Capítulo 52: Consejos para no colapsar

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Estaba soñando plácidamente, me sentía tan relajada y feliz, hasta que siento un sonido a lo lejos, el ruido se vuelve cada vez más fuerte y cercano mediante pasan los segundos.

-¡Demonios! ¡Camz, apaga el despertador!- murmuro con malestar al momento de despertarme con el insistente sonido, gruño y me incorporo en la cama al sentir que Camila no me hizo caso, abro lentamente mis ojos y miro el lado de Camila en nuestra cama, esta vacío, solo hay una nota con la letra de mi morena en ella, antes de leerla acabo con mi suplicio y apago yo misma el endemoniado aparato que acabo con mis pocas horas de sueño.

"Buenos días, mi amor, siento despertarte tan temprano, pero hoy es la boda de Ally.

Fui a buscar a Mía y pasare a comprarle un atuendo para la boda, el desayuno está listo en la cocina, por favor come, prometo no tardar... Te amo.

Pd: siento no dejarte dormir anoche."

Luego de haber terminado de leer la nota la abrazo con todas mis fuerzas como si fuera la propia Camila, me dejo caer en la cama y recuerdo todo lo que anoche ha pasado aquí, entremedio de estas mismas sabanas que ahora cubren mi cuerpo desnudo, Camila se comporto de una forma que nunca lo había hecho y de solo pensar en eso mi cuerpo se vuelve a llenar de deseo y de unas ansias enormes que ella este aquí, junto a mí, sacudo levemente mi cabeza con la intención de sacar momentáneamente esos pensamientos, si no lo hago nunca saldré de la cama, de mala gana y aún con mucho sueño, ya que mi prometida solo me dejó dormir unas cuantas horas, me salgo de la cama y me encamino hacia el baño del cuarto para darme una rápida ducha.

A los 20 minutos salgo del baño ya duchada y vestida con algo cómodo, la boda de Ally se realizara en la iglesia más entrada la tarde, pero tenemos que ir a la casa de las Norminah a ayudar a Ally con el vestido y todo eso.

Con lentitud bajo las escaleras y me encamino hacia la cocina, rio al recordar las descaradas palabras que me dijo Camila la noche pasada - efectivamente, me cuesta un poco caminar...- murmuro para mí misma soltando una risita.

Al entrar a la cocina de inmediato mi mirada se posa en el desayunador, encima de este hay un cubreplatos, el cual seguramente cubre el desayuno que me hizo Camz antes de salir.

Cuando me llevo mi última cuchara de waffle a la boca escucho como el auto de Camila se estaciona cerca de la casa, rápidamente me bajo de mi banqueta y camino hacia la puerta principal, salgo de la casa y me quedo de pie en el patio delantero, esperando al par de morenas que al verme me saludan con la mano, Camila desde el asiento del piloto y Mía desde su sillita de seguridad en la parte de atrás del auto, ambas me dirigen una sonrisa radiante y agitan su mano con energía.

-Looouu...- Mía en el preciso instante que Camila la baja de la silla corre hacia mí, pero por toda la emoción y la energía que trae, no se percata del pequeño desnivel que hay en la vereda y cae de cara al suelo, suelto un grito de horror al verla, hago al amago de correr en su ayuda, al igual que Camila unos metros atrás de ella, pero nos detenemos al ver cómo la pequeña se levanta como si nada, sacude primero el polvo del señor Puggle que lleva agarrado fuertemente de su manita, luego sacude sus pantalones, eleva su mirada para mirarme y dirigirme una linda sonrisa y seguidamente continua su camino hacia mí, ahora sí, con mucho más cuidado.

-Hola, Lou...- al llegar a mi lado de inmediato me abraza una pierna cariñosamente, me inclino un poco para estar a su altura y le beso su mejillita sonrojada, no antes de mirarla minuciosamente para verificar que no se hizo daño con la fuerte caída, gracias al cielo no tiene ninguna herida en el rostro, solo una pequeña raspadura en la rodilla.

Todo por ti (Camren G!P)|Editado|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora