría tus altos y bajos —afirmo MinGyu— Nunca me cansaría de tu poca capacidad de demostrar afecto o simplemente inventaría una nueva forma para demostrarlo.

Jeon sonrió amplio, con lentitud recostó su cabeza en el hombro del moreno y cerró los ojos, con ganas de reír ante la reacción nerviosa de Min.

—Es por eso que me agradas —Jeon aspiro aire, reuniendo valor— Es por eso que me gustas, Kim, me gustas mucho.

El corazón del moreno dejó de latir ante las palabras de su ángel...

Blessing    ~•[Meanie][Seventeen]•~Where stories live. Discover now