Todo por ti (Camren G!P)|Editado|

Capítulo 28: Una navidad bien regalada...

Despierto sintiendo una respiración calmada contra mi nuca, se me eriza la piel con cada exhalación que hace la persona responsable de tal efecto en mí,  sus brazos rodean mi cuerpo abrazándome protectoramente por la espalda mientras duerme, abro mis ojos perezosamente y me percato de que estoy vestida con la parte de arriba del disfraz de papá Noel que ayer Camz vestía, seguramente ella me puso la prenda para que no pasara frío en la noche, me remuevo en la cama con cuidado apegándome más a su cuerpo, suelto una risita al sentir la parte baja de Camila en mi trasero, el pene de mi novia amaneció más despierto y animado que nunca esta mañana.

-Hummm...- Camz murmura entre sueños cuando me froto intencionalmente contra su gran bulto, sigo haciéndolo por algunos minutos, mi cuerpo se esta calentando al sentir que su miembro crece cada vez más contra mi trasero.

-Lolo...- siento que murmura roncamente contra mi piel, de inmediato detengo mis movimientos y me hago la dormida, Camila suelta una pequeña risa, aparta mi cabello para tener más acceso a mi cuello y comienza a repartir pequeños y dulces besos por toda mi piel- Sé que estas despierta...-dice para luego darme un pequeño mordisco en el cuello, no puedo seguir fingiendo y suelto una carcajada, Camila en un movimiento rápido se incorpora en la cama y se sitúa encima de mi, aprisionándome contra la cama y entrelazando nuestras manos a la altura de mi cabeza, solo trae puesto uno de sus top deportivos y sus bóxer- no me provoques... por favor- Camila me mira fijamente a los ojos con deseo.

-¿Y por qué no?- pregunto inocentemente devolviéndole la mirada.

- Porque... me dan ganas de hacerte el amor... Una y otra vez- Camz roza sus labios contra los míos.

-¿Y si yo no quiero que me hagas el amor?- digo juguetonamente, como si eso fuera humanamente posible ¡Lauren, te has vuelto adicta a Camila y al sexo, no te quieras engañar! Camila ladea un poco su cabeza mirándome pensativa.

-Es... Esperaría hasta que te dieran ganas...- dice inocentemente y con seguridad ¡Dios, me la quiero comer en este mismo instante!

-Camz, se supone que me tienes que decir que me obligarías o algo así...- suelto una pequeña risa, Camz frunce levemente el ceño al escuchar mis palabras.

-No, yo jamás te obligaría... nunca- dice un poco ofendida soltándome del agarre de sus manos pero aun quedando encima de mí.

-Camila, lo sé, tú nunca lo harías- poso ambas manos en sus mejillas- es como un juego, ya que yo dejaría que me hicieras todo lo que quisieras...-la miro coquetamente.

-Oh... entiendo...- se le sonrojan las mejillas, se ve adorable, Camz acerca su rostro al mío y me da un pequeño beso atrapando mi labio inferior entre los suyos, con los segundos Camila intensifica el beso volviéndolo más apasionado, comienza a besarme el cuello, chupándolo y mordiéndolo levemente, cuando quiere deshacerse de mi chaqueta la detengo.

-Camz, no podemos- digo con la respiración acelerada, de inmediato ella centro su mirada en mis ojos- nuestras familias pueden despertar en cualquier momento- le explico el motivo de mi acción- y necesitamos un condón.

-Pero... anoche no usamos- su rostro muestra incertidumbre.

-Anoche fue una excepción...-un pequeño puchero brota de los labios de Camila- Así estaremos más seguras y protegidas, aún no quiero que mi madre y la tuya mueran de felicidad- digo divertida, puedo percibir temor en los ojos de Camila, pero luego su semblante cambia y me sonrie asintiendo.

- ¿Camila... tu puedes? ¿Tú eres fértil?- me armo de valor y le planteo la pregunta que he guardado en mi mente desde nuestra primera vez, todo este tiempo he dado por hecho que sí, por no querer incomodarla con el tema de su intersexualidad no me he atrevido a preguntárselo, ella se sorprende un poco por mis palabras y se aparta de mí quedando sentada a mi lado con su cabeza gacha.