EUPHORIA

FIN....

  Taylor me miró por un momento y entonces su cara poco a poco se fue transformando en una mueca de burla. Me aventó el libro y yo lo esquivé riendo. — Estás loco, hermano. ¡Loco! — Gritó riéndose.

—Búrlate todo lo que quieras, Taylor. — Me reí recogiendo el libro. — Pero mi final feliz es con Jolene. Yo lo sé. — Le extendí el libro.

Él lo tomó y negó con la cabeza. — Es la vida real, aquí no hay finales felices. — Se rió. — Los envidio a ustedes, los enamorados.

—Ey. — El policía golpeó con su bastón las rejas de la celda. — Ustedes dos, tienen visitas.

Yo miré a Taylor con una mirada conspiradora que decía en cada musculo de mi expresión "te lo dije". Él frunció el ceño sin poder creerlo y bajó de la litera. — Tengo que ver esto. — Sonrió.

Bajamos a la sala de visitas y entonces el policía me señaló una ventana y cuando vi a Köri, Taylor explotó en risas. — No es por nada, hermano. Pero yo me imaginaba a Jolene más guapa. — Se burló golpeando mi hombro y yo rodé los ojos con una sonrisa.

Me senté y lo observé un momento. Él puso el teléfono en su oído y yo después de unos momentos hice lo mismo. — ¿Qué quieres? — Le pregunté. — ¿Vienes a burlarte?

—Michael... — Empezó. — Voy a casarme con Jolene.

Dijo y hubo un momento de silencio. Entonces suspiré. — ¿Sabes? Si te vas a casar con Jolene hay algo que debes saber....



Llegué a mi casa dejando mi maleta a un lado. Me había escapado del instituto y no pensaba regresar. Toqué el timbre y cuando mamá abrió la puerta, dejé caer la maleta a un lado. Ella me sonrió y me abrazó fuertemente, yo reí. — Mamá. No sabes cuánto te extrañé... — Le dije llorando. Ella me acarició el cabello y besó mi mejilla.

—Mi niña. — Dijo abrazándome más fuerte.

Todo el día con mi mamá fue uno de los mejores que tuve en mucho tiempo. Vimos T.V, leímos libros, salimos de compras y las dos nos deslumbramos con los hombres guapos que había por todo el lugar. Finalmente cenamos en casa, pizza.

—Vamos, mamá. Dime. ¿A qué años te desfloraron? — Pregunté y las dos nos echamos a reír. Ella tapó su boca limpiándose con una servilleta.

—A tu edad — Respondió y las dos reímos aún más.

Entonces sonó el timbre... — Yo atiendo. — Dije corriendo a la puerta, la abrí y vi a Köri parado en la puerta... Lo observé sin comprender. — Köri... Dije ¿Qué... qué pasa?

—Jolene... — Se hincó poco a poco mientras tomaba mi mano. — Jolene... ¿Te casas conmigo?



Michael.
Agarré el libro de Taylor y entonces cuando me iba a sentar, el policía golpeó de nuevo la reja. — Visitas.

Llegué al cuarto de visitas esperando encontrarme con Körí. Vi a Tyler y él me sonrió. — Hombre. El que persevera alcanza. — Se burló y entonces volteé rápidamente a la casilla y vi a Jolene sentada usando unos lentes aviador.

Me apresuré a sentarme y tomé el auricular. Ella levantó la mirada hacia mí y puso el teléfono en su oído. — Jolene. — Susurré.

—Köri me pidió que me casara con él. — Dijo y yo fruncí los labios asintiendo. Toqué mi bolsillo, aún tenía la cajita de terciopelo ahí — Dime que tú no mataste a Tom, dime que no mataste a Chase ni al inspector ni a aquel maestro que te insultó. — Bajé la mirada. — ¡Dilo! — Gritó y yo apreté los labios. — Dilo y lo dejaré todo. Esperaré cuarenta años si es necesario. —Su voz se cortó y yo negué con la cabeza sin atreverme a mirarla a los ojos. Ella se levantó con expresión severa. — Hasta nunca entonces... — Y colgó.

