Collision [•Steve Rogers•] (EN EDICIÓN)

17. Quizás Esta Vez

Mientras me duchaba y recorría mi cuerpo lentamente con el jabón, las zonas que tocaba aún recordaban las caricias y los besos, y es que ¿Cómo olvidarlas si pasaron hace menos de media hora y fueron lo más maravilloso del mundo?

La sonrisa que tenía era tan grande que ya hasta sentía las mejillas un poco entumecidas, reía, no podía encontrarme más feliz de lo que ya estaba ahora.

Entretanto, antes de bañarme decidí conectar mi iPod a la bocina y reproducir una pequeña Playlist aleatoria de las canciones que me gustaban. Ahora escuchaba "If I Fell" una canción original de los Beatles, pero ahora en la versión femenina de un musical basado en las canciones de este increíble cuarteto.

Si me enamoro de ti
¿Me prometes serme fiel y ayudarme a entender?
Porque he estado enamorada antes
Y aprendí que el amor es más que solo tomarse de las manos

Si te doy mi corazón
Debo estar segura
Desde el principio de que tú me amarás más que a ella
Sí confío en ti, por favor,
No corras ni te escondas
Si te amo yo también, por favor,
No hieras mi orgullo como ella
Pues no podría soportar el dolor
Y yo, estaría triste si nuestro nuevo amor fuese en vano

Así que espero que veas que yo amaría amarte
Y que ella llorara cuando sepa que nosotros somos dos....

Seguí cantando hasta que la canción concluyó y yo terminé de bañarme.

Tomé mi toalla y me comencé a secar, posteriormente, envolví mi cuerpo con la toalla y salí del baño, tarareando la canción posterior del Playlist: "Need You Now" de Lady Antebellum.

-Fue un lindo concierto-escuché a Steve.

Me sonrojé bastante sorprendida de ver que Steve siguiera en mi habitación.

-Soy una cantante terrible...

-No es cierto... y sabes que yo siempre soy honesto...

Negué con la cabeza. No estaba muy segura de sus palabras aduladoras.

-Creo que estás un poco cegado... ¿Qué voy a hacer contigo, Steve Rogers? -dije suspirando.

Steve se acercó hacia mí y abrazó mi cintura, mirándome con un evidente mensaje oculto entre sus ojos.

-Aparte de eso...-reí-. Demonios... estoy creando un monstruo...

Me mordí el labio y con una de mis manos abracé su cuello, dejando que mi mano libre sostuviera mi toalla para que no se me cayera y me dejase denuda a en este momento.

-Sí, creo que me estás corrompiendo...

- ¡Santo Dios! Iré al infierno-bromeé.

-Por supuesto que no, Sophia-dijo sin dejar de abrazarme acariciando mi cintura-. Gracias-besó mis labios-por revivirme y hacerme ver que todo lo que ha pasado valió la pena para tenerte conmigo.

Esas eran las palabras más románticas que había escuchado en mi vida. Sí, tuve amores en el pasado a los cuales quise, a los cuales amé, pero no eran de los que precisamente decían lo que sentían muy a menudo, no eran de los que solían alagarme con palabras bonitas; debía admitir que esas palabras me hicieron sentir demasiado única y especial, y era una sensación bellísima escucharlas y saber que se dirigían a mí.

Sus palabras en realidad me llegaron, y las creí, inclusive las compartía, porque sí, Steve también me hacía sentir que todo lo que ocurrió conmigo tenía que pasar y esto para tenerlo a él a mi lado el día de hoy.

-Te adoro, Rogers...-le dije devota-. Ok... voy a vestirme, tú deberías hacer lo mismo. Me debes una cita, así que... vete.

- ¿A dónde quieres ir? -me preguntó sonriente.