Todo por ti (Camren G!P)|Editado|

Capítulo 21: Esquivando sentimientos

*Este cap salió mucho más largo que el anterior (Así que esta semana solo habrá un cap :3), lo escribí para que conocieran un poquito más a mi Vero, espero les guste >.<

Pov Verónica

-Vero...-jadea por mi agarre en su trasero- pe... pensé que no nos veríamos otra vez- dice contra mis labios.

-Pues me acorde de ti y me dieron ganas de venir a verte...- le digo antes de besarla hambrientamente apegándola contra la puerta de su casa.

-Mi... novio... ¡Ah!- gime cuando llevo mi mano a su entrada ya húmeda y acaricio su punto sensible a través de su pantaleta.- Austin está por llegar...- dice entrecortadamente mientras le beso y muerdo el cuello.

-Entonces tendremos que darnos prisa, Becky...- le muerdo el lóbulo de la oreja y ella suelta un pequeño gemido.

-¡Ah! Vero...- rápidamente me deshago de su top y su brasier, me llevo uno de sus pezones a mi boca sin dejar de hacer círculos con mis dedos en su centro, muerdo y succiono sus erectos pezones y alrededor de estos.

Vuelvo a sus hermosos labios y se los muerdo, voy dejando besos a lo largo de su cuello, chupando y mordiendo hasta llegar nuevamente a sus pechos, la casa se llena de los jadeos y gemidos de la castaña.

-Vero... por favor... No aguanto más- sus manos aprisionan mi cabeza contra sus senos para que no despege mi boca de ellos.

-Estas muy mojada, hermosa...-  mi voz amortigua contra su piel, no me molesto por quitarle su pantaleta, solo la hago a un lado para tocar directamente sus exquisitos labios vaginales, mis dedos masajean y exploran toda su entrada.

-¡Ah! ¡Maldición, Vero!- Gruñe, sonrio para mis adentros, me encanta provocar y torturar de esta manera a las mujeres con las que tengo "encuentros casuales"

Lentamente me despego de sus pechos y voy bajando por la suave piel de su estómago, me pongo de rodillas frente a ella, levanto su pequeña falda exponiendo ante mí su pantaleta la cual se nota ya muy húmeda, se la bajo lentamente sin despegar mi mirada de lo que poco a poco se va descubriendo frente mí, casi tortuosamente llevo mi boca a su entrada- ¡Verónica!- pega un pequeño grito en el momento que atrapo su clítoris entre mis labios, con mi lengua juego y lo masajeo, Becky comienza a mover sus caderas a la par de mis lamidas para crear más fricción entre su centro y mi lengua, lleva sus manos a mi cabeza para atraerme más a ella, los movimientos de su caderas se van haciendo cada vez más rápidos al igual que mi lengua, me encanta este sabor en mi boca, para mí es casi una adición sentirlo. A lo largo de mi vida he tenido muchas mujeres a las cuales les brindo placer y al hacerlo, ellas me lo brindan también a mí, me es inevitable reprimirme, me encantan las mujeres, son tan suaves, tan sensibles y perceptibles cuando las toco y las hago mías, pero eso nada más, nada de sentimentalismo, solo es sexo, y hasta ahora me ha resultado genial.

-Vero... Entra en mí...- dice sin aliento, me pongo de pie y la vuelvo a besar en sus labios ingresando al instante mi lengua haciendo que saboree su propio sabor a través de ella.

-¡Ah! ¡Dios!- gime cuando la penetro con dos de mis dedos y comienzo a moverme dentro de ella casi con vehemencia-¡Ah!- jadeo tras jadeo sale de su boca y amortigua contra la mía mientras la beso. Sus movimientos de caderas van a la par con mis penetraciones, con lo segundos los envistes comienzan a incrementar, puedo sentir que sus paredes vaginales comienzan a contraerse alrededor de mis dedos-¡Mierda!- suelto al sentir que la humedad de Rebbeca incrementa, se siente sensacional-¡Dios!- la penetro con otro dedo más, sus movimientos son tan sensuales, mis dedos entran y salen de su interior, para darle más placer con besos húmedos nuevamente bajo hacia su vagina, sin dejar de penetrarla llevo mi boca a su clítoris y lo delineo con mi lengua para luego darle un pequeño mordisco que hace que mi amante de un grito de placer, las penetraciones y las succiones a su clítoris van en aumento, puedo sentir que nuevamente sus paredes vaginales se contraen contra mis dedos, esta sensación no la cambiaría por nada... De un momento a otro el cuerpo de Becky se estremece, su espalda se curva y con ello llega su exquisito orgasmo, sus piernas flaquean, la apego más contra la puerta para que no caiga mientras limpio con mi boca su delicioso elixir.