Capítulo 3

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Una madre había grabado el momento exacto en el que un guardia de seguridad del centro comercial Paradise en New Jersey golpeaba sin piedad a un joven que acababa de robar en una tienda.

Lamentablemente para empresas Cabello, todo esto fue grabado por un testigo. Grabaron desde que el guardia le comenzó a pegar, hasta que los demás se le unieron y también grabó como la gente que pasaba intentaba detenerlos pero estos no hacían caso y continuaban con los golpes. Los policías se llevaron a los guardias y tomaron el vídeo como prueba.

Las noticias corrieron y de inmediato las demandas por parte de la familia del joven agredido y de los testigos de los hechos comenzaron a llegar. La cadena de centros comerciales fue puesta en la mira por la negligencia con la que actuaron sus funcionarios provocando así, que la mala publicidad surgiera. Las acciones comenzaron a bajar y con ello la pérdida de mucho dinero gracias al no tan pequeño incidente.

A pesar de que todo fue aclarado y la empresa pagó por lo sucedido, la mala publicidad seguía ahí y los accionistas seguían dudosos de si invertir en la empresa o no después del incidente así que Alejando estaba un tanto frustrado.

"Papá... hiciste todo lo que podías hacer. Pediste disculpas, despediste a los responsables y pagaste por los daños. Ya no te queda nada más que hacer, solo esperar a que todo este asunto se olvide" Camila intentaba tranquilizar a su padre que parecía bastante aproblemado.

"Lo sé flaca. La cosa es que no tengo paciencia. Quiero que las cosas vuelvan a la normalidad lo más pronto posible. Si hubiéramos sabido antes de lo que pasó quizás..."

"Papá..." Camila lo interrumpió sabiendo muy bien que su padre iba a enloquecer si seguía perdiéndose en sus pensamientos "No puedes estar al tanto de todo. Ni si quiera yo supe hasta que nos llegó la demanda. Lo mejor que podemos hacer es mantener la calma y esperar a que se calmen las agua, mientras tanto yo hablaré con algunos de los accionistas para intentar convencerlos y con los publicistas para que creen algún comercial nuevo o algo así... tú no te preocupes. Yo lo tengo" le aseguró caminando tras su escritorio y dándole un masaje en los hombros. Lo necesitaba sano para poder seguir dirigiendo la empresa porque Camila aún no estaba lista.

"Gracias. Creo que iré a tomar aire. Puedes hacer los llamados desde mi oficina. Le diré a la secretaria que no te moleste y que pase las llamadas a mi celular privado ¿de acuerdo?" Le dijo Alejandro poniéndose de pie y dándole un beso en la frente antes de caminar hacia la puerta.

"De acuerdo papá. Tómate tu tiempo" le dijo por último soltando un suspiro pesado a penas Alejandro salió de la oficina dejándola sola. Tenía mucho que hacer y no sabía por dónde empezar.

Ayer en la cena familiar todos se veían algo tensos y supo después de un rato el motivo. Habían recibido por lo menos 30 nuevas demandas por el incidente en New Jersey y el vídeo que circulaba por internet no ayudaba mucho a la situación. Las acciones cayeron gracias a la mala publicidad y por fin Camila y su padre pudieron saber a qué se debía la perdía de dinero que discutían hace unos días.

Se sentó en el gran e imponente escritorio de su padre dispuesta a arreglar el gran lío y comenzó a hacer llamadas intentando convencer a los accionistas. Camila era buena manipulando. Podía jugar con estos hombres de negocio como si se tratara de un simple juego de monopoly. Les prometía cosas, los halagaba, les preguntaba por su familia y listo, ya los tenía. Los trataba con cariño y hacia que ellos mismos tomaran cierto afecto por ella porque así era más difícil que la rechazaran.

Luego de completar un par de llamadas mas se pudo relajar por fin. Tanta preocupación fingida le daban ciertas nauseas. No le gustaba lo que hacia pero era necesario para que la empresa reviviera.

Perfect disaster - Camren Donde viven las historias. Descúbrelo ahora