La observé mientras se iba caminando hasta la salida. Taylor golpeó mi hombro. — ¡Ey, hermano! ¿¡Por qué diablos hiciste eso?!

Yo suspiré. — Quiero que sea feliz. Y ella no lo será dentro de estas cuatro rejas....

—Vamos. Terminó el tiempo de visitas. — El policía me jaló y mientras iba a mi celda, me tomé un tiempo para recordar la conversación con Köri de hace un rato.

"—Michael... Voy a casarme con Jolene.

— ¿Sabes? Si te vas a casar con Jolene hay algo que debes saber — Suspiré nuevamente. — Escúchame bien antes de decir algo. Si te vas a casar con ella tienes que amarla, cada parte. — Comencé mirando los documentos frente a mí. — Seré directo... Jolene está enferma, mentalmente enferma y esto no es algo que tenga cura. Se controla. — Lo observé bien y su expresión de confusión me hacía querer golpearlo. — Jolene tiene trastorno de personalidad múltiple. — Lo solté y el terror recorrió los ojos de Köri. — Tienes que tenerle mucha paciencia. Pues ella vive en un mundo de fantasía. Piensa que el manicomio donde está internada es un colegio, que los medicamentos son pastillas dulces y que yo sólo la estoy tratando por problemas de depresión. — Pegué el expediente a la ventana para que lo observara. — Guardé el secreto porque su mamá me lo pidió. ¿Bien? Pero tú vas a hacer su esposo y no le puedes guardar secretos.

—¿Por qué me dices esto? — Dijo y yo quité el expediente del cristal para observarlo. — ¿Es un tipo de plan para separarme de Jolene?

—No. — Gruñí. — Te lo estoy diciendo para que la cuides, imbécil. — Hubo una pausa y continué. — El alter ego de Jolene es Elle. Yo no me explicaba porque ella. Pero la respuesta fue simple una vez que estuvo frente a mis ojos. Elle es una psicópata y no siente. Ella es la personalidad protectora. Sale cuando Jolene se siente sola porque en esos momentos se siente desprotegida y frágil. Antes la veía como "su amiga imaginaria" — Hice comillas con los dedos. — Porque en ese entonces solía tener control de sí misma y Elle podía "hablarle" sin tomar su cuerpo completamente. La muerte de Tom fue un detonante. — Sacudí la cabeza. — Sufrió tanto que ahora Elle podía "salir" cuando se le diera la gana. Jolene no sabe nada de esto. Ella piensa que el manicomio es un colegio, que los doctores son sus maestros pero dime ¿Cuándo mierda la viste tomando una clase? Todo esto porque su mente la protege de ser tan mala como Elle. Ella no tiene idea de esto, por favor... por favor díselo con tacto... La realidad de su vida sólo la ve a través de los ojos de Elle. — Köri frunció los labios y estaba a punto de colgar. — Espera... Amo a Jolene... Y si me entero que le hiciste daño, conozco a gente muy peligrosa.

—Entonces... Jolene cometió esos asesinatos... Bueno, Elle. — Hubo una pausa. — No tú... — Dudé, pero asentí. — ¿Por qué no dijiste nada?

—Porque quiero que sea feliz.

—Mierda... — Susurró. — Pero todo indica a que fuiste tú. — Me observó. — Eran tus enemigos y... — Entonces abrió los ojos como platos. — Los mató porque te ama.... — Susurró. — Porque no quería que nadie te perjudicara. — Yo suspiré y fruncí los labios. Era listo.

Me levanté de la silla sin soltar el teléfono. — Cuando salga de aquí, que créeme, será muy pronto. No pienses que no la buscaré. La buscaré y si me entero que le hiciste algo... — Hice una pausa. — Te mato. — Y entonces colgué y caminé hacia mi celda.